Publicado por La Procura
Líbranos, Señor de la tentación de querer llegar a la "meta final" sin hacer el camino; de querer victoria sin la lucha, la felicidad sin la fidelidad diaria, el éxito sin el esfuerzo.Líbranos, Señor de la tentación de querer hacer el camino con el aplauso y la admiración de los demás; de hacerlo sólo cuando los demás nos ven, nos aplauden, reconocerán quiénes somos y qué hacemos, nos felicitan o nos agradecen.
Líbranos, Señor de la tentación de hacer el camino amoldado a los demás, de quererlo recorrer "como" la mayoría, de no saber ir contra corriente, obedeciendo, sin sentido crítico, las voces exteriores de moda y propagandas...
Líbranos, Señor de la tentación de querer hacer el camino sin contar con los demás, sin mirarles, sin echarles una mano cuando vemos que lo necesitan.
Líbranos, Señor de la tentación de tomar atajos, de dar un rodeo cuando en el camino nos encontramos con el hermano herido, desnudo, abandonado.
Líbranos, Señor de la tentación de querer hacer el camino cargado de cosas y más cosas, incapaces de andar "ligeros de equipaje", o viviendo de las apariencias.
Líbranos, Señor de la tentación de querer hacer el camino a costa de los demás, dominándoles.
Líbranos, Señor de la tentación de la superficialidad, como quien todo lo ve negro, sin esperanza, sin horizontes, sin futuro; la del que se hunde tras la derrota.
Líbranos, Señor de la tentación de abandonar cuando surgen las dificultades, de dar marcha atrás cuando las cosas no salen según nuestros cálculos, de retroceder al punto de partida por miedo o por añoranza de tiempos pasados...




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1 comentario:
Me gustó mucho esta reflexión por que cuando se comienza un camino espiritual, estas son las luchas que tenemos que dar en nuestra humanidad, estar en la constante derrota y olvido de sí mismo para no caer en el confort y la apariencia.
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