NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

martes, 8 de abril de 2008

Entrevista a Jon Sobrino: Hay que humanizar el mundo

Se habla de democracia, pero no de justicia;
de Iglesia, pero no de Jesús de Nazaret: hay que humanizar el mundo


Jesús Iribarren (Diario de Pamplona -13-2-2008)
Publicado por ForoEllacuria

Jon Sobrino se encuentra ya un tanto cansado del barullo mediático. No porque pueda afectar a su persona -su serie de roces con la jerarquía eclesiástica es larga- sino porque se está perdiendo la sustancia de las cosas que importan, de los temas que realmente sirven para mejorar un mundo muy necesitado de un empuje humano.

Los obispos copan titulares de prensa, otros critican a la Iglesia... Pero parece que al final se da una especie de confusión entre los medios y los fines de esta institución que habla -o da que hablar- más sobre sí misma que sobre su contenido, los ideales de Jesús...

La Iglesia es hoy noticia en el periódico pero Jesús de Nazaret es mucho más importante que esas noticias. Llama la atención que nunca se hable de Jesús de Nazaret. Otra cosa es que queramos vender periódicos o libros de teología, pero si queremos humanizar, deberíamos tocar los temas que más lo pueden hacer. Se puede criticar a la Iglesia, pero para humanizarla. Me parece bien criticar a la Iglesia en nombre de Jesús de Nazaret. Los problemas de la Iglesia son conocidos pero hay que superar esta miopía. Por otra parte, hay un montón de religiosas que en Zaire, por ejemplo, han hecho mucho por humanizar aquello. ¿A eso le llaman Iglesia? A veces hay una gran cortedad de visión en lo que se llama Iglesia pero también ha producido movimientos positivos. Está claro que el lugar de la Iglesia es el Tercer Mundo. Es difícil en este mundo de abundancia entender lo que es o no Iglesia, al margen de que haya gente buena. Pero eso de qué catedral más bonita, etc... Donde hay pobreza y sufrimiento; donde a la gente le toca hacer una opción grande, es donde está la Iglesia. Ahí hay que mirar. Hay que abrir horizontes.

En Latinoamérica ha surgido también una serie de movimientos políticos como el de Evo Morales, Chávez... ¿Qué piensa de ellos?

Hay una serie de cosas que han quedado sometidas o reprimidas durante siglos en las conciencias y también en la de los pueblos. Por varias razones este tipo de cuestiones se despiertan. Y eso es humano, pero no voy a opinar sobre la forma que toma esto. Creo que lo fundamental no es adoptar una postura sobre uno u otro personaje, sino sobre qué conciencia histórica tiene esta península hacia América Latina, sin caer en exageraciones absurdas. Lo que pasó hace cinco siglos pasó y quedó, pero ¿seguimos pensando que nosotros somos lo real y lo de América Latina es accidental? Hay que despertar de esa dormición sobre América. Y ¿qué decir de África?, un continente al que sólo ponemos rostros hoy con el fútbol...

Hace especial hincapié en separar lo fundamental de lo accesorio, en recuperar el discurso de Jesús de Nazaret...

Creo que hoy Jesús pondría la atención en el fenómeno de los inmigrantes. Estamos perdiendo la noción de que son seres humanos. Jesús de Nazaret, hombre de compasión, fue cercano con la gente que durante su tiempo tuvo la vida en contra, para quien vivir era una pesada carga. No era político ni necesitaba poder. Por lo menos daba compañía y comprensión. Hay que poner nombre a los que sufren. En el Congo han muerto millones de personas y no sabemos nada. Los pobres no tienen ni nombre ni calendario. Todo el mundo se acuerda del 11-S, de Nueva York. Pero, ¿y del 7-O? Tres semanas después. Cuando las democracias del mundo se fueron a bombardear Afganistán. ¿Se acuerdan alguien de esa fecha? El 7-O no existe. Deberíamos enfocar las cosas y no seguir dando vueltas y vueltas. Tratamos a los inmigrantes como agentes laborales. Y es cierto que lo son, pero sobre todo son personas. Si no tenemos en cuenta esto caeremos en el que si nos sirven serán buenos y sino, malos . El mensaje de Jesús puede servir para avanzar. Conozco menos a Ghandi o Buda, pero hay gente que ha humanizado este planeta y la sigue habiendo. Esto de montar una sociedad en base a poderes convencionales o económicos o de los medios diciendo que lo real es eso y olvidarnos que tras eso y antes de eso hay otra cosa, no es bueno. Esto debería centrar los debates y blogs.

No le quería pedir un pronunciamiento sobre el último documento de la Conferencia Episcopal Española pero sí sobre el tema de la justicia y la toma de postura. ¿La Iglesia se equivoca cuando entra en política o cuando entra en política apoyando la opción de los ricos y los conservadores?

Yo vengo de El Salvador y no tengo datos para decir cosas que ayuden o den un titular. ¿La Iglesia puede o no entrar en política? Siempre ha estado en política. Eso es evidente.

Lo que pasa es que a veces ha estado en política y le han cortado el cuello. Como a Monseñor Romero. Esas cosas serias como estar en política o no hay que analizarlas. Cada cual verá. Si la Iglesia, o quien sea, ve un problema en un tema como el aborto, pues está bien que se posicione. Como los otros. Pero a mí no me gusta que ni la Iglesia ni los partidos den la sensación de que lo que les interesa es ganar. Porque el Nuestro comenzó como un gran perdedor, en una cruz. No es tan importante qué dicen o no los obispos como estos temas de fondo. Y puestos a hablar de obispos, se pueden citar otros ejemplos. Romero fue un obispo y le pegaron dos tiros. ¿Por qué? Porque molestó. Y, ¿por qué molestó? Porque decía la verdad. No le mataron por posicionarse o no con la Constitución, sino por decir la verdad. Y a otro obispo del Congo, que protegió a 300.000 refugiados, le pasó lo mismo en 1996. De esto se habla muy poco. Y no lo digo para mejorar la imagen de la Iglesia, sino por hacer una opción por la verdad de las cosas. La Iglesia, como uno más, debe estar pero no para ganar o triunfar sobre el otro.

La Compañía de Jesús ha nombrado a un nuevo responsable, Adolfo Nicolás... Se comenta que su mandato va a inspirarse en el legado del Padre Arrupe y que no ha sentado demasiado bien en Roma...

Yo eso último no lo sé. A él lo conozco y creo que es una persona inteligente, humana y que espero que pueda hacerlo bien. Nos hace falta gente así. Los jesuitas de Centroamérica, como Ignacio Ellacuría y yo, conocimos al Padre Arrupe porque la situación en El Salvador en los años 70 fue terrible y a la vez dichosa. Allí pasó de todo y empezaron a matar curas y monjas. Los jesuitas se dedicaron a eso que se llama la justicia , de lo cuál que sepa yo casi no se habla. Volviendo a lo de antes, estos días, por la radio he oído muchas cosas sobre y desde la Iglesia pero hay dos palabras que no he oído. Una es justicia y otra es Jesús de Nazaret. A Arrupe, desde Roma, le tocaba animarnos, corregirnos... Lo que nos dejó fue algo que puede ayudar a humanizar este mundo. Lo digo con toda sencillez pero con toda convicción. Creo que este mundo necesita humanizarse más que el desierto del Sahara el agua. El mundo crece, se producen muchas cosas, más Internet, pero ¿la familia humana es más humana? ¿Tenemos más gusto de ser humanos?

¿Cuál fue la propuesta de Arrupe?

El Padre Arrupe nos puede ayudar en este mundo con déficit de humanización. Nos dejó dos cosas. En 1975 se preguntaron sobre qué éramos los jesuitas y se dieron cuenta de que éramos pecadores, limitados, que cometemos errores..., pero que teníamos algo que hacer: introducirnos en una lucha crucial de nuestro tiempo. Es la lucha por la fe. Pero la lucha por la fe no es dar misa o la Teología. Eso sólo acompaña. La lucha por la fe es luchar para empapar el mundo de (llamémoslo como queramos y yo le llamo Dios) dé transcendencia, de algo que de aliento a esta aridez. Y, lo segundo y más importante: luchar por la justicia. Luego vienen los problemas que eso acarrea. ¿Luchar por la justicia es meterse en política o no? Eso es otro problema. ¿Y la violencia? Ése es otro tema. Pero el mensaje es muy importante: hay que empaparse de esta idea de luchar por justicia. Yo me echo a temblar cuando veo la autocomplacencia de las democracias. Cuando se empieza: "en democracia...". Bien, está bien que tengamos democracia pero ahí no se acaba. ¿No es mejorable esta democracia? ¿Y qué hacemos con los lugares donde no la hay? ¿No tenemos responsabilidad? Fue un esfuerzo por reconocer que hemos organizado el planeta mal, pero que es posible un esfuerzo para empaparlo de bondad. Si no creen en Jesús, que inventen a otro, que se llame Gandhi o como quieran, pero que lo de Kenia no pase impune. Que no seamos ignorantes de lo de Chad, Kenia, el Congo, El Salvador... Nadie habla ya de estos países.

Tampoco quería pedirle una opinión sobre las consecuencias de la notificación del Vaticano de marzo de 2006 censurando su manera de entender la figura de Jesucristo pero sí sobre una carta que dicen que escribió a un compañero suyo de Bilbao en la que, según ha trascendido a los medios, escribía: "Me creerás si te digo que más que Roma me preocupa lo que dice la cocinera, si han visto en nosotros gente de bien...".

Bueno, mi intención no era que se hiciera pública esta carta y hay que entenderla en un contexto pero, en el fondo, lo que pretendía explicar es que muchas veces lo que más te afecta como cristiano no es lo que diga una autoridad de cualquier tipo, sino lo que dice una persona normal. Si alguien así dijera de mí: "éste, de cristiano, tiene poco" me afectaría mucho, aunque lo que ha sucedido lógicamente me preocupa. ¿Dónde está la máxima autoridad? Está en los que sufren. Ante ellos es ante los que uno está más indefenso. Existe una autoridad política, religiosa o militar, pero es ante esta gente ante hay que responder.

Su compañero Ellacuría planteó antes de morir un concepto nuevo en torno al desarrollo. Él hablaba de "la civilización de la pobreza"...

Ignacio Ellacuría lo lanzó en la recogida de un premio en 1989 en Barcelona. Poco después lo mataron. Él partía de la tesis de que la sociedad está enferma y se preguntaba cómo sanarla. Creía que la actual civilización, la civilización de la riqueza , hace del capital el motor de la Historia. El sentido de la vida es acumular cosas. Sabiendo que los recursos son limitados llegó a la conclusión de que era un desarrollo insostenible porque es imposible que todos alcanzaran ese nivel de riqueza. Por eso propuso superarla con la civilización de la pobreza , una civilización donde el motor sea el trabajo, en la que los seres humanos hagan y se hagan. Donde el sentido de la vida sea satisfacer las necesidades básicas y la solidaridad. Esto forma parte del Ellacuría olvidado. La gente no empuja esta idea. En la pobreza hay un principio de civilidad. Estamos dándole vueltas a otras cosas, pensando que "ya hemos llegado a la democracia", olvidando algo tan básico como lo anterior.

No hay comentarios: