Por Cipecar
MOTIVACIÓN
En esta noche nos acercamos a Jesús en el Cenáculo, momentos antes de salir hacia el Huerto de los Olivos. Esta noche santa su Palabra está cargada de amor hasta el extremo, de dolor y de tristeza.
Esta noche su oración nos va a desvelar lo más vital que lleva en el fondo de su alma, sus sentimientos más delicados, su vida entregada, la Fuente de donde mana tanto derroche de amor.
Rodeados de un clima de silencio sagrado y de escucha acogedora queremos entrar en comunión vital con Jesús, asomarnos a su interior y quedarnos junto a Él, adorándole.
Canto: UBI CARITAS ET AMOR, UBI CARITAS, DEUS IBI EST (repetitivo)
I.- JESÚS GLORIFICA AL PADRE (Jn 17,1-5)
Monitor: Jesús sabe que ha llegado la “Hora” de pasar de este mundo al Padre, la “Hora” de la Muerte y Resurrección, la “Hora” de la salvación universal. Hacia el Padre levanta los ojos confiándose totalmente en su Amor.
Pasusa de silencio
Monitor: El deseo más hondo de Jesús es que la Gloria del Padre, el Amor del Padre a la Humanidad, se irradie en el Hijo y que los hombres se adentren en la comunión de Amor entre el Padre y el Hijo.
Con su oración, Jesús nos va a desvelar algo de su intimidad con el Padre y hacer vivir nuestra propia relación filial con Dios.
Pausa de silencio
Monitor: Jesús quiere que los hombres, a través de su Pasión y Resurrección, reconozcan a Dios como Padre, su verdadero corazón de Padre, su amor sin medida, a través de la vulnerabilidad de las llagas de la pasión y muerte de su Hijo en la Cruz.
Lector: “Así habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti. Y que según el poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que tú le has dado. Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese” (Jn 17, 1-5).
Momento de silencio
Gesto: manos abiertas: Abre tus manos y entrega, como Jesús, tu vida al Padre
En tus manos de Padre pongo mi vida,
mis esperanzas y miedos,
mis alegrías y fracasos,
mi momento presente y mi mañana.
Te confío mi vida,
mis horas difíciles y oscuras,
mis momentos de paz, de lucha y de gozo,
con todo el amor que Jesús me ha regalado. .
También pongo en tus manos amorosas de Padre
las personas que llevo en el corazón,
los dolores y gozos de la humanidad.
Con Jesús, me fío de Ti,
Dios de la Vida y del Amor.
Hágase tu proyecto. Amén.
Canto: YO QUIERO SER, SEÑOR AMADO, COMO EL BARRO EN MANOS DEL ALFARERO. TOMA MI VIDA HAZLA DE NUEVO. YO QUIERO SER UN VASO NUEVO.
II.- JESÚS ORA POR SUS DISCÍPULOS (Jn 17, 6-19)
Monitor: Jesús llega al punto culminante de su oración. Ahora, cuando tan pocas horas le quedan ya de vida para estar con sus discípulos-amigos, Jesús, el Santificado y ungido por el Espíritu para anunciar la Buena Nueva ruega insistentemente al Padre que santifique a sus discípulos como él fue santificado, ya que van a proseguir su misma misión; por eso pide que los unja con su misma unción mesiánica.
Pausa de silencio
Monitor: Jesús reza por los discípulos que van a vivir el proyecto nuevo del Reino en medio de un mundo hostil y contrario a su mensaje de luz y de vida. Pide al Padre que les comunique el Espíritu de la verdad, para que su testimonio de vida y alegría ilumine y contagie a cuantos quieran seguir sus huellas. Pide que no tengan otras ambiciones que estar al servicio del Padre y de la misión.
Pausa de silencio
Canto: VEN ESPÍRITU. VEN ESPÍRITU. VEN ESPÍRITU. VEN ESPÍRITU (repetitivo)
Monitor: A nosotros, sus amigos, nos abre su intimidad y nos dice que nos lleva en su corazón, ahí donde vive en comunión con el Padre y el Espíritu. Nos pide que hagamos, con El, oración de intercesión por las personas y comunidades.
