XVII Domingo del Tiempo Ordinario
Publicado por Euntes
2 Reyes 4,42-44 / Salmo 144 / Efesios 4,1-6
Juan 6,1-15
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2 Reyes 4,42-44 / Salmo 144 / Efesios 4,1-6
Juan 6,1-15
Reflexiones
Una pregunta para reflexionar: ¿por qué el signo extraordinario de la llamada multiplicación de los panes y de los peces se cuenta seis veces en el Evangelio, una vez en Lucas y Juan y dos veces en Marcos y Mateo? ¡Más que todos los demás signos milagrosos de Jesús! Las primeras comunidades cristianas habían captado su importancia, siendo el hambre, en sus varias formas, un problema universal, el problema del pan de cada día. No es casual que la raíz hebrea de las palabras pan y combatir tengan las mismas consonantes. En efecto, la mayor parte de las guerras a lo largo de la historia se desencadenaron por problemas de hambre, de acumulación de bienes, y otras por motivos de prestigio personal o de grupo. Hoy también la lucha por el pan de cada día toca de cerca a todos los seres vivientes, aunque con resultados diferentes. A menudo opuestos: hasta llegar a la muerte por hambre, como sigue ocurriendo en nuestros días, lamentablemente, para centenares de millones de personas. La solución a este escándalo vergonzoso y humillante no vendrá de nuevas multiplicaciones caídas del cielo, sino de decisiones valientes, programas concertados, estrategias globales para realizar el compartir en sus diferentes formas. Estos son los desafíos que la polis, la ciudad de los humanos en la tierra, deben afrontar hoy con determinación, equidad, rapidez.
El Evangelio de este domingo ofrece a la familia humana preciosas indicaciones para tal camino. Juan coloca el signo extraordinario en la cercanía de la Pascua (v. 4): lo que más importa notar no es la información cronológica, sino el contexto de entrega total de Jesús: “los amó hasta el fin” (Jn 13,1), lavatorio de los pies, muerte y resurrección de Jesús. El signo que Jesús pone brota de la profunda conmoción que Él siente por la gente cansada, desorientada, sin pastor, hambrienta. Para Él esa multitud (v. 2.5) no es anónima, tiene un rostro, una dignidad. Son hijos en la casa del Padre, no esclavos. Todos están invitados a la mesa: por tanto manda decir a la gente que se siente. Sentarse a la mesa es un gesto de dignidad, que corresponde a Jesús y a sus primeros amigos (v. 3), pero también a la gente sencilla: Juan lo repite tres veces en dos versículos (v. 10.11). “Había mucha hierba” (v. 10), lo cual alude al cuidado del Pastor que invita a descansar “en verdes praderas” (Sal 23,2). Cuando los hijos se sientan en torno a la misma mesa y se comparte equitativamente el pan, cesan las contiendas y las guerras. (*)
Los discípulos Felipe y Andrés reconocen la insuficiente disponibilidad de recursos, frente a tanta multitud (v. 7.9). Jesús introduce aquí una lógica nueva: cumple el signo partiendo de los cinco panes de cebada (pan de los pobres) y el par de peces que un muchacho está dispuesto a compartir (v. 9); dice la acción de gracias y lanza creativamente el compartir y la distribución, hasta llegar a los que están más lejos, hasta que sobre (v. 12-13), en la línea del milagro hecho por el profeta Eliseo (I lectura). En el texto evangélico no aparece el término multiplicación, sino la acción de compartir: la multiplicación se da durante y a través del compartir. Clave de lectura de este signo es el muchacho, que está al origen del compartir. El muchacho representa al discípulo que está llamado a hacerse niño para entrar en el Reino (Mc 10,15): él no puede acumular para sí; debe compartir con otros lo que posee. El cristiano, consciente de ser parte de un único cuerpo y de compartir con otros la misma fe en el único Señor (II lectura), sabe que tomar parte a la mesa eucarística le exige un compromiso coherente para que haya pan suficiente sobre las mesas de todos. ¡Esta es misión!
Palabra del Papa
(*) “El hambre causa todavía muchas víctimas entre tantos Lázaros a los que no se les consiente sentarse a la mesa del rico epulón, como en cambio Pablo VI deseaba. Dar de comer a los hambrientos (cf Mt 25,35.37.42) es un imperativo ético para la Iglesia universal, que responde a las enseñanzas de su Fundador, el Señor Jesús, sobre la solidaridad y el compartir. Además, en la era de la globalización, eliminar el hambre en el mundo se ha convertido también en una meta que se ha de lograr para salvaguardar la paz y la estabilidad del planeta”.
Benedicto XVI
Encíclica Caritas in Veritate, 29.6.2009, n. 27
Encíclica Caritas in Veritate, 29.6.2009, n. 27
Siguiendo los pasos de los Misioneros
- 26/7: SS Joaquín y Ana, padres de María y abuelos de Jesús: patronos de abuelos y ancianos.
- 26/7: S. Bartolomea Capitanio (+1833), que, junto con S. Vicenta Gerosa (+1847), fundó a las Hermanas de la Caridad de la Virgen Niña.
- 26/7: S. Jorge Preca (La Valletta, Malta, 1880-1962), sacerdote entregado a la catequesis de los jóvenes, fundador de la Sociedad de la Doctrina Cristiana.
- 26/7: B. Tito Brandsma (1881-1942), sacerdote holandés, carmelita, intrépido defensor de la Iglesia y de la dignidad humana, asesinado en el campo de concentración de Dachau (Alemania).
- 27/7: S. Clemente de Ochrida (ca. 840-916), evangelizador de Bulgaria. Otros cuatro santos obispos continuaron allí la obra evangelizadora y cultural de los SS. Cirilo y Metodio.
- 28/7: B. Alfonsa de la Inmaculada C. (Ana) Muttathupadathu (1910-1946), nacida en Kerala (India), religiosa de las Clarisas Malabarenses. Es la primera santa de la India, canonizada en 2008.
- 29/7: S. Olaf (+1030), rey de Noruega, promotor de la fe cristiana y organizador de la Iglesia en su país; murió en batalla.
- 30/7: S. Leopoldo Mandic (1866-1942), sacerdote capuchino de Croacia, trabajó por la unidad de los cristianos y en el ministerio de las confesiones en Padua (noreste de Italia).
- 30/7: S. María de Jesús Sacramentado Venegas de la Torre (México, 1868-1959), fundadora, entregada totalmente al cuidado de los enfermos. - El mismo día: B. María V. Chávez Orozco (México, 1867-1949), fundadora, asidua en el servicio a los necesitados.
- 31/7: S. Ignacio de Loyola (1491-1556), sacerdote español, fundador de la Compañía de Jesús, Orden muy benemérita en las actividades misioneras, así como en múltiples servicios eclesiales y culturales en el mundo entero.
- 31/7: S. Justino De Jacobis (1800-1860), vicentino, misionero y obispo en Etiopía, promotor de relaciones ecuménicas. Los católicos lo consideran “ángel y padre de la Iglesia en Etiopía”.
- 31/7: Recuerdo del viaje del Papa Pablo VI a Uganda (1969) y de la creación del SCEAM (Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar).
- 31/7: Recuerdo de Bartolomé de Las Casas (1474-1566), dominico español, misionero en el Nuevo Mundo y obispo en México, defensor de los derechos de los indios y su protector.
- 1/8: S. Alfonso M. de Ligorio (1696-1787), abogado y teólogo moralista, más tarde obispo, fundador de los Redentoristas, promotor de misiones populares. Es doctor de la Iglesia.
- 1/8: Recuerdo de Mons. Pierre Claverie, dominico, obispo de Orán (Argelia), asesinado en un atentado por terroristas islámicos (+1996), junto con su chofer.
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