ECOS DE LA VISITA AD LIMINA
Por Gustavo Martínez
Monseñor Delgado se entrevistó -junto a otros obispos- con el Papa. Señaló que a la Santa Sede le cuesta comprender los conflictos argentinos.
En su segunda visita al Vaticano como el máximo exponente de la comunidad católica sanjuanina, a monseñor Alfonso Delgado se lo notó emocionado al comentar dos aspectos de sus entrevistas con el Papa Benedicto XVI. La primera de ella fue al marcar la diferencia entre la vez anterior, en plena crisis institucional por la caída del gobierno de De la Rúa, y ahora.
"Antes preocupaban los saqueos, ahora no entienden qué nos pasa", comentó Monseñor. Y explicó que "ahora, para el que no vive aquí, es una cosa incomprensible los conflictos que tenemos. Son difíciles de entender. Porque consideran a la Argentina como el granero del mundo, con abundancia de alimentos, pero no entienden por qué hay enfrentamientos. Cada uno puede pensar lo que le parezca, pero hay que tratarse bien".
La visita anterior de Monseñor Delgado ante la Santa Sede, también junto a los obispos argentinos para exponer la realidad de la Iglesia Católica de sus comunidades, fue con la presencia del Papa Juan Pablo II. Y ahí el Arzobispo de San Juan de Cuyo marcó la otra diferencia que lo emocionó notablemente: la sensación que le provocó el Papa actual, Benedicto XVI: "Debo seguir aprendiendo a escuchar como Benedicto XVI. Con el Papa es muy fácil hablar. Crea un clima de diálogo sorprendente". El Obispo calificó de "fuera de serie" las entrevistas que mantuvo con el sumo pontífice.
Esos diálogos fueron en italiano y sin traductor, lo que le permitió a Monseñor tener una conversación más fluida y personal.
Delgado se entrevistó con Benedicto el día después que el Papa visitara Africa, en cuya gira criticó el uso del preservativo como modo de combatir el SIDA: "Una parte de la prensa de Europa, por conveniencia del dinero, sólo destacó esa parte aislada del mensaje. Cuando en realidad, el Papa dijo que los resultados en Africa demostraban que ese método no estaba dando resultado".
Respecto de la situación de la iglesia católica local, Delgado informó que en su presentación al Papa habló "del crecimiento cualitativo que ha tenido, porque lo importante no es lo estadístico, sino cómo creció la catequesis, el aporte de la Iglesia al bien común, cómo se consolidaron las diócesis en las comunidades". Y también destacó que "hay una necesidad de una mayor coherencia entre la fe y los actos de cada individuo; y un mayor compromiso con la fe".
Por su antigüedad como Obispo, Delgado fue elegido como vocero de uno de los grupos de la delegación argentina: "Le transmitimos al Papa las dificultades que tenemos para la transmisión de la fe".
En su segunda visita al Vaticano como el máximo exponente de la comunidad católica sanjuanina, a monseñor Alfonso Delgado se lo notó emocionado al comentar dos aspectos de sus entrevistas con el Papa Benedicto XVI. La primera de ella fue al marcar la diferencia entre la vez anterior, en plena crisis institucional por la caída del gobierno de De la Rúa, y ahora.
"Antes preocupaban los saqueos, ahora no entienden qué nos pasa", comentó Monseñor. Y explicó que "ahora, para el que no vive aquí, es una cosa incomprensible los conflictos que tenemos. Son difíciles de entender. Porque consideran a la Argentina como el granero del mundo, con abundancia de alimentos, pero no entienden por qué hay enfrentamientos. Cada uno puede pensar lo que le parezca, pero hay que tratarse bien".
La visita anterior de Monseñor Delgado ante la Santa Sede, también junto a los obispos argentinos para exponer la realidad de la Iglesia Católica de sus comunidades, fue con la presencia del Papa Juan Pablo II. Y ahí el Arzobispo de San Juan de Cuyo marcó la otra diferencia que lo emocionó notablemente: la sensación que le provocó el Papa actual, Benedicto XVI: "Debo seguir aprendiendo a escuchar como Benedicto XVI. Con el Papa es muy fácil hablar. Crea un clima de diálogo sorprendente". El Obispo calificó de "fuera de serie" las entrevistas que mantuvo con el sumo pontífice.
Esos diálogos fueron en italiano y sin traductor, lo que le permitió a Monseñor tener una conversación más fluida y personal.
Delgado se entrevistó con Benedicto el día después que el Papa visitara Africa, en cuya gira criticó el uso del preservativo como modo de combatir el SIDA: "Una parte de la prensa de Europa, por conveniencia del dinero, sólo destacó esa parte aislada del mensaje. Cuando en realidad, el Papa dijo que los resultados en Africa demostraban que ese método no estaba dando resultado".
Respecto de la situación de la iglesia católica local, Delgado informó que en su presentación al Papa habló "del crecimiento cualitativo que ha tenido, porque lo importante no es lo estadístico, sino cómo creció la catequesis, el aporte de la Iglesia al bien común, cómo se consolidaron las diócesis en las comunidades". Y también destacó que "hay una necesidad de una mayor coherencia entre la fe y los actos de cada individuo; y un mayor compromiso con la fe".
Por su antigüedad como Obispo, Delgado fue elegido como vocero de uno de los grupos de la delegación argentina: "Le transmitimos al Papa las dificultades que tenemos para la transmisión de la fe".
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