El Salvador: ¿Cómo actuaría Jesús ante la situación en que estamos? (III)

Por Héctor Fernández *
Publicado por Adital

Ciudad Juárez, México.

Pariendo Esperanza

Nuestra realidad latino Americana con tantas cruces, nos revela al Dios que esta en los sufridos/as, nos hace presente el mensaje de aliento que Dios ha dado a su Iglesia, en el curso de la historia, en muchas partes de las Sagradas Escrituras, recordemos el libro de la Revelación, el Apocalipsis, el aliento a la Iglesia perseguida, para seguir adelante, enfrentando lo aplastante y brutal de la bestia.

La esperanza como experiencia personal es fruto de una fe firme en Dios, confianza en la Palabra de Dios que promete el triunfo final del bien sobre el mal, de la luz sobre las tinieblas, de la vida sobre la muerte. El salmo 45 es una fuente de esperanza en nuestro tiempo: "2 Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. 3 Por eso no tememos aunque tiemble la tierra, y los montes se desplomen en el mar. 4 Que hiervan y bramen sus olas, que sacudan a los montes con su furia: El Señor de los Ejércitos está con nosotros, es el Dios de Israel, nuestra defensa"Esta esperanza no esquiva la realidad, no huye de la realidad, siempre tiene en perspectiva el futuro. Por ello sabe luchar contra el mal, la mentira y la muerte, dentro y fuera de la Iglesia, es esperanza encarnada en el momento presente, en la historia. Los cristianos/as creemos firmemente en la Palabra de Jesús que nos dice que: "El Reino de Dios está en medio, dentro de nosotros/as" Lucas 17. 20 - 21.Nuestra esperanza es una virtud personal, es parte de las tres virtudes teologales, pastorales, Fe, Esperanza y amor Primera a los Corintios 13. 13, es necesariamente comunitaria. Nace, se alimenta y se sostiene en el interior de la comunidad cristiana, por ello es Comunión, Comunidad.

Citaré dos frases de personas que con sus vida nos ayudan a recuperar la esperanza: Martín Luther King: "Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol."; Gandhi: "Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa." La esperanza cristiana es justicia, paz, reconciliación, liberación de todas las esclavitudes que nos acosan, dentro y fuera de la Comunidad de fe. La verdadera esperanza cristiana es comprometida, militante. Tiene un alto contenido de resistencia, pues resiste con el poder de Dios a la mentira, la injusticia, la discriminación, la manipulación dentro y fuera de la comunidad de fe, todo eso nos coloca en el conflicto, no es posible vivir y practicar coherentemente el Evangelio sin vivir el conflicto, porque cuando se vive un cristianismo coherente se entra en conflicto con poderes temporales no solo políticos sino también religiosos, "cristianos" en oficinas para eclesiales y estructuras de la "iglesia".La esperanza cristiana coherente con Dios debe encarnarse en testimonio vivo (ética cristiana) solo así podrá afectar positivamente la comunidad de fe y todos los ámbitos de la actividad humana: la política, economía, cultura, educación, organización social. En este sentido cada uno/a de nosotros somos una esperanza en la medida que asumimos el discipulado de Jesús siendo coherentes en la practica y el discurso.

En este espíritu de hermandad, solidaridad, fe y justicia, finalizare esta reflexión retomando la iniciativa profética de Ana, que fue precursora del profetismo de Israel y en sus palabras que hoy cito nos recuerda también a la Madre de Jesús y con ellas a todas las mujeres en América Latina y otros continentes que actúan con mucha fe, esperanza y amor: Primera Samuel 2. 1 - 10"Mi alma se alegra en Dios, me siento llena de fuerza, ahora puedo responder a mis enemigos, pues me siento feliz con su auxilio. Pues nada hay fuera de ti, no hay roca tan firme como nuestro Dios. No digan tantas palabras altaneras, ni salga de su boca la arrogancia porque Dios lo sabe todo, el juzga las acciones de todos. El arco de lo fuertes se ha quebrado, mientras que los débiles se han hecho fuertes. Los que estaban satisfechos van a trabajar por un pedazo de pan mientras que los débiles no necesitan hacerlo. La mujer estéril da a luz siete veces; en cambio, la madre de muchos hijos se marchita. Dios es quien da muerte y vida, quien hace bajar al lugar de los muertos y volver a la vida. Dios da y quita riquezas, humilla y ensalza. Levanta del polvo al desvalido y, de la mugre, saca al pobre, para que pueda sentarse con los grandes y ocupar un lugar de privilegio. Porque Dios ha hecho los pilares de la tierra y sobre ellos ha puesto el universo. El guía los pasos de sus fieles y los malos desaparecen en las tinieblas pues no es por la fuerza como triunfa el hombre. El altísimo hace tronar los cielos, Dios hace justicia hasta los extremos del mundo y da fuerzas a su rey, haciendo sobresalir a su elegido"Sigamos en la "locura de la cruz" intentando ser oidores y hacedores fieles del evangelio de Jesús, con nuestro compromiso desde abajo, desde adentro y a la izquierda. Desde el interior de la iglesia que es pobre que tiene corazón de pobre, que ama la vida, la defiende, que tiene los pies polvosos, porque esta en los mercados, en los barrios marginales viviendo, nos solo visitando, Iglesia que acompaña a las personas en la calle, con las y los pobres, juntos juntas construimos alternativas de vida ante el aparato diabólico capitalista con su rostro actual.

Finalmente, debo reiterar que otro mundo no solo es posible, sino que es urgente y necesario.

* Teólogo. Instituto Ecuménico Diaconal 'Esteban'