1.- Ciertamente, esta frase de “pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” es una de las más famosas del Evangelio. Aunque, tal vez, ahora se use menos por aquello de que, sin duda, la Iglesia ha perdido mucha visibilidad entre la sociedad española actual. Pero lo cierto es que el Evangelio de Mateo que acabamos de escuchar esta lleno de cuestiones de gran transcendencia. Es verdad que la frase se produce en el contexto de la fortísima lucha dialéctica entre Jesús y sus enemigos. Y con la pregunta que la provoca, buscaban hacerle tropezar frente al omnímodo y peligroso poder romano. Pero también, de cara al pueblo judío enfrentado a los invasores, una respuesta más favorable a los impuestos de los romanos, le habría traído a Jesús dificultades con sus propios discípulos o, al menos, esto es lo que pensaban los responsables oficiales judíos. Hoy no son sumos sacerdotes, senadores o fariseos. Son miembros del partido de Herodes, el virrey dependiente de los romanos. La sagacidad de Jesús pide a sus interlocutores que le muestren un denario y, obviamente, esa moneda es del César. Aparece su efigie y su título.
El nudo –la trampa—se rompe y los enemigos de Jesús –que habían llegado a verle con falsos buenos modos—se enfrentan a una clara definición del Maestro: “¡Hipócritas!”, les grita. A ellos no les gustaba nada, pero nada, ese tipo de fuertes descalificaciones que el Rabí de Galilea les hacía en público, ante todo el pueblo. No es hoy una parábola. Es lo que llamaríamos un “combate directo”. Y es la de quienes vienen a preguntarle incluye una dimensión política en esa lucha contra Jesús. Los herodianos y los dirigentes del Templo a la postre se iban a poner de acuerdo… tenían un enemigo a batir común y ese era Jesús. Y si los herodianos y los sumos sacerdotes se aliaban en ese cerco, después, en los días terribles de la Pasión del Salvador, Herodes de haría amigo de Pilato, cosa nunca vista antes. Si no fuera un poco frívolo si podríamos aplicar el viejo refrán castellano de “Dios los cría y ellos se juntan…” Desde luego, en este caso, como en el refrán, esa amistad queda lejos del sentir divino.
2.- Pero la frase de Jesús de hoy, pronunciada para salir airoso de una vulgar trampa, también se ha querido interpretar como una base para hablar de la separación de los poderes políticos y religiosos. Más o menos, para hablar de un tema muy actual. Respecto a la Iglesia siempre ha sido un tema controvertido. Los más progres dicen que desde que el Emperador Constantino decidió reconocer a los seguidores de Cristo Jesús, la Iglesia no ha sido independiente. Y la determinación de este emperador romano llegó en 318, al principio del siglo IV. La realidad es que en esos años y en el Imperio había ya gran cantidad de cristianos, iniciándose como mayoría por encima de los seguidores de la religión tradicional (paganos) o seguidores de otros credos. La historia posterior es un complejo recorrido en el que se alternan etapas de conflictos con los poderes públicos y, alternativamente, de superioridad o dependencia a ellos.
Los ejemplos irían desde el traslado de la sede de Pedro a Aviñón, en Francia, hasta el establecimiento de los Estados pontificios en Italia con la consideración –de casi—potencia internacional. La independencia italiana, muy reciente, ocurrida en 1870 –mucho después de la independencia de los países americanos—con la incorporación de los últimos reductos de esos Estados pontificios a la Corona italiana. En fin, no se trata de convertir una homilía en una lección de historia pero la realidad es que en poco se hizo caso a Jesús, si es que Él quiso poner límites políticos con “pagad al César lo que es del César y dad a Dios lo que es de Dios”. Repito lo dicho más arriba. La respuesta de Jesús de Nazaret respondía a un ejercicio de sagacidad ante sus adversarios y, probablemente, no a otra cosa. Y la enseñanza que hemos de sacar hoy de aquí no es otra que la condena del Señor contra la hipocresía y la búsqueda de trampas contra los justos, que esto, asimismo, se ha ido repitiendo bastante a lo largo de la historia.
