Liturgia y Contemplación: SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA

Publicado por CIPECAR

Lecturas: Génesis 12,1-4ª; Salmo 32, 4-22; 2 Timoteo 1,8b-10

Evangelio: Mateo 17, 1-9

"En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta.
Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:
-«Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía:
-«Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.»
Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo:
-«Levantaos, no temáis.»
Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:
-«No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Después del anuncio de la muerte desastrosa del Maestro y de las condiciones que Cristo exige para seguirlo, era necesario un respiro sicológico.
Eso viene a resultar la Transfiguración, una pregustación de lo que sucederá al discípulo fiel.
Se presenta un cuadro de auténtico Jesús que es:
Alguien en quien se manifiesta la Gloria de Dios.

El Mesías que sucederá al A. T.

El Hijo de Dios.

vv. 1-4: Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto.

Quiere presentar el autor una secuencia de las cosas narradas antes.
Son los tres que estarán en el momento más bajo de Jesús en Getsemaní; aquí estamos en el momento más alto.
Ellos tres nos representan a todos los cristianos.
Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.

El lenguaje de los evangelistas se queda corto para narrar la transfiguración de Jesús.
Hoy podríamos decir que la divinidad del Verbo se transparentó en la carne de su humanidad.
En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él.

Lucas hace notar (9,31) que Moisés y Elías aparecieron resplandecientes. Es una presentación muy positiva del Antiguo Testamento como espiritual.
Mateo no nos dice cuál fue el tema de conversación; en Lucas se nos dice que hablaban de su muerte, que había de tener lugar en Jerusalén (Lc 9,31).
Moisés representaba –y era igual a decir- la Torah, el Pentateuco, los cinco primeros libros del A. T.
Elías representaba a los Profetas (Nebiîm)
Decir en este contexto Moisés y Elías era igual a decir el Antiguo Testamento.
Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: “Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.”

Pedro está gozoso en la Presencia de Jesús Transfigurado. Querría quedarse ahí… y no arriesgar con la ida a Jerusalén todo lo que les ha anunciado Jesús.
Quizás no se da cuenta que pone a Jesús a la misma altura que a los famosos Moisés y Elías.
Barluzzi en el Monte Tabor no cometió ese error. Las dos torres en la entrada de la basílica representa a Moisés y Elías, pero la Gran Tienda es para el Señor Jesús.
v. 5: Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle.”

Nube luminosa. Sólo en Éxodo tenemos unos cinco casos en que Dios se manifiesta en una nube esplendorosa (Ex 16,10; 19,9ss; 24,15; 33,9; 40,32).
Cubrió con su sombra. Es otra imagen bella de las teofanías del Dios de Israel.
Una voz. Pocas, pero muy solemnes, suelen ser en el Antiguo Testamento cuando el Señor se dirigía a los seres humanos hablando.
… mi Hijo amado… Dios –que se declara Padre- manifiesta en esta teofanía que Jesús es el Hijo de Dios.
Escuchadle. Yahveh tu Dios suscitará, de en medio de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo, a quien escucharéis (Dt 18,15). Aquí, Dios- Padre, además de proclamar Hijo de Dios a Jesús lo proclama como el Profeta-Mesías.
Ya no hay que seguir a Moisés-Elías, sino a Jesús.
vv. 6-8 Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo.

Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: “Levantaos, no tengáis miedo.”

Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo.

…cayeron rostro en tierra. Es la reacción del hombre pecador ante la Gloria de Dios.
…llenos de miedo, sentimiento que surge ante la presencia del Altísimo que puede acarrearnos algún mal.
… acercándose… los tocó. Jesús que había aprendido a ser hombre y a tener los mismos sentimientos que el homo sapiens, sabe que acercarse con delicadeza y tocar con cuidado es la mejor manera de hacer desaparecer el miedo, el temor de que nos puede venir un mal.
v. 9: Y cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó: “No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos.”

La bajada del monte y el período hasta la Resurrección:
El Hijo del hombre muerto y fracasado

Resucitado de entre los muertos.

La Resurrección da sentido al sin-sentido del Fracaso de la condena a muerte de Jesús.

La catequesis que no llega a la Resurrección es un fracaso. Ver 1Cor15.
Señor Jesús, nos encanta verte glorioso en el monte alto. Gozamos con esa epifanía de tu Padre manifestándonos a tus seguidores que eres Su Hijo y el Mesías-Maestro que esperaba tu Pueblo y toda la Humanidad. Acércate a nosotros y tócanos con amor para que nos quites todo miedo religioso que pueda seguir solapadamente en nuestro interior.