Lector: "He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu Palabra. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti; porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado. Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros. Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada. Yo les he dado tu Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo. No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu Palabra es verdad. Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad” (Jn 17, 6-19).
Pausa de silencio
Monitor: El Espíritu en el ambiente del Cenáculo nos permite escuchar a Jesús orando, pocas oras antes de morir, pidiendo personalmente por ti, por mí, por nosotros. En aquella “Hora” bendita hemos estado muy cerca del Padre ya que su Hijo nos tuvo, personalmente presentes, en sus labios y en su corazón.
Jesús, ¿qué pedías al Padre por mí?
¿Cuál era el contenido de aquella oración por nosotros?
Momento de silencio
Preces espontáneas de intercesión
Oración:
Señor Jesús, tu amor nos ha convocado esta noche.
Derrama sobre nosotros el Espíritu de la Verdad
para que nos enseñe a vivir la comunión
y a ser testigos de la vida en el mundo.
Que tu amor esté siempre en nuestro corazón
para contagiar a todos la alegría de sabernos hermanos y hermanas.
Que mostremos este amor orando intensamente por los hermanos y hermanas.
Canto: UN MANDAMIENTO NUEVO NOS DIO EL SEÑOR QUE NOS AMARAMOS TODOS COMO EL NOS AMO
III.- JESÚS ORA POR LA UNIDAD DE TODOS LOS QUE CREAN EN ÉL (Jn 17, 20-23)
Monitor: La oración de Jesús en el Cenáculo se hace suplicante pidiendo al Padre la unidad de los hombres, una relación de familia unida en el amor de las Personas divinas. Sólo la Trinidad es el origen, fundamento y meta de la unidad entre creyentes.
Pausa de silencio
Monitor: En el diálogo amoroso de Jesús con el Padre aparecen los que todavía no nos cristianos. Jesús confía en el Padre y en el Espíritu; está seguro de que su obra continuará; siempre habrá hombres y mujeres que respondan a la llamada y acojan en sus corazones el regalo del amor de Dios. Pide y desea que la nueva humanidad goce y se realice viviendo adheridos a su Persona, siguiendo sus huellas de amor. La comunión de todos será fundamental para que sea posible y visible el testimonio.
Lector: “No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí” (Jn 17, 20-23).
Canto: LA MISERICORDIA DEL SEÑOR, CADA DÍA CANTARÉ
Monitor: Pedimos al Padre, que la acción del Espíritu Santo renueve en lo más íntimo de cada corazón creyente, la unidad en que vive la Familia Trinitaria: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Queremos decir a los hombres y mujeres que la unidad que viene de Dios es más fuerte que todas nuestras divisiones y querellas.
Oración:
Padre, nos brota el asombro en esta noche.
¡Qué fidelidad la de Jesús a tu proyecto!
¡Con qué decisión entrega su vida!
En esta noche, ésta es nuestra oración a Ti,
que eres Padre de la misericordia entrañable.
Envía tu Espíritu para que haya hombres y mujeres
que continúen haciendo presente en el mundo
la forma de amar de Jesús,
la gratuidad y la ternura de Jesús,
el cuidado de la vida que tenía Jesús.
“Te pedimos humildemente, que el Espíritu Santo
congregue en la unidad a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo...
para que fortalecidos por el Cuerpo y Sangre de Cristo
y llenos de su Espíritu Santo,
formemos en Cristo un solo corazón
y una sola alma" (Plegaria Eucarística II y III).
Canto: LA MISERICORDIA DEL SEÑOR, CADA DÍA CANTARÉ
IV.- JESÚS ENVÍA A SUS AMIGOS A VIVIR EL AMOR (Jn 17, 24-26)
Monitor: Jesús es consciente de estar viviendo sus últimas horas en la tierra. Ha llegado el momento de volver a la Casa del Padre. Alienta y fortalece a los discípulos pide que contemplen su Gloria como Hijo de Dios Resucitado, oculta ahora bajo los velos de pobreza y humildad de su humanidad, que va a sufrir las injusticias y humillaciones, dolores y sufrimientos de cualquier crucificado sin nombre. En la cruz va a revelar el amor incondicional y gratuito del Padre. Todo lo pone en manos del Padre. El grano de trigo muere para dar mucho fruto. De su costado surgirá, bella, la Iglesia.
Pausa de silencio
Monitor: Jesús finaliza su oración pidiendo que el mismo amor que vive de continuo con su Padre, lo vivamos también nosotros, sus hijos, los creyentes. Es la revelación de un nuevo modo de Presencia: la inhabitación del Amor divino en el fondo último de nuestro ser. Que comprendan que “les amas a ellos como me amas a mi”… "Que el amor que tú me tienes pueda estar en ellos y yo mismo esté en ellos”.
Lector: “Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplan mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos” (Jn 17, 24-26).
Pausa de silencio
Oración:
Padre, que manifiestas tu ternura a todos tus hijo e hijas.
Enséñanos a acoger a todos los que están en las orillas de la vi
Aquí estamos.
Envíanos a anunciar la buena noticia del Reino.
Llévanos donde los hombres y mujeres necesiten tus palabras,
donde falte la esperanza, la alegría, la ternura.
Llevando siempre en el corazón
el Evangelio de tu Hijo Jesús,
concédenos la fortaleza y la sabiduría
para decir a los que encontremos en el camino,
que en la mesa del Reino hay sitio para todos,
porque en tu corazón de Padre
hay una morada preparada para todos. Amén.
Canto: EL SEÑOR DIOS NOS AMÓ COMO NADIE AMÓ JAMÁS.
El Señor Dios nos amó como nadie amó jamás.
Él nos guía como estrella cuando no existe la luz.
Él nos da todo su amor mientras la fracción del pan.
Es el pan de la amistad, el pan de Dios.
ES MI CUERPO TOMAD Y COMED,
ESTA ES MI SANGRE TOMAD Y BEBED.
PUES YO SOY LA VIDA, YO SOY EL AMOR.
OH SEÑOR, CONDÚCENOS HASTA TU AMOR.
En esta noche nos acercamos a Jesús en el Cenáculo, momentos antes de salir hacia el Huerto de los Olivos. Esta noche santa su Palabra está cargada de amor hasta el extremo, de dolor y de tristeza.
Esta noche su oración nos va a desvelar lo más vital que lleva en el fondo de su alma, sus sentimientos más delicados, su vida entregada, la Fuente de donde mana tanto derroche de amor.
Rodeados de un clima de silencio sagrado y de escucha acogedora queremos entrar en comunión vital con Jesús, asomarnos a su interior y quedarnos junto a Él, adorándole.
Canto: UBI CARITAS ET AMOR, UBI CARITAS, DEUS IBI EST (repetitivo)
I.- JESÚS GLORIFICA AL PADRE (Jn 17,1-5)
Monitor: Jesús sabe que ha llegado la “Hora” de pasar de este mundo al Padre, la “Hora” de la Muerte y Resurrección, la “Hora” de la salvación universal. Hacia el Padre levanta los ojos confiándose totalmente en su Amor.
Pasusa de silencio
Monitor: El deseo más hondo de Jesús es que la Gloria del Padre, el Amor del Padre a la Humanidad, se irradie en el Hijo y que los hombres se adentren en la comunión de Amor entre el Padre y el Hijo.
Con su oración, Jesús nos va a desvelar algo de su intimidad con el Padre y hacer vivir nuestra propia relación filial con Dios.
Pausa de silencio
Monitor: Jesús quiere que los hombres, a través de su Pasión y Resurrección, reconozcan a Dios como Padre, su verdadero corazón de Padre, su amor sin medida, a través de la vulnerabilidad de las llagas de la pasión y muerte de su Hijo en la Cruz.
Lector: “Así habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti. Y que según el poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que tú le has dado. Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese” (Jn 17, 1-5).
Momento de silencio
Gesto: manos abiertas: Abre tus manos y entrega, como Jesús, tu vida al Padre
En tus manos de Padre pongo mi vida,
mis esperanzas y miedos,
mis alegrías y fracasos,
mi momento presente y mi mañana.
