Orissa (India, 3 Set. 08 (AICA)
Mons. Raphael Cheenath, arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar
"Nosotros los cristianos, especialmente los católicos, somos perseguidos sobre todo por nuestro esfuerzo social en favor de los pobres", aseveró el arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, monseñor Raphael Cheenath, al referirse a los ataques de los extremistas hindúes contra los católicos en la India y al actual clima de violencia, especialmente en la región de Orissa, a la que pertenece el Prelado.
En diálogo con “L’Osservatore Romano”, monseñor Cheenath indicó además que "nosotros los católicos no hemos hecho nunca proselitismo pero siempre hemos dado un buen ejemplo en las obras asistenciales. Pienso que para los extremistas hindúes, que avivan el fuego, nuestra aproximación caritativa es una culpa imperdonable".
El Arzobispo relata cómo los problemas actuales se remontan a finales de diciembre de 2007 e inicios de enero de 2008. "En ese entonces la rabia de los extremistas se plasmaba en la destrucción de los bienes de los católicos, ahora es un ataque directo contra las personas. El número de las víctimas no es todavía definitivo. He recibido noticias sobre cinco víctimas y numerosos heridos, algunos graves. Ruego a Dios que todo esto termine pronto y se vuelva a la razón", exhortó.
El Prelado indio dijo que "no es necesario pero es justo decir que se usa el pretexto pseudo-religioso para asuntos de carácter político. Los católicos en Orissa son una pequeña comunidad, cerca del uno por ciento de la población. Nuestros fieles apoyan todos una convivencia pacífica con los que pertenecen a otros credos y tienen, cuando es posible, buenas relaciones con los vecinos hindúes".
Al referirse al orfanato de Panampur, en el distrito de Bargarh, en donde perdió la vida una "misionera laica llamada Rajnie Majhie, joven colaboradora que ayudaba al Padre Eduard Sequera y otras hermanas en la cura de los pequeños", el Arzobispo indicó que “ya hablé con monseñor Babu. Me relató que la joven misionera laica murió por haberse quedado dentro del edificio ya en llamas mientras todos los demás fugaban. Es posible que quiso asegurarse de que todos los pequeños salieran sanos y salvos".
"Los niños y algunas hermanas probablemente se escondieron en las plantaciones vecinas. Sin embargo no puedo decir nada preciso sobre su suerte. Ruego a Dios para que proteja a estas víctimas inocentes", expresó monseñor Cheenath.
Al hablar de la suerte del Centro Pastoral de la diócesis que dirige, explicó que el director, Padre Thomas, "seguramente huyó de la multitud de fanáticos hindúes reunidos fuera del edificio para prenderle fuego. Conversé telefónicamente con él y me describió con palabras de angustia los hechos. Le recomendé rezar intensamente y ponerse a salvo".
"Por lo que sé, el centro pastoral sufrió daños gravísimos, tal vez irremediables. Era una obra que costó mucho a los fieles y a mi diócesis. Estábamos muy orgullos de ella", manifestó.+
AICA - Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente
En diálogo con “L’Osservatore Romano”, monseñor Cheenath indicó además que "nosotros los católicos no hemos hecho nunca proselitismo pero siempre hemos dado un buen ejemplo en las obras asistenciales. Pienso que para los extremistas hindúes, que avivan el fuego, nuestra aproximación caritativa es una culpa imperdonable".
El Arzobispo relata cómo los problemas actuales se remontan a finales de diciembre de 2007 e inicios de enero de 2008. "En ese entonces la rabia de los extremistas se plasmaba en la destrucción de los bienes de los católicos, ahora es un ataque directo contra las personas. El número de las víctimas no es todavía definitivo. He recibido noticias sobre cinco víctimas y numerosos heridos, algunos graves. Ruego a Dios que todo esto termine pronto y se vuelva a la razón", exhortó.
El Prelado indio dijo que "no es necesario pero es justo decir que se usa el pretexto pseudo-religioso para asuntos de carácter político. Los católicos en Orissa son una pequeña comunidad, cerca del uno por ciento de la población. Nuestros fieles apoyan todos una convivencia pacífica con los que pertenecen a otros credos y tienen, cuando es posible, buenas relaciones con los vecinos hindúes".
Al referirse al orfanato de Panampur, en el distrito de Bargarh, en donde perdió la vida una "misionera laica llamada Rajnie Majhie, joven colaboradora que ayudaba al Padre Eduard Sequera y otras hermanas en la cura de los pequeños", el Arzobispo indicó que “ya hablé con monseñor Babu. Me relató que la joven misionera laica murió por haberse quedado dentro del edificio ya en llamas mientras todos los demás fugaban. Es posible que quiso asegurarse de que todos los pequeños salieran sanos y salvos".
"Los niños y algunas hermanas probablemente se escondieron en las plantaciones vecinas. Sin embargo no puedo decir nada preciso sobre su suerte. Ruego a Dios para que proteja a estas víctimas inocentes", expresó monseñor Cheenath.
Al hablar de la suerte del Centro Pastoral de la diócesis que dirige, explicó que el director, Padre Thomas, "seguramente huyó de la multitud de fanáticos hindúes reunidos fuera del edificio para prenderle fuego. Conversé telefónicamente con él y me describió con palabras de angustia los hechos. Le recomendé rezar intensamente y ponerse a salvo".
"Por lo que sé, el centro pastoral sufrió daños gravísimos, tal vez irremediables. Era una obra que costó mucho a los fieles y a mi diócesis. Estábamos muy orgullos de ella", manifestó.+
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