3.- No obstante la primera lectura, del Libro de Isaías, nos muestra como Ciro, un emperador persa, heredero de aquellos que arrasaron Jerusalén y se llevaron a Babilonia como esclavos a los judíos, puede convertirse en una esperanza para el regreso de los exiliados a tierras de Israel. Y por eso se convierte en Ungido del Señor y en el liberador del pueblo de Dios. Hay una frase llamativa: “te di un título, aunque tu no me conocías”. Es decir, Ciro fue una causa, religiosamente indirecta, de esa liberación. Parece, no obstante que Ciro se asemeja a Constantino o, al menos, esa podría ser la intención de la siempre inteligente y sagaz intención litúrgica. De todos modos, el fragmento de Isaías es de gran belleza y confirma, claro está, que todo el poder humano llegado de Dios.
Merece la pena reseñar que iniciamos hoy la lectura sucesiva de fragmentos de la i Carta de San Pablo a los Tesalonicenses. Hasta hace poco se ha considerado a esta Carta como el texto más antiguo de los Evangelios. Fue escrita en Atenas en el año 51. Pero en las cuevas de Qumram se halló un papiro con un fragmento del Evangelio de Marco que podría estar datado en los años cuarenta del siglo I. Bueno, tanto da. La carta a los fieles de Tesalónica nos va a ir mostrando las excelencias del seguimiento de Jesús por una comunidad joven. Pablo de Tarso amaba mucho a la Iglesia de Tesalónica, que se mantuvo siempre fiel a la predicación paulina.
4.- Y como tercer domingo de octubre la Iglesia celebra una de sus más antiguas y populares jornadas pontificias. La del DOMUND, antigua denominación del Domingo Mundial de la Propagación de la Fe y que hoy se conoce como Jornada Mundial por la Evangelización de los Pueblos. Es una entusiasta dedicación al sostenimiento –espiritual y económico—de las misiones más lejanas, de las acciones de evangelización realizadas en zonas que, casi siempre, coinciden con enclaves del tercer mundo, cada vez más pobres y con menos posibilidades para sus ciudadanos. Sin olvidar el mensaje de la fe que nos ha dado Cristo Jesús, habrá que decir que el esfuerzo que realizan hoy los misioneros tiene un enorme contenido social, de ayuda a la pobreza y al incipiente desarrollo de esos pueblos. Por eso hemos de tenerlo en cuenta y dedicar oraciones y dinero a esa labor que, sin duda, es de enorme importancia.
El nudo –la trampa—se rompe y los enemigos de Jesús –que habían llegado a verle con falsos buenos modos—se enfrentan a una clara definición del Maestro: “¡Hipócritas!”, les grita. A ellos no les gustaba nada, pero nada, ese tipo de fuertes descalificaciones que el Rabí de Galilea les hacía en público, ante todo el pueblo. No es hoy una parábola. Es lo que llamaríamos un “combate directo”. Y es la de quienes vienen a preguntarle incluye una dimensión política en esa lucha contra Jesús. Los herodianos y los dirigentes del Templo a la postre se iban a poner de acuerdo… tenían un enemigo a batir común y ese era Jesús. Y si los herodianos y los sumos sacerdotes se aliaban en ese cerco, después, en los días terribles de la Pasión del Salvador, Herodes de haría amigo de Pilato, cosa nunca vista antes. Si no fuera un poco frívolo si podríamos aplicar el viejo refrán castellano de “Dios los cría y ellos se juntan…” Desde luego, en este caso, como en el refrán, esa amistad queda lejos del sentir divino.
2.- Pero la frase de Jesús de hoy, pronunciada para salir airoso de una vulgar trampa, también se ha querido interpretar como una base para hablar de la separación de los poderes políticos y religiosos. Más o menos, para hablar de un tema muy actual. Respecto a la Iglesia siempre ha sido un tema controvertido. Los más progres dicen que desde que el Emperador Constantino decidió reconocer a los seguidores de Cristo Jesús, la Iglesia no ha sido independiente. Y la determinación de este emperador romano llegó en 318, al principio del siglo IV. La realidad es que en esos años y en el Imperio había ya gran cantidad de cristianos, iniciándose como mayoría por encima de los seguidores de la religión tradicional (paganos) o seguidores de otros credos. La historia posterior es un complejo recorrido en el que se alternan etapas de conflictos con los poderes públicos y, alternativamente, de superioridad o dependencia a ellos.
Los ejemplos irían desde el traslado de la sede de Pedro a Aviñón, en Francia, hasta el establecimiento de los Estados pontificios en Italia con la consideración –de casi—potencia internacional. La independencia italiana, muy reciente, ocurrida en 1870 –mucho después de la independencia de los países americanos—con la incorporación de los últimos reductos de esos Estados pontificios a la Corona italiana. En fin, no se trata de convertir una homilía en una lección de historia pero la realidad es que en poco se hizo caso a Jesús, si es que Él quiso poner límites políticos con “pagad al César lo que es del César y dad a Dios lo que es de Dios”. Repito lo dicho más arriba. La respuesta de Jesús de Nazaret respondía a un ejercicio de sagacidad ante sus adversarios y, probablemente, no a otra cosa. Y la enseñanza que hemos de sacar hoy de aquí no es otra que la condena del Señor contra la hipocresía y la búsqueda de trampas contra los justos, que esto, asimismo, se ha ido repitiendo bastante a lo largo de la historia.
3.- No obstante la primera lectura, del Libro de Isaías, nos muestra como Ciro, un emperador persa, heredero de aquellos que arrasaron Jerusalén y se llevaron a Babilonia como esclavos a los judíos, puede convertirse en una esperanza para el regreso de los exiliados a tierras de Israel. Y por eso se convierte en Ungido del Señor y en el liberador del pueblo de Dios. Hay una frase llamativa: “te di un título, aunque tu no me conocías”. Es decir, Ciro fue una causa, religiosamente indirecta, de esa liberación. Parece, no obstante que Ciro se asemeja a Constantino o, al menos, esa podría ser la intención de la siempre inteligente y sagaz intención litúrgica. De todos modos, el fragmento de Isaías es de gran belleza y confirma, claro está, que todo el poder humano llegado de Dios.
Merece la pena reseñar que iniciamos hoy la lectura sucesiva de fragmentos de la i Carta de San Pablo a los Tesalonicenses. Hasta hace poco se ha considerado a esta Carta como el texto más antiguo de los Evangelios. Fue escrita en Atenas en el año 51. Pero en las cuevas de Qumram se halló un papiro con un fragmento del Evangelio de Marco que podría estar datado en los años cuarenta del siglo I. Bueno, tanto da. La carta a los fieles de Tesalónica nos va a ir mostrando las excelencias del seguimiento de Jesús por una comunidad joven. Pablo de Tarso amaba mucho a la Iglesia de Tesalónica, que se mantuvo siempre fiel a la predicación paulina.
4.- Y como tercer domingo de octubre la Iglesia celebra una de sus más antiguas y populares jornadas pontificias. La del DOMUND, antigua denominación del Domingo Mundial de la Propagación de la Fe y que hoy se conoce como Jornada Mundial por la Evangelización de los Pueblos. Es una entusiasta dedicación al sostenimiento –espiritual y económico—de las misiones más lejanas, de las acciones de evangelización realizadas en zonas que, casi siempre, coinciden con enclaves del tercer mundo, cada vez más pobres y con menos posibilidades para sus ciudadanos. Sin olvidar el mensaje de la fe que nos ha dado Cristo Jesús, habrá que decir que el esfuerzo que realizan hoy los misioneros tiene un enorme contenido social, de ayuda a la pobreza y al incipiente desarrollo de esos pueblos. Por eso hemos de tenerlo en cuenta y dedicar oraciones y dinero a esa labor que, sin duda, es de enorme importancia.
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