Te confío mi vida,
mis horas difíciles y oscuras,
mis momentos de paz, de lucha y de gozo,
con todo el amor que Jesús me ha regalado. .
También pongo en tus manos amorosas de Padre
las personas que llevo en el corazón,
los dolores y gozos de la humanidad.
Con Jesús, me fío de Ti,
Dios de la Vida y del Amor.
Hágase tu proyecto. Amén.
Canto: YO QUIERO SER, SEÑOR AMADO, COMO EL BARRO EN MANOS DEL ALFARERO. TOMA MI VIDA HAZLA DE NUEVO. YO QUIERO SER UN VASO NUEVO.
II.- JESÚS ORA POR SUS DISCÍPULOS (Jn 17, 6-19)
Monitor: Jesús llega al punto culminante de su oración. Ahora, cuando tan pocas horas le quedan ya de vida para estar con sus discípulos-amigos, Jesús, el Santificado y ungido por el Espíritu para anunciar la Buena Nueva ruega insistentemente al Padre que santifique a sus discípulos como él fue santificado, ya que van a proseguir su misma misión; por eso pide que los unja con su misma unción mesiánica.
Pausa de silencio
Monitor: Jesús reza por los discípulos que van a vivir el proyecto nuevo del Reino en medio de un mundo hostil y contrario a su mensaje de luz y de vida. Pide al Padre que les comunique el Espíritu de la verdad, para que su testimonio de vida y alegría ilumine y contagie a cuantos quieran seguir sus huellas. Pide que no tengan otras ambiciones que estar al servicio del Padre y de la misión.
Pausa de silencio
Canto: VEN ESPÍRITU. VEN ESPÍRITU. VEN ESPÍRITU. VEN ESPÍRITU (repetitivo)
Monitor: A nosotros, sus amigos, nos abre su intimidad y nos dice que nos lleva en su corazón, ahí donde vive en comunión con el Padre y el Espíritu. Nos pide que hagamos, con El, oración de intercesión por las personas y comunidades.
Lector: "He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu Palabra. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti; porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado. Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros. Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada. Yo les he dado tu Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo. No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu Palabra es verdad. Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad” (Jn 17, 6-19).
Pausa de silencio
Monitor: El Espíritu en el ambiente del Cenáculo nos permite escuchar a Jesús orando, pocas oras antes de morir, pidiendo personalmente por ti, por mí, por nosotros. En aquella “Hora” bendita hemos estado muy cerca del Padre ya que su Hijo nos tuvo, personalmente presentes, en sus labios y en su corazón.
Jesús, ¿qué pedías al Padre por mí?
¿Cuál era el contenido de aquella oración por nosotros?
Momento de silencio
Preces espontáneas de intercesión
Oración:
Señor Jesús, tu amor nos ha convocado esta noche.
Derrama sobre nosotros el Espíritu de la Verdad
para que nos enseñe a vivir la comunión
y a ser testigos de la vida en el mundo.
Que tu amor esté siempre en nuestro corazón
para contagiar a todos la alegría de sabernos hermanos y hermanas.
Que mostremos este amor orando intensamente por los hermanos y hermanas.
Canto: UN MANDAMIENTO NUEVO NOS DIO EL SEÑOR QUE NOS AMARAMOS TODOS COMO EL NOS AMO
III.- JESÚS ORA POR LA UNIDAD DE TODOS LOS QUE CREAN EN ÉL (Jn 17, 20-23)
Monitor: La oración de Jesús en el Cenáculo se hace suplicante pidiendo al Padre la unidad de los hombres, una relación de familia unida en el amor de las Personas divinas. Sólo la Trinidad es el origen, fundamento y meta de la unidad entre creyentes.
Pausa de silencio
Monitor: En el diálogo amoroso de Jesús con el Padre aparecen los que todavía no nos cristianos. Jesús confía en el Padre y en el Espíritu; está seguro de que su obra continuará; siempre habrá hombres y mujeres que respondan a la llamada y acojan en sus corazones el regalo del amor de Dios. Pide y desea que la nueva humanidad goce y se realice viviendo adheridos a su Persona, siguiendo sus huellas de amor. La comunión de todos será fundamental para que sea posible y visible el testimonio.
