Publicado por Entra y Verás
Alguien quizá pueda pensar que artículos como el que presentamos denotan una visión pesimista de la realidad. Al contrario, más allá de las valoraciones se ofrece un análisis riguroso de la realidad de la relación entre religiosos y laicos.
Religiosos y laicos agustinos recoletos
No hace mucho leía las manifestaciones de un experto en tesis doctorales escritas y defendidas en las universidades de mayor prestigio. Me llamó la atención su respuesta a la pregunta sobre la extensión recomendable de esos escritos. Venía a decir que no es necesario un libro voluminoso porque tesis que habían revolucionado algunas ramas de la ciencia ocupaban apenas unas pocas páginas.
En las recomendaciones que hacemos de lectura para el cultivo de nuestro saber teológico y religioso, nos referimos frecuentemente a los libros que publican las editoriales. Es más raro que fijemos nuestros ojos en los miles de artículos que aparecen en multitud de revistas de contenido teológico. En parte porque somos conscientes de que es más difícil el acceso a esos textos, pues se adquieren habitualmente por suscripción. Entre esas revistas la “Revista Agustiniana” publica en su número 150 un artículo que me llama la atención. Santiago Insunza ya ha escrito en otras ocasiones sobre el mismo asunto.
El lento caminar del laicado es una acertada visión que pretende orientar la relación de la vida religiosa con el laicado seglar. En este caso además de un interés muy particular para todos los que acudimos a la enseñanza y espiritualidad agustiniana como impulso para vivir nuestra vocación y compartir ser y misión con los laicos.
La comprensión de la Iglesia desde su nacimiento a nuestros días. La estructura que separa clérigos y laicos, el peso de los religiosos y de la jerarquía en la concepción de Iglesia. Los momentos previos al Vaticano II y su visión iluminadora de la Iglesia. La importancia de la comunión destacada por el concilio y asumida con decisión por la Chistifidelis laici. La respuesta que se espera en la Iglesia hoy de tal modo que podamos hablar o no de la hora de los laicos. El discernimiento entre la suplencia y la consecuencia de una eclesiología auténtica y corresponsable. Santiago también afronta con valentía y con un juicio ponderado y sabio las sombras sobre el laicado. Pero además ofrece orientaciones y guía para desarrollar esa comunión y corresponsabilidad.
De particular interés es su apuesta por formar comunidades de auténtico signo laical. Ofrece un apunte sobre la relación de los laicos y la Palabra de Dios en la Iglesia con motivo del último sínodo. Y, por último pero no menos importante, nos pone al día en los pensamientos y actitudes de Agustín con los laicos.
Por eso, puedo califcar este artículo como de Un articulo de obligada lectura
Rafael Mediavilla Becerril, agustino recoleto, Madrid.
Religiosos y laicos agustinos recoletos
No hace mucho leía las manifestaciones de un experto en tesis doctorales escritas y defendidas en las universidades de mayor prestigio. Me llamó la atención su respuesta a la pregunta sobre la extensión recomendable de esos escritos. Venía a decir que no es necesario un libro voluminoso porque tesis que habían revolucionado algunas ramas de la ciencia ocupaban apenas unas pocas páginas.
En las recomendaciones que hacemos de lectura para el cultivo de nuestro saber teológico y religioso, nos referimos frecuentemente a los libros que publican las editoriales. Es más raro que fijemos nuestros ojos en los miles de artículos que aparecen en multitud de revistas de contenido teológico. En parte porque somos conscientes de que es más difícil el acceso a esos textos, pues se adquieren habitualmente por suscripción. Entre esas revistas la “Revista Agustiniana” publica en su número 150 un artículo que me llama la atención. Santiago Insunza ya ha escrito en otras ocasiones sobre el mismo asunto.
El lento caminar del laicado es una acertada visión que pretende orientar la relación de la vida religiosa con el laicado seglar. En este caso además de un interés muy particular para todos los que acudimos a la enseñanza y espiritualidad agustiniana como impulso para vivir nuestra vocación y compartir ser y misión con los laicos.
La comprensión de la Iglesia desde su nacimiento a nuestros días. La estructura que separa clérigos y laicos, el peso de los religiosos y de la jerarquía en la concepción de Iglesia. Los momentos previos al Vaticano II y su visión iluminadora de la Iglesia. La importancia de la comunión destacada por el concilio y asumida con decisión por la Chistifidelis laici. La respuesta que se espera en la Iglesia hoy de tal modo que podamos hablar o no de la hora de los laicos. El discernimiento entre la suplencia y la consecuencia de una eclesiología auténtica y corresponsable. Santiago también afronta con valentía y con un juicio ponderado y sabio las sombras sobre el laicado. Pero además ofrece orientaciones y guía para desarrollar esa comunión y corresponsabilidad.
De particular interés es su apuesta por formar comunidades de auténtico signo laical. Ofrece un apunte sobre la relación de los laicos y la Palabra de Dios en la Iglesia con motivo del último sínodo. Y, por último pero no menos importante, nos pone al día en los pensamientos y actitudes de Agustín con los laicos.
Por eso, puedo califcar este artículo como de Un articulo de obligada lectura
Rafael Mediavilla Becerril, agustino recoleto, Madrid.
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