Carta Abierta del Obispo (e) Federico Pagura al
Presidente de la República del Paraguay Don Fernando Lugo.
Publicado por Moceop
Presidente de la República del Paraguay Don Fernando Lugo.
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Sé que tu clara y directa confesión levantará olas de críticas, acusaciones y protestas de creyentes y no creyentes, de hombres y mujeres de buena y mala fe, pero sobre todo, de aquellos a quienes tu pensamiento, personalidad y visión de “otro mundo posible”, molestaba, cuando eras obispo reconocido, y ahora, que, como alguien ha dicho, no eres más que un laico libre, para obrar conforme a tu conciencia y convicciones, pero sobre todo en el ejercicio de la función presidencial, para la que fuiste elegido libremente, por la mayoría de tu pueblo, a pesar de todos los intentos que se hicieron para impedir tu candidatura.
Así, como en ocasión de tu elección te expresamos nuestra ecuménica y esperanzada congratulación, hoy te expresamos nuestra solidaridad, ante tu decisión de hacer públicas tus relaciones con tu compañera, y tú compromiso de asumir plenamente tu responsabilidad de padre.
Providencialmente, en este mismo día, el periódico “Critica” de Buenos Aires, dedica una página entera a recordar (pag.25, lunes 13 abril,2009), al obispo Jerónimo Podestá, de la Diócesis de Avellaneda , a quien las autoridades vaticanas de aquellos días (fines de la década del 60),solicitó su renuncia, por sus relaciones con su secretaria Clélia Lúro, ambos fieles amigos de ese inolvidable obispo-profeta, que fue Don Helder Cámara (de Olinda-Recife-Brasil), y ambos también, muy queridos y respetados, por muchos de nosotros, miembros y dirigentes de la gran familia ecuménica de esta generación.
Podestá llegó a presidir la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados, que en esos días reunía a casi 150 mil curas que habían renunciado al celibato, para vivir abierta y libremente la vida matrimonial o en pareja, y reclamar ante las autoridades de su Iglesia, el derecho que les asiste, conforme, entre otras consideraciones, a ser fieles a las palabras de la Primera Epístola de San Pablo a Timoteo, cuando afirma:
“Si alguien aspira a ser obispo, su ambición es buena, de eso no cabe duda. Es necesario, pues, que no se le pueda reprochar nada al obispo. Marido de una sola mujer, hombre serio, juiciosos, de buenos modales, que fácilmente reciba en su casa y sea capaz de enseñar…. Un hombre que sepa dirigir su propia casa, y cuyos hijos le obedecen y respeta. Pues, si no sabe gobernar su propia casa, como dirigiría la familia de Dios” (Cap.3:1-2,4-5-Version Biblia Pastoral Latinoamericana. Edic.Paulinas)
Querido hermano, recordando tu amistad y tu consagración al Sacerdocio durante tantos años, no sólo te encomendamos al Dios y Padre de la Vida, a Jesucristo que vino al mundo para “hacer nuevas todas las cosas (Apocalipsis 21;5), para que su Espíritu te sostenga no solo para dar cumplimiento a tu responsabilidad paterna, sino también para conducir paternalmente a tu pueblo, y sobre todo a los más olvidados y excluidos de la sociedad, como lo hiciste, a pesar de todas las debilidades que padecemos los seres humanos , durante los años de tu sacerdocio y de tu ministerio episcopal.
Respetando a todos los sacerdotes de tu Iglesia o de cualquier otra, que hayan aceptado el celibato con carácter obligatorio, pero también rogando a nuestro Padre, que tu experiencia y la de muchos otros, que en todos los tiempos, han llegado a renunciar a esa disposición legalista y a la luchar porque tarde o temprano el celibato, se reduzca a una vocación optativa o voluntaria y no más a una carga agobiante y fuente de frustraciones y contradicciones, de las cuales la historia nos ha dejado muestras indubitables.
Personalmente, como obispo de una de las Iglesias nacidas en el siglo 16, no dejo de dar gracias por la alegría y fortaleza del matrimonio y por el regalo de una hija y dos hijos, que no solo nos han dado grandes satisfacciones, sino que desde sus cunas, los hemos consagrado al servicio de nuestra generación, conforme a sus dones particulares.
Que la paz de Dios descanse sobre tu difícil función presidencial y sobre tu pueblo, para que triunfe en el la Verdad y la Justicia, hasta la victoria final de Su Reino, por el cual oramos y trabajamos, en todo el continente y el Caribe” Firmada el 14 de abril de 2009 por Federico J. Pagura. Obispo (e) de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina.+ (PE)
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09/04/14 - PreNot 8077 Agencia de Noticias Prensa Ecuménica 598 2 619 2518 Espinosa 1493. Montevideo. Uruguay www.ecupres.com.ar asicardi@ecupres.com.ar
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ESTUPRO EN EL OBISPADO
2009-4-13
Por Luís Agüero Wagner.
Una escabrosa historia de encubrimiento a un farsante acabó en gran parte este lunes de pascuas, cuando el obispo Fernando Lugo reconoció públicamente ante las cámaras de Televisión haber tenido relaciones con una jovencita de 16 años, Viviana Carrillo, en tiempos en que se desempeñaba como Obispo de San Pedro, abrió en Paraguay el debate que ya estaba instalado en otras latitudes: el de los escándalos aberrantes que de un tiempo atrás sacuden a la iglesia católica.
No está demás mencionar que la Iglesia Católica protege a estos delincuentes para defender su propia imagen en lugar de denunciarlos y expulsarlos para defender al resto de ciudadanos. La mayoría de los casos de pedofilia se han intentado resolver internamente, trasladando a los curas pederastas a otras parroquias y hablando con las familias para evitar las denuncias. Lejos está Paraguay de ser un caso aislado en Sudamérica.
Un grave escándalo, de características y dimensiones similares al que estalló hace tres años en Estados Unidos, se instaló recientemente en los altares de la Iglesia Católica de Brasil.. Entre ellos figura el sacerdote Félix Barbosa Carreiro, quien hace unas semanas fue detenido tras ser sorprendido en una orgía de droga y sexo con 4 adolescentes, y que acusó a “otros 12 padres” de incurrir en prácticas similares. Otro caso es del padre Alfieri Eduardo Bompani, de 45 años, quien grababa videos y escribía un diario donde daba cuenta de sus acciones.
El más repulsivo es el caso es el del padre Tarcisio Spricigo, que abusó de varios menores antes de ser arrestado por haber violado un pequeño de sólo cinco años de edad. En los documentos y pruebsa del proceso contra el cura ha sido incluido un diario, que es una especie de “manual de pedofilia”, que incluye consejos como “jamás tener una relación con niños ricos”. El libro de Spricigo, que fue descubierto por casualidad por una monja que lo llevó a la Policía brasileña, también contiene “diez reglas para actuar y quedar impunes”.
“Llueven niños seguros y confiables que son sensuales y que mantienen un total secreto, que sienten la falta del padre y viven sólo con la madre (…) Soy un seductor, seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos y seremos felices para siempre”, anotó el religioso en su escalofriante“manual”.
La lista de casos de depravados y criminales ocultos bajo las sotanas se antoja interminable: En Chile, el religioso Jaime Low Cabeza, fue detenido por presunto estupro y abuso sexual contra menores. Los abusos que supuestamente afectaron a cinco menores -todos varonesde entre 15 y 17 años- se habrían concretado cuando el religioso se desempeñaba en la pastoral juvenil de la parroquia.
En 2001, el religioso salesiano Carlos Larraín fue acusado de abusos contra una menor de nueve años en la época en que se desempeñaba como director del Colegio María Auxiliadora (entre 1997 y 1999). En abril de 2004, el sacerdote Víctor Hugo Carrera fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Santiago, luego de permanecer tres años como prófugo de la justicia, pues fue acusado de abuso sexual contra un menor en 1999 en Punta Arenas.
Mientras en Paraguay el obispo Fernando Lugo reconoció haber cometido estupro siendo obispo, y niños sordomudos denunciaron haber sido violados por curas en Verona, en México denuncian que existen logias protegen a estos criminales.
El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera y el arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, habrían encubierto a un sacerdote mexicano acusado de varios casos de abuso sexual contra menores monaguillos bajo el paraguas de esta suerte de Odessa de pedófilos.
La deportación por parte de las autoridades de la Santa Iglesia de Roma, con destino a Paraguay, de varios sacerdotes católicos acusados de haber abusado sexualmente de menores en todas las latitudes del orbe, aumenta las sospechas en cuanto al encubrimiento brindado a estos criminales. No hace mucho que en un ambiente caldeado laicos organizados y fieles católicos del Alto Paraná, a trescientos kilómetros de la capital del pais, denunciaron que en su comunidad se habían refugiado en un seminario los padres Carlos Urrutigoity y Eric Ensey, acusados de abuso sexual en Estados Unidos. Es demasiado casual que estos criminales se hayan refugiado en el Paraguay poco después del triunfo electoral del obispo Fernando Lugo, que se produjo en ancas de algunas de las más reaccionarias fuerzas atávicas de este Paraguay surrealista: el pensamiento mágico, la tradición autoritaria y el machismo con el cual fue denigrada un candidata mujer.
Para concluir esta descripción del Paraguay, podríamos tomar prestadas palabras publicadas en la Jornada de Oriente con la firma de Anamaría Ashwel, y sólo cambiar la palabra México por Paraguay: “una oscurantista alianza masculina, mayormente de políticos y sacerdotes, han regresado el tiempo de México al Virreinato: han legislado para quitarle el derecho a la mujer sobre su cuerpo. Sacerdotes supuestamente célibes, abiertamente misóginos, muchos pedófilos y desconocedores absolutos de la condición fisiológica y social de las mujeres —y encima vestidos con faldas largas— representando valores culturales que para las mujeres caducaron con el Virreinato, apuntalaron el voto de políticos que decidió que las mujeres sólo tienen el derecho a estar preñadas.” LAW
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