por J. Debruynne
citado por A. Cencini, en “La formación Permanente”
citado por A. Cencini, en “La formación Permanente”
Dios, has elegido hacerte esperar
todo el tiempo que dura un adviento.
A mí no me gusta esperar.
No me gusta esperar en la fila.
No me gusta esperar mi turno.
No me gusta esperar el tren.
No me gusta esperar para juzgar.
No me gusta esperar el momento oportuno.
No me gusta esperar, porque no tengo tiempo
y vivo sólo el instante.
Por otra parte, bien lo sabes,
todo está dispuesto para que no tenga que esperar:
los abonos a los medios de transporte
y los autoservicios,
las ventas a crédito
y los distribuidores automáticos,
las fotografías de revelado instantáneo,
los fax y los terminales de ordenador,
la televisión y los informativos radiofónicos…
No necesito esperar las noticias:
ellas se me adelantan
Pero tú, Dios,
has elegido hacerte esperar
todo el tiempo que dura un adviento.
Porque has hecho de la espera
el espacio de la conversión
el cara a cara con lo que está oculto.
En la espera ya te das
y para ti, Dios,
esperar se conjuga con orar.
todo el tiempo que dura un adviento.
A mí no me gusta esperar.
No me gusta esperar en la fila.
No me gusta esperar mi turno.
No me gusta esperar el tren.
No me gusta esperar para juzgar.
No me gusta esperar el momento oportuno.
No me gusta esperar, porque no tengo tiempo
y vivo sólo el instante.
Por otra parte, bien lo sabes,
todo está dispuesto para que no tenga que esperar:
los abonos a los medios de transporte
y los autoservicios,
las ventas a crédito
y los distribuidores automáticos,
las fotografías de revelado instantáneo,
los fax y los terminales de ordenador,
la televisión y los informativos radiofónicos…
No necesito esperar las noticias:
ellas se me adelantan
Pero tú, Dios,
has elegido hacerte esperar
todo el tiempo que dura un adviento.
Porque has hecho de la espera
el espacio de la conversión
el cara a cara con lo que está oculto.
En la espera ya te das
y para ti, Dios,
esperar se conjuga con orar.
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