NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

jueves, 25 de noviembre de 2010

I Domingo de Adviento (Mt 24, 37-44) - Ciclo A: ¡ATENTOS! ¡DESPABILAD!



Nos dicen que todo va bien.
¿El paro? La mayor parte es un fraude. ¡Hay tanto parado que trabaja, tanta economía sumergida!
¿La subida de los precios? Es cierto, hay precios que su ben, ¡pero también suben [algunos] sueldos!
¿La acción política? Tranquilos, que todo está en buenas manos... Vamos a salir adelante, todo va por buen camino...
¿Para qué preocuparse? Lo mejor es sentarse delante de la TV a ver cómo se divierten los dueños de las grandes em presas petroleras del imperio o los magníficos (!) vinateros de California.
¿Para qué preocuparse tanto? Lo mejor es portarse bien, estarse quietecito y, si es posible, buscarse un carnet con futuro...

UN ANTIGUO IDEAL

Varios siglos antes de que Jesús de Nazaret predicara su mensaje, Isaías, un profeta del antiguo Israel, formuló un ideal que sigue siendo, todavía hoy, sólo un deseo, un proyecto aun muy lejano: «De las espadas forjarán arados; de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adies trarán para la guerra» (Is 2,4).
No. No hay paz. Nos dijeron que la había y nos quedamos dormidos en los laureles. Pero no. No está en paz el parado (ni siquiera el que trabaja clandestinamente). No está en paz la mujer de pueblo que ve cómo sube la vida, aunque vea tam bién que los lujos le saldrían más baratos... si se los pudiera costear. No está en paz un país que financia la guerra o que comercia con ella...
Ciertamente: el ideal de Isaías, tan viejo, y aún sin es trenar.

EL IDEAL DE JESUS

La propuesta de Isaías fue ampliamente superada por Je sús de Nazaret. Y no sólo porque puso la meta mucho más lejos, sino porque trazó con claridad y recorrió hasta el final el camino que nos puede llevar a conseguir ese objetivo: cambiar este mundo y convertirlo en un mundo de buenos hermanos. El se mantuvo despierto hasta el final, sin dejarse adormecer por los distintos cantos de sirena que le entonaron durante toda su vida [p. ej.: las tentaciones (Mt 4,1-11); véase el co mentario en el domingo primero de Cuaresma] y sin permitir que lo asustaran las amenazas que, al final, lo llevaron a la muerte.
Ese proyecto, el reino de Dios lo llaman los evangelios, se realizará en dos etapas: una primera, en la que se va constru yendo la fraternidad en este mundo, en medio de luchas y per secuciones; otra etapa, definitiva, más allá de esta historia. En el evangelio de hoy, y respondiendo a sus preguntas, Jesús advierte a sus discípulos que en el período histórico acecha un peligro: el dormirse en los laureles, el sentarse a esperar la ale gría futura, olvidándose de construir y conquistar para todos Ja felicidad presente: «Por tanto, manteneos despiertos, pues no sabéis qué día va a llegar vuestro Señor... Pues estad tam¬bién vosotros preparados, que cuando menos lo penséis, llegará el Hombre» Y es que el presente y el futuro están indiso lublemente unidos en él, el Hombre, que vino no a enseñarnos el camino del cielo, sino a dar su vida para traer el cielo a la tierra.

MANTENEOS DESPIERTOS

En aquella hora trágica del huerto de Getsemaní (Mt 26, 36-46; Mc 14,32-42; Lc 22,39-46), con el sabor amargo de la traición y el fracaso en el paladar, pero con la seguridad de sa ber que el amor es más fuerte que la muerte, Jesús pidió a los tres discípulos que tenía más cerca que se mantuviesen des piertos («Me muero de tristeza. Quedaos aquí y manteneos despiertos conmigo»: Mt 26,38); esto es: los invita a que lo sigan y lo acompañen hasta la muerte, hasta dar ia vida, si ello era preciso, para que en el mundo los hombres puedan vivir como hermanos.
Estar despiertos significa, por tanto, acompañar a Jesús de Nazaret en su duro camino hacia Jerusalén, hacia la cruz. No dejarlo solo ante su muerte, punto culminante de su lucha con tra el orden injusto -el desorden establecido- de esta so ciedad.
Estar despiertos, estar despabilados comporta el no dor mirse en los laureles cuando nos dicen y se empeñan en hacer nos creer que todo va bien.
Estar despiertos equivale a no poner límite al amor; a no dejar que nos distraigan de nuestro objetivo como cristianos, a estar siempre atentos para descubrir y luchar contra lo que impide la fraternidad y apoyar con todas nuestras fuerzas lo que la favorece.
Estar despiertos es jugarse el tipo por cualquier cosa que pueda contribuir a la felicidad de los hombres, especialmente de aquellos que viven más lejos de la alegría.
Estar despiertos, estar despabilados, es moverse, mante nerse ocupados en realizar el bien común, aunque, por mover nos, no salgamos en la foto.
Estar despiertos es ponerse a trabajar sin descanso para que el viejo ideal de Isaías, englobado dentro de la propuesta de Jesús, se vaya haciendo realidad...

No hay comentarios: