XXIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO A: El sentido del perdón con abundancia

Por fr. Julián Riquelme, op
Mt 18,21-35

a) Contexto

A los discípulos les cuesta armonizar la experiencia del perdón gratuito recibido de Dios, y la práctica de la reconciliación con los hermanos (cf. Mt 18,28.31).
La dificultad se debe a que varios integrantes de las comunidades siguen todavía con la mentalidad judía, en cuanto al perdón de los ofensas. Los maestros de la ley, en sus sinagogas, enseñaban el perdón fraterno, pero dentro de un sistema jurídico y casuístico, basado en una multitud de ordenanzas: discutían sobre el número de perdones legítimamente otorgados; con frecuencia proponían el número de cuatro como cifra máxima.
A Pedro le parece haber encontrado la solución: "¿Hasta siete veces?" (Mt 18,21).
Jesús quiere ir a algo más hondo de la persona. El Señor no niega el valor de la justicia y de las avenencias legales en la relación social. Cristo propone ubicarse ahora en la misma fuente y raíz de la reconciliación fraterna, de tal manera que, donde existió la ofensa y el deseo de venganza, comience a irradiarse el sentido del perdón con abundancia (Mt 18,22; cf. Gn 4,24).

b) Sentido

Para iluminar más su enseñanza sobre el "perdón de las ofensas", Jesús ofrece la parábola de las dos deudas. Los ejes de esta parábola son cuatro realidades opuestas o distintas:

" •Un rey y los servidores. Al rey en el antiguo Oriente se le considera omnipotente, señor de la vida y de la muerte, y juez supremo de sus súbditos; los servidores son sólo administradores (Mt 18,23). En la parábola, el rey representa a Dios; los servidores son figura de los discípulos.

• Una deuda impagable y otra muchísimo menor. Lo que se le debe al rey son muchos millones (cf. Mt 18,24); lo que se adeuda al servidor perdonado es una pequeña cantidad (cf. Mt 18,28). En la parábola, los "diez mil talentos" simbolizan la gracia del perdón, que recibimos de Dios; los "cien denarios" o la pequeña cantidad de dinero, que se adeuda, es imagen de las ofensas recibidas de otros hermanos o hermanas.

• La misericordia del rey y la crueldad del primer servidor. Hecha la petición de plazo para pagar por el servidor, el rey concede más: perdona de manera absoluta la deuda (Mt 18,26-27); cuando el compañero adeudado pide plazo al servidor perdonado, éste se lo niega y hace que lo castiguen (Mt 18,30). En la parábola, la actitud del rey retrata la generosidad de Dios al perdonar; la actitud del servidor dibuja el sentido limitado, que nosotros tenemos a veces en la reconciliación.

• Las dos reacciones del rey: la inicial y la final. El rey inicialmente es generoso; pero, vista la crueldad del servidor, al final aparece como muy severo, porque respeta la libertad (Mt 18,27.32-34). Dios es sumamente serio en su perdón; su nobleza obliga.

Resumiendo el pensamiento del Evangelista Mateo:

1. Para quienes hacen la experiencia de la gratuidad de Dios, el fundamento de la comunidad cristiana, ha de ser, más que los éxitos, el perdón fraterno (cf. Mt 5,9.48; 6,14-15; 1 Jn 4,20).
2. Aunque la actitud de generosidad en la reconciliación es permanente aquí, ahora y siempre, para los seguidores de Jesús: sin embargo, la práctica, al interior de la comunidad cristiana, ha de estar orientada por los criterios de la corrección fraterna (Mt 18,15-20), mientras que en la sociedad civil ha de regirse por la ley de talión, realizando gestos voluntarios que inquieten la conciencia del agresor (Mt 5,38-42). En ningún caso se ha de destruir la relación simétrica que ha de existir entre todos los seres humanos.

c) Leer la Biblia relacionando amor y perdón

En primer lugar, ver cómo el amor de Dios se manifiesta en el texto bíblico elegido.
En segundo lugar, preguntarse si me cuesta mucho cultivar la actitud de perdón.
Por último, si me cuesta mucho: Pedir a Jesús que aumente el amor en mi vida.

d) Imagen de Dios, libertad humana y nuestra religiosidad

Algunos opinan según el adagio: "La venganza es el néctar de los dioses". Otros, por el contrario, piensan que la revancha empeora las relaciones entre las personas.
Cuando adherimos a la persona de Jesús, experimentamos que Él manifiesta la verdadera imagen de Dios.
Entonces descubrimos que la tarea más bella es parecernos a Dios, que es bondadoso, justo y misericordioso.
El fondo de nuestra libertad es la imagen de Dios en mí y en los otros.
Esto permite que nuestra religiosidad se haga más plena.

† PARA LA REFLEXIÓN

1. ¿Cuál era la situación de la comunidad cristiana, que se insinúa en el Evangelio de hoy?
2. ¿Qué expresiones de este trozo bíblico te impactan más? ¿Por qué?
3. ¿Qué enseñanza fundamental sobre la reconciliación ofrece el texto?
4. ¿Corre nuestra comunidad el riesgo de reproducir los vicios presentes en la sociedad?
5. ¿Qué podemos hacer para evitar estos vicios?