Es monseñor Fernando Lugo, suspendido por el Vaticano para ejercer el ministerio. Se formó en la Teología de la Liberación, cursó estudios en Roma, acompañó las comunidades eclesiales de base. Derrotó al Partido Colorado tras más 60 años en el poder.
El obispo católico Fernando Lugo, suspendido en su ministerio por el Vaticano, ganó este domingo las elecciones de Paraguay en lo que constituye un caso inédito en la historia mundial.
Lugo, ligado a la Teología de la Liberación, cursó estudios en Roma y fue consagrado obispo. Tras permanecer varios años en la diócesis de San Pedro, una de las más pobres del país vecino, se decidió por encabezar una alianza opositora y logró alcanzar el triunfo en lo que significa la primera derrota del Partido Colorado tras más de 60 años en el poder.
"Reconozco el triunfo de Fernando Lugo" ya que "asumimos con dignidad que ya los resultados para la chapa presidencial son a esta altura irreversibles", dijo Blanca Ovelar, candidata del Partido Colocardo, cuando las proyecciones oficiales ya lo daban ganador, por casi 10 puntos de ventaja, escrutadas 74,8% de las mesas.
Las explosiones de fuegos artificiales y ruido de bocinas de autos, que atronaban en Asunción desde que los primeros sondeos a boca de urna comenzaron a anticipar la victoria a Lugo se redoblaron y alcanzaron un frenesí tras el reconocimiento del resultado por parte de la candidata oficialista.
"Ustedes son culpables de la alegría de la mayoría del pueblo paraguayo en el día de hoy", había dicho Lugo poco antes a miles de seguidores que festejaban en la sede de su coalición, frente a la estación de autobuses de Asunción.
"Gracias por acompañarnos desde el inicio de esta experiencia de la gente pequeña, de esta experiencia humilde, modesta", agregó el candidato victorioso de la Alianza Patriótica por el Cambio (APC), quien asumirá el 15 de agosto.
Lugo habría obtenido 40,5% de los votos contra 31,0% de la oficialista Blanca Ovelar, según la última proyección oficial del Tribunal Electoral. Mucho más lejos quedaba el general Lino Oviedo, candidato de la derechista Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (Unace).
Desde temprano casi tres millones de paraguayos colmaron los centros de votación a pesar de las dificultades de movilización ya que las lluvias de los días previos dejaron en estado calamitoso los caminos vecinales no asfaltados.
A pie, montados en maquinarias agrícolas, en carros tirados por caballos, motos o bicicletas, la población de zonas suburbanas y rurales se trasladó hasta los centros de voto.
Lugo fue el primer candidato en votar, en una mesa electoral ubicada en la escuela Talavera Ritcher, en las afueras de Asunción, apenas 11 minutos después de la apertura oficial de los comicios.
El ex obispo -que llegó caminando desde su casa acompañado por la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini- emitió su voto y presentó a la prensa su dedo índice manchado con tinta endeleble, prueba de haber votado.
Inmediatamente después de votar fue a misa a una iglesia cercana. El obispo -que renunció a su cargo en diciembre de 2006 para ser candidato- participó de la misa y comulgó como uno más de los 300 feligreses presentes en el templo.
El ex presidente colombiano Andrés Pastrana, que encabeza la misión de observación internacional IFES, afirmó poco antes del cierre de las mesas que hubo "una gran fiesta democrática".
Sin embargo, la organización Transparencia Internacional denunció haber comprobado compra de votos, reparto de dinero en locales de votación, y la presencia de representantes del Partido Colorado en "situación intimidatoria".
"Se comprobó la compra de cédulas y reparto de dinero en los mismos locales de votación", denunció Pilar Callizo, observadora de Transparencia Internacional, en el canal 4 local.
Misa y comunión después de votar
El obispo y candidato de izquierda Fernando Lugo, favorito en las presidenciales paraguayas de este domingo, fue a misa y comulgó inmediatamente después de votar en una escuela de las afueras de Asunción, constató un periodista de la AFP.
Lugo -quien renunció a su cargo episcopal en diciembre de 2006 para ser candidato- fue el primer candidato en votar, a las 07H11 locales (11H11 GMT en una escuela de Lambaré, cerca de Asunción, tras lo cual se trasladó a la iglesia 'Verbo Divino', distante a unas 20 cuadras de allí.
El obispo participó de la misa y comulgó como uno más de los 300 feligreses presentes en el templo, que no prestaron atención particular al hecho de que era el candidato favorito -según las encuestas- a ganar la elección del domingo, como finalmente ocurrió.
La Iglesia católica paraguaya espera saber la posición que tomará el Vaticano al respecto
Ignacio Gogorza, presidente del Episcopado, declaró que todavía no llamó para felicitarlo y que en la próxima reunión plenaria se abordará el tema. La Iglesia local respaldó en su momento la suspensión por la Santa Sede del ahora presidente.
La Iglesia católica paraguaya aguardará el pronunciamiento del Vaticano respecto a la victoria del ex obispo Fernando Lugo en las elecciones presidenciales de este domingo, dijo este lunes el presidente de la Conferencia Episcopal Ignacio Gogorza.
Gogorza aseguró que oficialmente no llamó por teléfono a Lugo desde que se supo que era el presidente electo, porque "esas cuestiones corresponden al nuncio", que es el embajador del Vaticano.
Admitió, sin embargo, que el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal abordará el tema en su próxima reunión, porque es un acontecimiento insoslayable en la vida del país.
El nuncio Orlando Antonini siempre se opuso a que Lugo se dedicara a la política, y la Conferencia Episcopal Paraguaya respaldó en su momento la suspensión del ahora presidente electo.
En febrero pasado, los obispos católicos paraguayos expresaron su "adhesión y apoyo" a la decisión del Vaticano, que además de suspender "a divinis" a Lugo para el ejercicio de sus funciones episcopales, le señala que él mismo continúa en el estado clerical.
La victoria de Lugo, sin embargo, es interpretada hoy por algunos medios de prensa locales como una desobediencia masiva de los católicos paraguayos a las posiciones de las jerarquías.
Gogorza no quiso opinar sobre el punto y se limitó a decir que el acto electoral de este domingo "fue un acontecimiento, una fiesta cívica".
El obispo católico Fernando Lugo, suspendido en su ministerio por el Vaticano, ganó este domingo las elecciones de Paraguay en lo que constituye un caso inédito en la historia mundial.
Lugo, ligado a la Teología de la Liberación, cursó estudios en Roma y fue consagrado obispo. Tras permanecer varios años en la diócesis de San Pedro, una de las más pobres del país vecino, se decidió por encabezar una alianza opositora y logró alcanzar el triunfo en lo que significa la primera derrota del Partido Colorado tras más de 60 años en el poder.
"Reconozco el triunfo de Fernando Lugo" ya que "asumimos con dignidad que ya los resultados para la chapa presidencial son a esta altura irreversibles", dijo Blanca Ovelar, candidata del Partido Colocardo, cuando las proyecciones oficiales ya lo daban ganador, por casi 10 puntos de ventaja, escrutadas 74,8% de las mesas.
Las explosiones de fuegos artificiales y ruido de bocinas de autos, que atronaban en Asunción desde que los primeros sondeos a boca de urna comenzaron a anticipar la victoria a Lugo se redoblaron y alcanzaron un frenesí tras el reconocimiento del resultado por parte de la candidata oficialista.
"Ustedes son culpables de la alegría de la mayoría del pueblo paraguayo en el día de hoy", había dicho Lugo poco antes a miles de seguidores que festejaban en la sede de su coalición, frente a la estación de autobuses de Asunción.
"Gracias por acompañarnos desde el inicio de esta experiencia de la gente pequeña, de esta experiencia humilde, modesta", agregó el candidato victorioso de la Alianza Patriótica por el Cambio (APC), quien asumirá el 15 de agosto.
Lugo habría obtenido 40,5% de los votos contra 31,0% de la oficialista Blanca Ovelar, según la última proyección oficial del Tribunal Electoral. Mucho más lejos quedaba el general Lino Oviedo, candidato de la derechista Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (Unace).