Lector: “No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí” (Jn 17, 20-23).
Canto: LA MISERICORDIA DEL SEÑOR, CADA DÍA CANTARÉ
Monitor: Pedimos al Padre, que la acción del Espíritu Santo renueve en lo más íntimo de cada corazón creyente, la unidad en que vive la Familia Trinitaria: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Queremos decir a los hombres y mujeres que la unidad que viene de Dios es más fuerte que todas nuestras divisiones y querellas.
Oración:
Padre, nos brota el asombro en esta noche.
¡Qué fidelidad la de Jesús a tu proyecto!
¡Con qué decisión entrega su vida!
En esta noche, ésta es nuestra oración a Ti,
que eres Padre de la misericordia entrañable.
Envía tu Espíritu para que haya hombres y mujeres
que continúen haciendo presente en el mundo
la forma de amar de Jesús,
la gratuidad y la ternura de Jesús,
el cuidado de la vida que tenía Jesús.
“Te pedimos humildemente, que el Espíritu Santo
congregue en la unidad a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo...
para que fortalecidos por el Cuerpo y Sangre de Cristo
y llenos de su Espíritu Santo,
formemos en Cristo un solo corazón
y una sola alma" (Plegaria Eucarística II y III).
Canto: LA MISERICORDIA DEL SEÑOR, CADA DÍA CANTARÉ
IV.- JESÚS ENVÍA A SUS AMIGOS A VIVIR EL AMOR (Jn 17, 24-26)
Monitor: Jesús es consciente de estar viviendo sus últimas horas en la tierra. Ha llegado el momento de volver a la Casa del Padre. Alienta y fortalece a los discípulos pide que contemplen su Gloria como Hijo de Dios Resucitado, oculta ahora bajo los velos de pobreza y humildad de su humanidad, que va a sufrir las injusticias y humillaciones, dolores y sufrimientos de cualquier crucificado sin nombre. En la cruz va a revelar el amor incondicional y gratuito del Padre. Todo lo pone en manos del Padre. El grano de trigo muere para dar mucho fruto. De su costado surgirá, bella, la Iglesia.
Pausa de silencio
Monitor: Jesús finaliza su oración pidiendo que el mismo amor que vive de continuo con su Padre, lo vivamos también nosotros, sus hijos, los creyentes. Es la revelación de un nuevo modo de Presencia: la inhabitación del Amor divino en el fondo último de nuestro ser. Que comprendan que “les amas a ellos como me amas a mi”… "Que el amor que tú me tienes pueda estar en ellos y yo mismo esté en ellos”.
Lector: “Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplan mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos” (Jn 17, 24-26).
Pausa de silencio
Oración:
Padre, que manifiestas tu ternura a todos tus hijo e hijas.
Enséñanos a acoger a todos los que están en las orillas de la vi
Aquí estamos.
Envíanos a anunciar la buena noticia del Reino.
Llévanos donde los hombres y mujeres necesiten tus palabras,
donde falte la esperanza, la alegría, la ternura.
Llevando siempre en el corazón
el Evangelio de tu Hijo Jesús,
concédenos la fortaleza y la sabiduría
para decir a los que encontremos en el camino,
que en la mesa del Reino hay sitio para todos,
porque en tu corazón de Padre
hay una morada preparada para todos. Amén.
Canto: EL SEÑOR DIOS NOS AMÓ COMO NADIE AMÓ JAMÁS.
El Señor Dios nos amó como nadie amó jamás.
Él nos guía como estrella cuando no existe la luz.
Él nos da todo su amor mientras la fracción del pan.
Es el pan de la amistad, el pan de Dios.
ES MI CUERPO TOMAD Y COMED,
ESTA ES MI SANGRE TOMAD Y BEBED.
PUES YO SOY LA VIDA, YO SOY EL AMOR.
OH SEÑOR, CONDÚCENOS HASTA TU AMOR.
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