En nombre de un Dios supuestamente blanco y colonizador, que naciones cristianas han adorado como si fuese el Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, millones de Negros vienen siendo sometidos, durante siglos, a la esclavitud, a la desesperación y a la muerte. En Brasil, en América, en la madre Africa, en el Mundo.
Reflexión Ecuménica
DOMUND
Estamos llegando del fondo de la tierra,
estamos llegando del vientre de la Noche,
carne de azote somos:
hemos venido para recordar.
Estamos llegando de la muerte en los mares,
estamos llegando de las turbias bodegas,
herederos de la nostalgia somos,
hemos venido a llorar.
Estamos llegando de los negros rosarios,
estamos llegando a nuestros terrenos,
santos malditos somos:
hemos venido a rezar.
Estamos llegando del suelo de los talleres,
estamos llegando del son y de las formas,
arte negado somos:
hemos venido a crear.
Estamos llegando del fondo del miedo,
estamos llegando de las sordas cadenas,
un largo lamento somos:
hemos venido a loar.
Del Exilio de la Vida,
de las minas de la Noche,
de la carne vendida,
de la Ley del azote,
del banzo de lo mares...
a los Nuevos Albores:
¡vamos a Palmares
todos los tambores!
Estamos llegando de las ricas cocinas,
estamos llegando de los ricos burdeles,
carne vendida somos:
hemos venido a amar.
Estamos llegando de las viejas senzales,
estamos llegando de las nuevas favelas,
margen del mundo somos:
hemos venido a danzar.
Estamos llegando de los trenes de los suburbios,
estamos llegando colgados como locos,
con la vida entre los dientes llegamos:
hemos venido a cantar.
Estamos llegando de los grandes estadios,
estamos llegando de la escuela de samba,
sambando rebeldía llegamos:
hemos venido a contonearnos.
Estamos llegando del vientre de las Minas,
estamos llegando de las tristes chabolas,
gritos silenciados somos:
hemos venido a reivindicar.
Estamos llegando de la cruz de los ingenios,
estamos sngrando por la cruz del Bautismo,
marcados a hierro:
hemos venido a gritar.
Estamos llegando de los altos cerros,
estamos bajando de la ley de la Bajada,
de cuevas sin nombre llegamos:
hemos venido a clamar.
Estamos llegando de la tierra de Palmares,
estamos llegando del son de los tambores,
los Nuevos Palmares somos:
hemos venido a luchar.
Pedro Casaldáliga
Al acecho del Reino
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