El titular de Cáritas Argentina consideró que no es ético quedarse en la discusión estadística y, mucho menos, permanecer indiferentes ante las situaciones de inequidad que todavía padecen millones de argentinos.
El titular de Cáritas Argentina, obispo Fernando Bargalló, consideró este viernes "imprescindible" dejar de lado las polémicas por las cifras de pobreza e indigencia, y reclamó acciones concretas para luchar contra el hambre y las "situaciones de inequidad que aún se viven en el país".
"Aunque sea lícito disentir en cuanto a la cantidad de personas que viven en la pobreza, no sería ético quedarnos en la discusión y, mucho menos, permanecer indiferentes", advirtió el prelado en un mensaje con motivo del Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, que se conmemora mañana.
Bargalló consideró que "para comprender el drama de la pobreza y trabajar en su superación es prioritario acercarnos a los pobres, y reconocerlos". "Urge recordar y asumir que detrás de los porcentajes hay siempre personas que sufren, historias de vida, de lucha cotidiana y también de esperanza", aseveró.
El titular de Cáritas criticó que la problemática de la pobreza se ciña a "indicadores, cifras, porcentajes que, elaborados estadísticamente desde estudios macroeconómicos, pretenden dar cuenta fehaciente de las variaciones positivas o negativas en la vida de un pueblo o nación". "Es frecuente que dichos guarismos susciten intensos debates, discusiones y análisis de todo tipo, en orden a determinar si efectivamente aumentó o disminuyó la cantidad de pobres, como si allí estuviera el nudo del problema", se quejó Bargalló.
Tras reiterar que "es imprescindible que, individual y socialmente, superemos la perspectiva de las mediciones numéricas", recordó que la misión en Cáritas es "ubicar a los pobres en el centro y, desde sus propias necesidades y capacidades, descubrir juntos los pasos a dar para transformar las situaciones de inequidad que aún se viven en nuestro país".
Bargalló aseveró que "este desafío convoca diariamente" a esa organización caritativa de la Iglesia, e hizo suyas recientes palabras del cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, presidente de Caritas Internationalis, ante las Naciones Unidas.
"Es necesario que nos veamos nosotros mismos no en un Tercer Mundo y en un Primer Mundo, sino en un mundo en el que nuestra obligación para con los pobres sea compartida", pidió el purpurado hondureño.
Bargalló expresó su deseo de que la conmemoración del Día Internacional de la Erradicación del Hambre permita "tomar mayor conciencia del dolor de los pobres" y que además "se transforme en un firme compromiso de trabajo y servicio por el bien común de todos y de todas".
El Día Internacional de Erradicación de la Pobreza fue establecido por la asamblea general de las Naciones Unidas de 1993, a fin de concientizar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
Según recientes datos de la FAO, América Latina retrocedió gran parte de lo que había avanzado en 15 años en su lucha contra el hambre, afectada por el alza de los precios de los alimentos, en un escenario que podría empeorar por la actual crisis financiera.
En 1990, los subnutridos de la región llegaban a los 53 millones de personas sobre un total mundial de 842 millones. Esa cantidad cayó a 45 millones entre 2003 y 2005 en América Latina, pero subió a 848 millones en el mundo.
Pero en 2007 el número de personas con hambre se incrementó en seis millones, totalizando en la región 51 millones y 923 en todo el mundo.
El titular de Cáritas Argentina, obispo Fernando Bargalló, consideró este viernes "imprescindible" dejar de lado las polémicas por las cifras de pobreza e indigencia, y reclamó acciones concretas para luchar contra el hambre y las "situaciones de inequidad que aún se viven en el país".
"Aunque sea lícito disentir en cuanto a la cantidad de personas que viven en la pobreza, no sería ético quedarnos en la discusión y, mucho menos, permanecer indiferentes", advirtió el prelado en un mensaje con motivo del Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, que se conmemora mañana.
Bargalló consideró que "para comprender el drama de la pobreza y trabajar en su superación es prioritario acercarnos a los pobres, y reconocerlos". "Urge recordar y asumir que detrás de los porcentajes hay siempre personas que sufren, historias de vida, de lucha cotidiana y también de esperanza", aseveró.
El titular de Cáritas criticó que la problemática de la pobreza se ciña a "indicadores, cifras, porcentajes que, elaborados estadísticamente desde estudios macroeconómicos, pretenden dar cuenta fehaciente de las variaciones positivas o negativas en la vida de un pueblo o nación". "Es frecuente que dichos guarismos susciten intensos debates, discusiones y análisis de todo tipo, en orden a determinar si efectivamente aumentó o disminuyó la cantidad de pobres, como si allí estuviera el nudo del problema", se quejó Bargalló.
Tras reiterar que "es imprescindible que, individual y socialmente, superemos la perspectiva de las mediciones numéricas", recordó que la misión en Cáritas es "ubicar a los pobres en el centro y, desde sus propias necesidades y capacidades, descubrir juntos los pasos a dar para transformar las situaciones de inequidad que aún se viven en nuestro país".
Bargalló aseveró que "este desafío convoca diariamente" a esa organización caritativa de la Iglesia, e hizo suyas recientes palabras del cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, presidente de Caritas Internationalis, ante las Naciones Unidas.
"Es necesario que nos veamos nosotros mismos no en un Tercer Mundo y en un Primer Mundo, sino en un mundo en el que nuestra obligación para con los pobres sea compartida", pidió el purpurado hondureño.
Bargalló expresó su deseo de que la conmemoración del Día Internacional de la Erradicación del Hambre permita "tomar mayor conciencia del dolor de los pobres" y que además "se transforme en un firme compromiso de trabajo y servicio por el bien común de todos y de todas".
El Día Internacional de Erradicación de la Pobreza fue establecido por la asamblea general de las Naciones Unidas de 1993, a fin de concientizar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
Según recientes datos de la FAO, América Latina retrocedió gran parte de lo que había avanzado en 15 años en su lucha contra el hambre, afectada por el alza de los precios de los alimentos, en un escenario que podría empeorar por la actual crisis financiera.
En 1990, los subnutridos de la región llegaban a los 53 millones de personas sobre un total mundial de 842 millones. Esa cantidad cayó a 45 millones entre 2003 y 2005 en América Latina, pero subió a 848 millones en el mundo.
Pero en 2007 el número de personas con hambre se incrementó en seis millones, totalizando en la región 51 millones y 923 en todo el mundo.
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