NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

viernes, 15 de mayo de 2009

VI Domingo de Pascua - Ciclo B (Juan 15,9-17): DIOS ES AMOR Y UN DÍA SE LE ESCAPÓ EL CORAZÓN


1.- Yo os he amado como el Padre me ama a Mí. Os he amado con el amor más grande que es dar la vida por los amigos. Pues sed mis amigos cumpliendo mi mandato que es que os améis los unos a los otros como Yo os he amado”. Este es el resumen de este evangelio.

--Jesús nos manda amarnos unos a otros con ese volcarse por entero en el otro, como el Padre le ama a Él, tan vaciándose en el otro que de dos se hace uno.

--Y nos manda que nos amemos Él como nos ha amado a nosotros, hasta el extremo, hasta dar la vida, hasta desvivirse por el otro.

--Ya no es amar a los demás como a uno mismo, es amar a los demás más que a si mismo.

Necedad de Dios, insensatez de Dios, diría San Pablo, pero que supera toda sabiduría humana. Y éste es el único mandamiento que el Señor Jesús nos deja. Es la única cláusula de su testamento, si cumplimos esto seremos cristianos, amigos del Señor Jesús, si no olvidemos nuestra amistad con Él.

2.- Todos somos muy listos, más que el Señor, ocultos racionalistas, tenemos respuestas para todo. “La caridad empieza por uno mismo”, “la prudencia debe regir a la misma caridad”, “esta mandamiento del Señor es una utopía, algo a lo hay que tender”.

Todo son frases bonitas con las que vamos empujando el único mandamiento del Señor Jesús a un aparcamiento, mejor a un cementerio de coches donde lo dejamos aparcado para siempre, pero con nuestra conciencia tranquila.

Ninguno tenemos la fiereza, la divina insensatez de tomar el mandato a la letra. Y cuando aparece alguno que lo hace, que da su vida por los demás, que se contagia de alguna enfermedad por asistir a los enfermos, que se deshace, día a día por los hermanos, nos apresuramos a subirlo a lo más alto de los altares, tal vez con el ánimo de apartarlo de nosotros en la lejanía de esa utopía que nos hemos inventado, con tal de no reconocer nuestra cobardía y falta de fe cristiana.

3.- Dios es amor y un día se le escapó el corazón y se hizo hombre, en Jesús, para enseñarnos a amar a lo Dios con un corazón humano.

--Cada uno de nosotros somos un trocito del corazón de Dios, que viene al mundo para regresar a Dios, dejando en este mundo una estela de cariño, de calor humano, de comprensión

--Cada uno de nosotros es responsable de que nuestro mundo se vaya enfriando más y más, muy al contrario de ese efecto invernadero de que nos hablan los sabios.

Jesús vino a poner fuego en el mundo y que quiere si no arda. El Señor se dio cuenta de que la lumbre se iba extinguiendo en los hogares, que el hombre se iba quedando solo en la sociedad, acurrucado junto a una lata agujereada en que humea moribundo un rescoldo, que acabará muriendo al frío de los egoísmos.

4.- El mandato de Jesús viene a descubrirnos que en el mundo cristiano no deben existir el TÚ y el YO, sino que debe quedar solamente el TÚ, que es olvidarse uno de si mismo para pensar solamente en el otro.

De esto saben las madres. Desde antes de nacer el niño lo aman más que a su propio bienestar, sacrifican su tiempo, su preocupación. Cada diente que echa el niño, cada centímetro que crece, cada paso vacilante que da va envuelto en el cariño de la madre, cada palabra mascullada es sólo interpretada por el amor de la madre.

Los primeros disgustos infantiles encuentran consuelo en el regazo de la madre, la cuesta arriba de los estudios está alentada por la preocupación maternal. El primer amor fuera del hogar es el arrancón del corazón de la madre que siente que el hijo empieza a dejar de ser suyo.

Y luego, en toda la vida, la oración de la madre nos envuelve en dulzura y armonía, hasta que ella nos falta. Y es entonces cuando caemos en la cuenta de que fue la madre y su amor, la encarnación del amor de Dios a nuestra vera.

Debería haber un altar con tantas hornacinas como madres hay en el mundo, yo no perdería el tiempo en buscar milagros para hacer santos nuevos, porque los tenemos por las calles haciendo la compra, en los parques empujando los cochecitos del hijo, en las puertas de los colegios esperando a los pequeños o en las iglesias pidiendo a los otros santos por cada uno de sus hijos.

Este es mi himno de agradecimiento a la que fue mi madre y a todas vosotras madres que me escucháis. Tal vez, hubiera sido más apropiado hacerlo el domingo pasado, que celebrábamos el Día de la Madre, pero entender que no es cosa de fechas, no de un día al año. Es cosa de siempre el amor de cada madre, como lo es, siempre, el amor de Dios.

No hay comentarios: