a) Contexto
Los judíos de la época de Jesús pagan dos tipos de impuestos al Imperio Romano: los directos y los indirectos.
Los impuestos directos, a su vez, se subdividen en "tributo del suelo", esto es, contribuciones por los bienes raíces; y en "tributo por cabeza", es decir, pago por los bienes muebles, móviles o trasladables.
Los impuestos indirectos, por su parte, incluyen los peajes, las aduanas, las tasas por sucesión o por compraventas etc.
La mayoría de la gente odia pagar el tributo; lo aceptan sólo como un mal menor, pues si los romanos descubren a alguien eludiendo los impuestos, le quitan todo lo que tiene.
Las autoridades religiosas de entonces quieren sorprender a Cristo: desean que diga algo peligroso, que lo haga aparecer como un antipatriota ante la muchedumbre, o como un rebelde frente a los funcionarios y policías del Imperio. Por eso, le preguntan al Señor: "¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?" (Mt 22,17).
b) Sentido
Jesús se da cuenta que la pregunta es capciosa, y se lo hace ver a sus interlocutores: "Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa?" (Mt 22,18).
El Nazareno busca la conversión de ellos al Reinado de Dios, para que Israel muestre el Mesías a todas las naciones (Lc 2,32).
Trata de hacerlos reflexionar, pidiéndoles que le presenten una moneda del impuesto, y proponiéndoles otro interrogante (Mt 22,19-20).
Finalmente, el Señor contesta a aquellos fariseos y herodianos de una manera insuperable. Distingue entre el nivel de la organización de las sociedades, y el nivel del sentido de la vida, enriquecido por la fe: "Den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios" (Mt 22,21).
Jesús, al responder así, respeta a las autoridades civiles, pero las relativiza ante el Reinado de Dios (Is 45,1.4-6). A la vez muestra que toda decisión de un creyente, que influya en lo social, debe ser previamente iluminada por la fe y realizada en consonancia. En otras palabras: Tanto el poder civil como el religioso, deben colaborar, cada uno desde su campo, en la búsqueda del bien integral de todos los seres humanos; entre ambos poderes no ha de haber mezcla ni confusión, sino convergencia para que no exista ningún empobrecido ni marginado dentro de las sociedades (Dt 15,4).
c) Leer la Biblia distinguiendo el servicio a Dios y a la comunidad política
Al leer un trozo bíblico, ubicar su mensaje central.
Después, ver cómo hacer presente este mensaje en la comunidad social humana, guiándose por este criterio: Dios quiere el bien de toda la gente. Frente al ejercicio injusto del poder, vale este adagio: "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hch 5,29).
d) Nuestra religiosidad y los deberes ciudadanos
La gente se da cuenta que, como ciudadanos, deben cooperar con la autoridad civil en lo que es justo, y negar su apoyo a lo que se oponga al bien común.
Es deber de los ciudadanos defender al país, ejercer el derecho a voto y pagar los impuestos.
† PARA LA REFLEXIÓN
1. ¿Qué sabes tú sobre los impuestos en la época de Cristo? ¿Cuál era su finalidad?
2. ¿Qué te llama más la atención en este trozo bíblico?
3. ¿En qué consistía la trampa que fariseos y herodianos pusieron a Jesús?
4. ¿Cuál es le mensaje central de este relato bíblico?
5. ¿Cómo explicarías este Evangelio a un niño o a un joven de nuestro
tiempo?
Los impuestos directos, a su vez, se subdividen en "tributo del suelo", esto es, contribuciones por los bienes raíces; y en "tributo por cabeza", es decir, pago por los bienes muebles, móviles o trasladables.
Los impuestos indirectos, por su parte, incluyen los peajes, las aduanas, las tasas por sucesión o por compraventas etc.
La mayoría de la gente odia pagar el tributo; lo aceptan sólo como un mal menor, pues si los romanos descubren a alguien eludiendo los impuestos, le quitan todo lo que tiene.
Las autoridades religiosas de entonces quieren sorprender a Cristo: desean que diga algo peligroso, que lo haga aparecer como un antipatriota ante la muchedumbre, o como un rebelde frente a los funcionarios y policías del Imperio. Por eso, le preguntan al Señor: "¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?" (Mt 22,17).
b) Sentido
Jesús se da cuenta que la pregunta es capciosa, y se lo hace ver a sus interlocutores: "Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa?" (Mt 22,18).
El Nazareno busca la conversión de ellos al Reinado de Dios, para que Israel muestre el Mesías a todas las naciones (Lc 2,32).
Trata de hacerlos reflexionar, pidiéndoles que le presenten una moneda del impuesto, y proponiéndoles otro interrogante (Mt 22,19-20).
Finalmente, el Señor contesta a aquellos fariseos y herodianos de una manera insuperable. Distingue entre el nivel de la organización de las sociedades, y el nivel del sentido de la vida, enriquecido por la fe: "Den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios" (Mt 22,21).
Jesús, al responder así, respeta a las autoridades civiles, pero las relativiza ante el Reinado de Dios (Is 45,1.4-6). A la vez muestra que toda decisión de un creyente, que influya en lo social, debe ser previamente iluminada por la fe y realizada en consonancia. En otras palabras: Tanto el poder civil como el religioso, deben colaborar, cada uno desde su campo, en la búsqueda del bien integral de todos los seres humanos; entre ambos poderes no ha de haber mezcla ni confusión, sino convergencia para que no exista ningún empobrecido ni marginado dentro de las sociedades (Dt 15,4).
c) Leer la Biblia distinguiendo el servicio a Dios y a la comunidad política
Al leer un trozo bíblico, ubicar su mensaje central.
Después, ver cómo hacer presente este mensaje en la comunidad social humana, guiándose por este criterio: Dios quiere el bien de toda la gente. Frente al ejercicio injusto del poder, vale este adagio: "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hch 5,29).
d) Nuestra religiosidad y los deberes ciudadanos
La gente se da cuenta que, como ciudadanos, deben cooperar con la autoridad civil en lo que es justo, y negar su apoyo a lo que se oponga al bien común.
Es deber de los ciudadanos defender al país, ejercer el derecho a voto y pagar los impuestos.
† PARA LA REFLEXIÓN
1. ¿Qué sabes tú sobre los impuestos en la época de Cristo? ¿Cuál era su finalidad?
2. ¿Qué te llama más la atención en este trozo bíblico?
3. ¿En qué consistía la trampa que fariseos y herodianos pusieron a Jesús?
4. ¿Cuál es le mensaje central de este relato bíblico?
5. ¿Cómo explicarías este Evangelio a un niño o a un joven de nuestro
tiempo?
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