NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

martes, 15 de julio de 2008

LA PACIENCIA Y LA MISERICORDIA DE DIOS

XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO A
Por Ángel Gómez Escorial

1.- Ha merecido la pena que se haya proclamado el Evangelio de Mateo de hoy, completo, tal como aparece en el leccionario, con, junto con la parábola de la cizaña, las del grano de mostaza y la de la levadura que amasa una mujer. Y digo esto porque el misal da la opción de omitir --dentro del capitulo 13-- desde el versículo 31 hasta el 43. Hemos empezado, pues, nuestra lectura en el versículo 24, y el relato de la parábola de la cizaña ocupa precisamente esa primera parte. La cuestión pues es que hemos escuchado también esas otras dos parábolas y las explicaciones finales que Jesús da sobre el significado preciso del relato de la cizaña. No es, por supuesto, un intento de precisar la existencia de esos versículos y de su numeración. La cuestión es que la liturgia permite para ahorrar tiempo, acortar ciertas lecturas, dando, solamente, lo principal. Pero no se trata –bajo mi punto de vista—de ahorrar unos minutos más de lectura, en un domingo, cuando se contiene en ellos una gran enseñanza.

2.- Pero interesa centrarse para empezar en la parábola de la cizaña. Y cuando los criados le dicen al dueño del campo que cómo es que ha surgido cizaña; que, tal vez, ha utilizado mala semilla, sin tener en cuenta la acción del enemigo, pues, en cierto modo, Jesús está previendo la infidelidad o desconfianza de muchos de sus futuros discípulos. ¿Y es que no hay miles y miles de cristianos a lo largo de muchos siglos que han echado la culpa de sus problemas e infortunios al mismo Dios, al propio Jesucristo? Y ello sin tener en cuenta la acción del enemigo, y la acción del pecado. La actitud de los criados es reticente y poco informada. Como la nuestra, muchas veces. E, incluso, han preferido derivar la responsabilidad personal hacia el amo, sin entender que este amo siempre habrá buscado la mejor semilla posible para sus sembrados. Cosa que, probablemente, tampoco nosotros, en este tiempo de hoy, reconoceríamos.

3.- No es esa la enseñanza principal de la parábola de la cizaña. Lo fundamental es que narra y representa la misericordia de Dios, y con ella su gran paciencia. No quiere cortar las malas espigas en el momento que verdean, quiere esperar a que esas ramitas cambien y den, finalmente, buen fruto. Porque es deseable que todas las espigas sean buenas a pesar de las malas artes del Enemigo. Es obvio que la acción entre la misericordia y la justicia –ambas ineludibles—tiene su equilibrio perfectísimo en Dios. Y todo será, finalmente, como la libertad total del hombre permita. Si no quiere dejar de ser cizaña terminará seco y en el fuego. Pero la decisión habrá sido suya y habrá contado con muchas oportunidades para salir de su error.

4.- Las otras dos parábolas muestran igualmente las características del Reino de Dios y la implicación en la construcción del mismo por parte de los hombres y mujeres de todos los tiempos. Y por supuesto del nuestro. Dios siembra una semilla pequeña, la de la mostaza, y crece hasta pasar de simple arbusto a un casi árbol donde las aves pueden anidar. La levadura fermenta y esponja la masa del pan, y esta crece mucho. Es, asimismo, Dios quien facilita, y faculta, tales hechos extraordinarios. Hoy podemos saber más sobre el asombroso crecimiento de las semillas más pequeñas o de las reacciones de química orgánica que transforman muchas cosas. Pero no así en tiempos de Jesús que se tenía como extraordinario lo que hoy es explicable. Es verdad que,, todos, de niños, hemos plantado en un tiesto de nuestro balcón, una judía, una habichuela, y al emerger el primer tallo verde, hemos celebrado, con asombro, tal maravilla. En fin, Jesús va a seguir explicándonos parábolas el próximo domingo, completando así lo que se llama el “Libro de las Parábolas”

5.- La reflexión ineludible, asimismo, a partir de la parábola de la cizaña es la aparición del mal y de sus efectos. Pero también –y es bueno repetirlo—la disposición eterna de Dios a que el mal desaparezca por la conversión de sus hijos. Y de ahí el precioso mensaje del Libro de la Sabiduría que ha sido nuestra primera lectura: Dios espera nuestro arrepentimiento, lo faculta y lo procura. Sólo –como decía antes—hay que mover la libertad personal hacia ese camino de arrepentimiento. Hay una frase del autor del Libro de la Sabiduría, refiriéndose a Dios, que no me resisto a reproducir: “Tu poder es el principio de la justicia y tu soberanía universal te hace perdonar a todos”. Es de una gran bellaza y fuerza.

6.- Os habréis dado cuenta de lo breve de nuestra epístola de hoy. La segunda lectura –de la Carta a los Romanos—no tiene más allá de cuatro líneas, pero en ella San Pablo refleja la capacidad del Espíritu Santo como intercesor. ¿Quién no habrá intentado imaginar, alguna vez, cuales son los gemidos inefables del Espíritu al pedir por nosotros? Y esa idea es lo que, sin duda, explica lo poco adecuado de muchas de nuestras peticiones en la oración. No sabemos lo que pedimos. Realmente, con algo de perspectiva en el tiempo, es fácil llegar a la conclusión que muchas de las cosas que pedimos a Dios, en un momento dado, no iban a tener sentido después, e, incluso, hubieran resultado perjudiciales. Hay un cierto déficit en la oración dirigida al Espíritu Santo. Y es que rezamos al Padre, a Jesús, a la Virgen, a los santos y muy pocas veces al Espíritu. Dicen que es Él quien inspira nuestras oraciones, pero debe ser –en términos muy humanos—su proverbial modestia lo que le impide inspirarnos sobre Él mismo. Bueno, esto último tiene algo de broma, respetuosa y llena de cariño, broma. Sirva, pues, la reflexión de Pablo de Tarso de hoy para hacer crecer nuestra devoción al Espíritu Santo y, sobre todo, el mejor conocimiento de su acción y de sus dones.

Él, por supuesto, nos ayudará en nuestra colaboración por el crecimiento del Reino de Dios, que, sobre todo, busca la paz, la concordia, el amor, la sabiduría, la alegría y la felicidad. Todo eso está dentro del Reino.

No hay comentarios: