Los sucesos de la Pasión y muerte de Jesús son un momento privilegiado para conocerle más “por dentro”, nos proporcionan un acceso privilegiado a su corazón.
Pero, aunque las circunstancias son excepcionales, el corazón de Jesús es el mismo de siempre. Vamos a dedicar esta mañana a contemplar ese corazón, durante su vida y en los momentos finales, hasta su muerte.
Pero, aunque las circunstancias son excepcionales, el corazón de Jesús es el mismo de siempre. Vamos a dedicar esta mañana a contemplar ese corazón, durante su vida y en los momentos finales, hasta su muerte.
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