Desde temprano casi tres millones de paraguayos colmaron los centros de votación a pesar de las dificultades de movilización ya que las lluvias de los días previos dejaron en estado calamitoso los caminos vecinales no asfaltados.
A pie, montados en maquinarias agrícolas, en carros tirados por caballos, motos o bicicletas, la población de zonas suburbanas y rurales se trasladó hasta los centros de voto.
Lugo fue el primer candidato en votar, en una mesa electoral ubicada en la escuela Talavera Ritcher, en las afueras de Asunción, apenas 11 minutos después de la apertura oficial de los comicios.
El ex obispo -que llegó caminando desde su casa acompañado por la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini- emitió su voto y presentó a la prensa su dedo índice manchado con tinta endeleble, prueba de haber votado.
Inmediatamente después de votar fue a misa a una iglesia cercana. El obispo -que renunció a su cargo en diciembre de 2006 para ser candidato- participó de la misa y comulgó como uno más de los 300 feligreses presentes en el templo.
El ex presidente colombiano Andrés Pastrana, que encabeza la misión de observación internacional IFES, afirmó poco antes del cierre de las mesas que hubo "una gran fiesta democrática".
Sin embargo, la organización Transparencia Internacional denunció haber comprobado compra de votos, reparto de dinero en locales de votación, y la presencia de representantes del Partido Colorado en "situación intimidatoria".
"Se comprobó la compra de cédulas y reparto de dinero en los mismos locales de votación", denunció Pilar Callizo, observadora de Transparencia Internacional, en el canal 4 local.
Misa y comunión después de votar
El obispo y candidato de izquierda Fernando Lugo, favorito en las presidenciales paraguayas de este domingo, fue a misa y comulgó inmediatamente después de votar en una escuela de las afueras de Asunción, constató un periodista de la AFP.
Lugo -quien renunció a su cargo episcopal en diciembre de 2006 para ser candidato- fue el primer candidato en votar, a las 07H11 locales (11H11 GMT en una escuela de Lambaré, cerca de Asunción, tras lo cual se trasladó a la iglesia 'Verbo Divino', distante a unas 20 cuadras de allí.
El obispo participó de la misa y comulgó como uno más de los 300 feligreses presentes en el templo, que no prestaron atención particular al hecho de que era el candidato favorito -según las encuestas- a ganar la elección del domingo, como finalmente ocurrió.
La Iglesia católica paraguaya espera saber la posición que tomará el Vaticano al respecto
Ignacio Gogorza, presidente del Episcopado, declaró que todavía no llamó para felicitarlo y que en la próxima reunión plenaria se abordará el tema. La Iglesia local respaldó en su momento la suspensión por la Santa Sede del ahora presidente.
La Iglesia católica paraguaya aguardará el pronunciamiento del Vaticano respecto a la victoria del ex obispo Fernando Lugo en las elecciones presidenciales de este domingo, dijo este lunes el presidente de la Conferencia Episcopal Ignacio Gogorza.
Gogorza aseguró que oficialmente no llamó por teléfono a Lugo desde que se supo que era el presidente electo, porque "esas cuestiones corresponden al nuncio", que es el embajador del Vaticano.
Admitió, sin embargo, que el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal abordará el tema en su próxima reunión, porque es un acontecimiento insoslayable en la vida del país.
El nuncio Orlando Antonini siempre se opuso a que Lugo se dedicara a la política, y la Conferencia Episcopal Paraguaya respaldó en su momento la suspensión del ahora presidente electo.
En febrero pasado, los obispos católicos paraguayos expresaron su "adhesión y apoyo" a la decisión del Vaticano, que además de suspender "a divinis" a Lugo para el ejercicio de sus funciones episcopales, le señala que él mismo continúa en el estado clerical.
La victoria de Lugo, sin embargo, es interpretada hoy por algunos medios de prensa locales como una desobediencia masiva de los católicos paraguayos a las posiciones de las jerarquías.
Gogorza no quiso opinar sobre el punto y se limitó a decir que el acto electoral de este domingo "fue un acontecimiento, una fiesta cívica".
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