NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

domingo, 22 de febrero de 2009

Evangelio Misionero del Día: Lunes 23 de Febrero de 2009

Por CAMINO MISIONERO


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 9, 14-29

Después de la Transfiguración, Jesús, Pedro, Santiago y Juan bajaron del monte. Llegaron donde estaban los otros discípulos y los encontraron en medio de una gran multitud, discutiendo con algunos escribas. En cuanto la multitud distinguió a Jesús, quedó sombrada y corrieron a saludarlo. Él les preguntó: «¿Sobre qué estaban discutiendo?»
Uno de ellos le dijo: «Maestro, te he traído a mi hijo, que está poseído de un espíritu mudo. Cuando se apodera de él, lo tira al suelo y le hace echar espuma por la boca; entonces le crujen sus tientes y se queda rígido. Le pedí a tus discípulos que lo expulsaran pero no pudieron».
«Generación incrédula, respondió Jesús, ¿hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo». Y ellos se lo trajeron. En cuanto vio a Jesús, el espíritu sacudió violentamente al niño, que cayó al suelo y se revolcaba, echando espuma por la boca.
Jesús le preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que está así?»
«Desde la infancia, le respondió, y a menudo lo hace caer en el fuego o en el agua para matarlo. Si puedes hacer algo, ten piedad de nosotros y ayúdanos».
«¡Si puedes...!», respondió Jesús. «Todo es posible para el que cree».
Inmediatamente el padre del niño exclamó: «Creo, ayúdame porque tengo poca fe».
Al ver que llegaba más gente, Jesús increpó al espíritu impuro, diciéndole: «Espíritu mudo y sordo, Yo te lo ordeno, sal de él y no vuelvas más». El demonio gritó, sacudió violentamente al niño y salió de él, dejándolo como muerto, tanto que muchos decían: «Está muerto». Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y el niño se puso de pie.
Cuando entró a la casa y quedaron solos, los discípulos le preguntaron: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?»
Él les respondió: «Esta clase de demonios se expulsa sólo con la oración».


Compartiendo la Palabra

Según san Agustín, la Palabra de Dios es “alimento de adultos” que nos dice: “Crece y podrás comerme. No me transformarás en ti, sino que te transformarás tú en Mí”. Hoy esa Palabra que altera nos sitúa ante aquel incidente, sucedido después de la Transfiguración. La historia se inicia con un fracaso estrepitoso de los discípulos en su intento de curar a un “poseído”, tal vez un epiléptico. Jesús interviene en la escena. Y sus actitudes nos dejan perplejos. No tengamos prisas en entender su actuación. Dejemos que la historia se remanse en el corazón:

* La “intromisión” de Jesús: -¿De qué discutís con ellos?, pregunta a la gente que recrimina a los discípulos su incapacidad… En el conflicto Jesús se acerca, se implica… El conflicto no es sólo negativo. Es un lugar en que se hace presente Jesús. ¿Le podremos encontrar ahí?
* La paciencia de Jesús: -¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuando habré de soportaros? Estas palabras, por duras y directas, son misteriosas y nos descolocan. ¿Cómo se compaginan con aquel amor incondicional propio de Jesús? A Jesús le costó también amarnos. No cabe duda.
* La incitación a la fe: -¿Qué es eso de si puedes? ¡Todo es posible para el que cree! La pregunta es más una afirmación –“es evidente que puedo”- a la que sigue la declaración de que tú puedes, vosotros podéis: La fe todo lo alcanza. Por eso, el escepticismo y el apocamiento son la quiebra de la fe, el enfriamiento de la esperanza, la aniquilación del futuro.

Jesús no envió a este joven epiléptico ni a la farmacia ni al psicólogo. Le orientó hacia la fe. Esa fe sólo se alimenta en la oración. Fe que, en nosotros, siempre cabalga entre desconfianzas y escepticismos. Si “acercarse a lo sobrenatural es la verdadera terapia” (C. J. Jung), abrirse a la fe es siempre curativo.

Vuestro amigo y hermano,
Juan Carlos cmf.

No hay comentarios: