NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

martes, 19 de agosto de 2008

¿Naufraga la Iglesia, se hunde el Papa? ¡No tengáis miedo?

Publicado por El Blog de X. Pikaza

Ayer comenté en general el texto del evangelio del domingo (Mt 14, 22-33) donde se dice que Jesús se ha ido (está en el monte, ha resucitado), mientras sus discípulos bogan en la noche, en medio de la gran tormenta, con riesgo de naufragar. Ven a Jesús en la niebla, tienen miedo, pero él les alienta y Pedro, representante de todos, le dice que quiere caminar sobre las aguas. Jesús responde: ¡Ven! Y Pedro se arriesga y camina sobre el agua y organiza la iglesia en riesgo y confianza… Pero al fin tiene miedo y grita otra vez, pidiendo a Jesús que le salve. Jesús le da la mano y le lleva a la barca, en la que todos pueden navegar al fin tranquilos. Esta es una historia que cuenta lo que pasó, en los largos y duros años del comienzo de la Iglesia, según Mateo. Pero ésta es una historia que puede y debe aplicarse en la actualidad a la barca de la Iglesia, que parece hundirse y a Pedro (cada cristiano, el Papa) que quiere y debe caminar sobre las aguas. Sobre la dura tormenta nace la nueva humanidad.

Nueva lectura y aplicación actual del texto.

Este pasaje es una historia simbólica de lo que ha pasado a la Iglesia a lo largo de unos cincuenta años, desde la muerte de Jesús (se ha ido: año 30) hasta el tiempo en que Mateo escribe su evangelio (año 80, más o menos). La barca de la Iglesia ha quedado, al parecer, perdida y sola, en el mar del mundo, bajo el viento, sobre las olas… Pero Jesús ha estado con ella, de un modo misterioso, y han podido mantenerse en la noche… Y dentro de la Iglesia Pedro ha realizado una función esencial, arriesgándose a caminar con Jesús, hacia Jesús, sobre el mar bravío. El recuerdo de este Pedro miedoso y valiente que busca a Jesús en el mar está al comienzo de la Iglesia, según el evangelio de Mateo.

Pues bien, Pedro ha realizado su tarea… pero su ejemplo sigue. Los católicos pensamos que, de alguna forma, ese testimonio y tarea puede y debe realizarlo un Papa al que pedimos valentía para hacer lo que hizo en el principio. Desde ese contexto quiero comentar y aplicar de nuevo algunos rasgos de la escena..

1. Jesús nos ha dejado en la barca. Han pasado muchas cosas en la Iglesia, después de XX siglos, pero es evidente que ella sigue siendo una barca zarandeada, camino del Reino de Dios. Un edificio como el Vaticano no va a ningún sitio, está anclado en sus propias tradiciones. Parece glorioso, pero quizá está medio muerto. La iglesia sólo puede ser iglesia de Jesús si se hace barco y navega (como el Arca de Noé) en medio de la gran tempestad del mundo.

2. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua… La Iglesia está formada por hombres que siguen remando en la noche, buscando a Jesús. Así pueden verle en la alborada de un día nuevo, en medio del mar…Muchos quieren verle para dejar todas las penas… Pero el Jesús de la iglesia es una tarea fuerte, una nueva exigencia. Jesús significa saber guiar el barco en medio de la tormenta.

3. Jesús les dijo en seguida: "¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!" Éstas son las palabras básicas. Tenemos miedo y, por eso, buscamos seguridades. Tenemos miedo de que se hunda nuestro edificio y por eso elevamos murallas, ponemos barrotes… Tenemos miedo y convertimos la barca de los discípulos de Jesús en una gran fortificación, hecha de leyes e imposiciones, de brillos exteriores y de seguridades falsas. Tenemos miedo de vivir y caminar sobre el mar y buscamos seguridades mentirosas. No nos damos cuenta de que la barca puede hundirse si seguimos poniendo en ella peso y más peso, lastre y más lastre. Estamos ante una «ola» nueva de riesgo y de vida, en la madrugada de un día que puede y debe ser de salvación: ¡Ánimo, no tengáis miedo!

4. Pedro le contestó: "Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua." Sólo el que hable así puede ser Papa (o simplemente cristiano). Sólo el que sea capaz de dejar el edificio seguro, la gran torre, la cúpula dorada, los dogmas propios… Sólo el que sea capaz de lanzarse al agua y caminar así, ligero de equipaje, abriendo un camino sobre la olas, buscando a Jesús… sólo ése será Pedro, sólo ése será Papa. El texto dice que «Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús». Éstos son los hombres que necesitamos: hombres y mujeres dispuestos a bajar al agua de la vida, para caminar en medio de la tormenta, abriendo un camino de pascua.

5. Ciertamente, el Papa tuvo miedo. «Pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame». Por eso he preguntado, al comienzo de este «post» ¿Se hunde el Papa? ¿Se hunde porque lleva demasiado peso y lastre, demasiados siglos de ropajes y seguridades? ¿O parece que se hunde porque va desnudo de todo, en puro amor a Jesús y a los hombres y mujeres, con todos ellos, caminando sobre el mar? Digo que «parece» que se hunde, pero no se hunde, porque Jesús le da la mano y le dice: «Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?» ¿Quién ha dudado: Pedro, el Papa? ¿He dudado yo?

6. Una imagen actual. Éste es sin duda un pasaje «histórico» (habla de lo que pasó en la iglesia primitiva). Pero es, al mismo tiempo, un pasaje «profético»: habla de lo que está pasando hoy, de lo que tiene que pasar, dentro de nuestra iglesia. Muchos de nosotros deseamos que las cosas cambien desde arriba, desde el Papa: que no tenga miedo, que deje la seguridad de sus sentencias sabias (¡siempre diciendo a los otros lo que tienen que hacer!) y que baje a las aguas, para caminar desnudo, en medio de la tormenta… Muchos soñamos con un Papa/Pedro que sea capaz, con su poca vez, de decir a Jesús: ¡Quiero ir hacia a ti sobre el agua! Pero eso que le pedimos al Papa tenemos que h hacerlo todos nosotros, en la barca de la Iglesia, en la barca de la humanidad. Todos nos hallamos amenazados, todos somos Papa, es decir, «todos somos Pedro», como sabían y decían muchos Padres de la iglesia

No hay comentarios: