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sábado, 14 de mayo de 2011

Lecturas y Liturgia de las Horas: 14 de Mayo de 2011


SAN MATÍAS, Apóstol


Lectura de los Hechos de los apóstoles 1, 15-17. 20-26

Después de la Ascensión del Señor, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos -los que estaban reunidos eran alrededor de ciento veinte personas- y dijo:
«Hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, habla de Judas, que fue el jefe de los que apresaron a Jesús. Él era uno de los nuestros y había recibido su parte en nuestro ministerio. En el libro de los Salmos está escrito: "Que su casa quede desierta y nadie la habite". Y más adelante: "Que otro ocupe su cargo".
Es necesario que uno de los que han estado en nuestra compañía durante todo el tiempo que el Señor Jesús permaneció con nosotros, desde el bautismo de Juan hasta el día de la Ascensión, sea constituido con nosotros testigo de su resurrección».
Se propusieron dos: José, llamado Barsabás, de sobrenombre el Justo, y Matías. Y oraron así: «Señor, Tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de los dos elegiste para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía» .
Echaron suertes, y la elección cayó sobre Matías, que fue agregado a los once Apóstoles.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 112, 1-2. 3-4. 5-6. 7-8


R. El Señor lo hizo sentar entre los nobles de su pueblo.

Alaben, servidores del Señor,
alaben el Nombre del Señor.
Bendito sea el Nombre del Señor,
desde ahora y para siempre. R.

Desde la salida del sol hasta su ocaso,
sea alabado el Nombre del Señor.
El Señor está sobre todas las naciones,
su gloria se eleva sobre el cielo. R.

¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,
que tiene su morada en las alturas,
y se inclina para contemplar
el cielo y la tierra? R.

Él levanta del polvo al desvalido,
alza al pobre de su miseria,
para hacerlo sentar entre los nobles,
entre los nobles de su pueblo. R.



Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 15, 9-17

A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos:
Como el Padre me amó,
también Yo los he amado a ustedes.
Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos,
permanecerán en mi amor,
como Yo cumplí los mandamientos de mi Padre
y permanezco en su amor.
Les he dicho esto
para que mi gozo sea el de ustedes,
y ese gozo sea perfecto.
Éste es mi mandamiento:
Ámense los unos a los otros,
como Yo los he amado.
No hay amor más grande
que dar la vida por los amigos.
Ustedes son mis amigos
si hacen lo que Yo les mando.
Ya no los llamo servidores,
porque el servidor ignora lo que hace su señor;
Yo los llamo amigos,
porque les he dado a conocer
todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí,
sino Yo el que los elegí a ustedes,
y los destiné para que vayan y den fruto,
y ese fruto sea duradero.
Así, todo lo que pidan al Padre en mi Nombre,
Él se lo concederá.
Lo que Yo les mando
es que os amen los unos a los otros.

Palabra del Señor.

LITURGIA DE LAS HORAS
TIEMPO PASCUAL
SÁBADO DE LA SEMANA III
Del Común de apóstoles. I Vísperas del Domingo IV
14 de mayo

SAN MATÍAS, apóstol. (FIESTA)

Fue agregado al grupo de los Doce, en sustitución de Judas, para ser, con los demás apóstoles, testigo de la resurrección del Señor, como leemos en los Hechos de los apóstoles (1, 15-26).

LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Señor, abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

INVITATORIO

Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de los apóstoles. Aleluya

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Himno: CON EL GOZO PASCUAL

Con el gozo pascual,
el sol de nuevo brilla
cuando ven los apóstoles
que Jesús resucita.

En la carne de Cristo
ven claras las heridas
y paladinamente
que está vivo predican.

Cristo, rey clementísimo,
nuestras almas habita
para que te celebremos
por siempre en nuestra vida.

Sé, Jesús, de las almas
la pascual alegría,
que, en gracia renacidos,
tu triunfo nos anima.

A ti, Jesús, la gloria,
que, la muerte vencida,
abres por los apóstoles
nuevas sendas de vida. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Aleluya.

SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS

¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Aleluya.

Ant. 2. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Aleluya.

Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56

Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.

Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.

Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.

Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.

Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.

Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.

Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.

Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.

Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.

Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.

Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.

Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.

Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.

Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.

No se dice Gloria al Padre.

Ant. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Aleluya.

Ant. 3. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. Aleluya.

Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. Aleluya.

LECTURA BREVE Ef 2, 19-22

Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos del pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios por el Espíritu.

RESPONSORIO BREVE

V. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra. Aleluya, aleluya.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra. Aleluya, aleluya.

V. Harán memorable tu nombre, Señor.
R. Aleluya, aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra. Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Hay aquí entre nosotros hombres que han andado en nuestra compañía todo el tiempo del ministerio público de Jesús, el Señor; es, pues, preciso que elijamos a uno de ellos para que, junto con nosotros, dé testimonio de la verdad de la resurrección. Aleluya.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Hay aquí entre nosotros hombres que han andado en nuestra compañía todo el tiempo del ministerio público de Jesús, el Señor; es, pues, preciso que elijamos a uno de ellos para que, junto con nosotros, dé testimonio de la verdad de la resurrección. Aleluya.

PRECES

Demos gracias a nuestro Padre que está en los cielos, porque por medio de los apóstoles nos ha dado parte en la herencia de los elegidos, y aclamémosle diciendo:

El coro de los apóstoles te alaba, Señor.

Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has dado la mesa de tu cuerpo y de tu sangre:
en ella encontramos nuestra fuerza y nuestra vida.

Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has preparado la mesa de tu palabra:
por ella crecemos en el conocimiento de la verdad y se acrecienta nuestro gozo.

Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles has fundado tu Iglesia:
por ella nos edificas en la unidad de tu pueblo.

Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has dado el bautismo y la penitencia:
por ellos nos purificas de todas nuestras culpas.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Concluyamos nuestra oración con la plegaria que Jesús enseñó a los apóstoles:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Señor Dios, tú que, para completar el número de los doce apóstoles, elegiste a san Matías, concédenos, por la intercesión de este apóstol, a nosotros, que hemos recibido el don de tu amistad, poder ser contados un día entre tus elegidos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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VÍSPERAS
Oración de la tarde

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: REVESTIDOS DE BLANCAS VESTIDURAS

Revestidos de blancas vestiduras,
vayamos al banquete del Cordero
y, terminado el cruce del mar Rojo,
alcemos nuestro canto al rey eterno.

La caridad de Dios es quien nos brinda
y quien nos da a beber su sangre propia,
y el Amor sacerdote es quien se ofrece
y quien los miembros de su cuerpo inmola.

Las puertas salpicadas con tal sangre
hacen temblar al ángel vengativo,
y el mar deja pasar a los hebreos
y sumerge después a los egipcios.

Ya el Señor Jesucristo es nuestra pascua,
ya el Señor Jesucristo es nuestra víctima:
el ázimo purísimo y sincero
destinado a las almas sin mancilla.

Oh verdadera víctima del cielo,
que tiene a los infiernos sometidos,
ya rotas las cadenas de la muerte,
y el premio de la vida recibido.

Vencedor del averno subyugado,
el Redentor despliega sus trofeos
y, sujetando al rey de las tinieblas,
abre de par en par el alto cielo.

Para que seas, oh Jesús, la eterna
dicha pascual de nuestras almas limpias,
líbranos de la muerte del pecado
a los que renacimos a la vida.

Gloria sea a Dios Padre y a su Hijo,
que de los muertos ha resucitado,
así como también al sacratísimo
Paracleto, por tiempo ilimitado. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. La paz de Cristo reine en vuestros corazones. Aleluya.

Salmo 121 LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,

según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia
en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.»

Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo.»
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. La paz de Cristo reine en vuestros corazones. Aleluya.

Ant. 2. Por tu sangre nos compraste para Dios. Aleluya.

Salmo 129 - DESDE LO HONDO A TI GRITO, SEÑOR.

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.

Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Por tu sangre nos compraste para Dios. Aleluya.

Ant. 3. Era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria. Aleluya.

Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2, 6-11

Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria. Aleluya.

LECTURA BREVE 1Pe 2, 9-10

Vosotros sois linaje escogido, sacerdocio regio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa. Vosotros, que en otro tiempo no erais pueblo, sois ahora pueblo de Dios; vosotros, que estabais excluidos de la misericordia, sois ahora objeto de la misericordia de Dios.

RESPONSORIO BREVE

V. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, aleluya.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, aleluya.

V. Al ver al Señor.
R. Aleluya, aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. «Yo soy la puerta - dice el Señor-; el que entre por mi se salvará y encontrará pastos abundantes». Aleluya.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. «Yo soy la puerta - dice el Señor-; el que entre por mi se salvará y encontrará pastos abundantes». Aleluya.

PRECES

Oremos a Cristo, que resucitado de entre los muertos destruyó la muerte y nos dio nueva vida, y digámosle:

Tú que vives eternamente, escúchanos, Señor.

Tú que eres la piedra rechazada por los arquitectos, pero convertida en piedra angular,
conviértenos a nosotros en piedras vivas de tu Iglesia.

Tú que eres el testigo fiel y el primogénito de entre los muertos,
haz que tu Iglesia sea también siempre testimonio ante el mundo.

Tú que eres el único esposo de la Iglesia, nacida de tu costado,
haz que todos nosotros seamos signos de tus bodas con la Iglesia.

Tú que eres el primero y el último, el que estabas muerto y ahora vives por los siglos de los siglos,
concede a todos los bautizados perseverar fieles hasta la muerte, a fin de recibir la corona de la victoria.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Tú que eres la lámpara que ilumina la ciudad santa de Dios,
alumbra con tu claridad a nuestros hermanos difuntos.

Sintiéndonos verdaderos hijos de Dios, digamos a nuestro Padre:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, que has dado a tu Iglesia el gozo inmenso de la resurrección de Jesucristo, te pedimos que nos lleves a gozar de las alegrías celestiales, para que así llegue también el humilde rebaño hasta donde penetró su victorioso Pastor. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Himno: EN TI, SEÑOR, REPOSAN NUESTRAS VIDAS

En ti, Señor, reposan nuestras vidas
en el descanso santo de la noche;
tú nos preparas para la alborada
y en el Espíritu Santo nos acoges.

En apartadas y lejanas tierras
el sol ha despertado las ciudades;
amigo de los hombres, ve sus penas
y ensancha de tu amor los manantiales.

Vencedor de la muerte y de las sombras,
Hijo eterno de Dios, resucitado,
líbranos del peligro de la noche
al dormirnos confiados en tus brazos. Amén.

SALMODIA

Ant. Aleluya, aleluya, aleluya.

Salmo 4 - ACCIÓN DE GRACIAS.

Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío;
tú que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mí y escucha mi oración.

Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor,
amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?
Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,
y el Señor me escuchará cuando lo invoque.

Temblad y no pequéis, reflexionad
en el silencio de vuestro lecho;
ofreced sacrificios legítimos
y confiad en el Señor.

Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?»

Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría
que si abundara en trigo y en vino.

En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú sólo, Señor, me haces vivir tranquilo.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Salmo 133 - ORACIÓN VESPERTINA EN EL TEMPLO

Y ahora bendecid al Señor,
los siervos del Señor,
los que pasáis la noche
en la casa del Señor:

Levantad las manos hacia el santuario,
y bendecid al Señor.

El Señor te bendiga desde Sión:
el que hizo cielo y tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Aleluya, aleluya, aleluya.

LECTURA BREVE Dt 6,4-7

Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria; se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.

RESPONSORIO BREVE

V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya, aleluya.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya, aleluya.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Aleluya, aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Aleluya.

CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Aleluya.

ORACIÓN

OREMOS,
Guárdanos, Señor, durante esta noche y haz que mañana, ya al clarear el nuevo día, la celebración del domingo nos llene con la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén

BENDICIÓN

V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.

ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Reina del cielo, alégrate, aleluya,
porque Cristo,
a quien llevaste en tu seno, aleluya,
ha resucitado, según su palabra, aleluya.
Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

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