“Claves para lectio divina para jóvenes”
Proyecto Lectionautas
CEBIPAL/CELAM – SOCIEDADES BÍBLICAS UNIDAS
Padre Germán Eduardo González, frp.
Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan
vida. “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6)
Proyecto Lectionautas
CEBIPAL/CELAM – SOCIEDADES BÍBLICAS UNIDAS
Padre Germán Eduardo González, frp.
Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan
vida. “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6)
TEXTO BÍBLICO Mateo 28, 16 - 20
La misión de los discípulos
16 Los once discípulos se fueron a Galilea, al cerro que Jesús les había indicado. 17 Cuando se encontraron con él, lo adoraron, aunque algunos de ellos todavía dudaban de que realmente fuera Jesús.
18 Pero él se acercó y les dijo:
«Dios me ha dado todo el poder para gobernar en todo el universo. 19 Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 20 Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo.»
1 - LECTURA
¿Qué dice el texto?
Pistas para la lectura
¡Hola Lectionautas!
Saludos cordiales en Cristo Resucitado, que venciendo las cadenas de la muerte y las tinieblas del pecado nos ha hecho partícipes de la grandiosa esperanza en la vida eterna.
Imagínense que un buen día sucede algo inesperado y papá y mamá (o quienes sean el responsables del lugar donde vives) tienen que salir durante un mes de la ciudad y te hacen responsable de todas las actividades de la casa. Absolutamente de todo, ¿Te imaginas cómo te sentirías querido Lectionauta, si te dejan una lista de actividades y te hacen responsable por primera vez en tu vida del manejo de la casa?. Frente a todas estas cosas parecería como si quisieras decir: “¡Por favor no se vayan, no me dejen solo con toda esta responsabilidad!” Pues bien, algo parecido sucedió en la Ascensión del Señor. Si hemos hablado de los padres que se van de la casa durante algún tiempo, esta lectio divina se realiza hoy sobre el tema de la relación entre Cristo que ya está en los cielos y la Iglesia que peregrina en la tierra.
Volvamos al ejemplo… Los padres de familia estarán fuera durante unas semanas y quien queda encargado de cuidar la casa eres tú, pero anhelas que vuelvan cuanto antes. Esto es exactamente lo mismo que sucede a los apóstoles… Jesús se va y, en adelante, los encargados de realizar lo que debería estar haciendo Jesús son sus discípulos.
El Señor también le deja una lista de actividades a sus discípulos, que aunque mucho más corta que la lista que les hice como ejemplo, es mucho más compleja: “Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con
ustedes hasta el fin del mundo.”
Parecería como si Jesús les estuviera diciendo: “Yo ya hice mi parte, ahora hagan la de ustedes, pero no se preocupen que yo los estaré observando, bendiciendo e iluminando.” Empieza un nuevo proceso en el que Jesús sigue siendo protagonista, pero los responsables de llevarlo a cabo son los discípulos que se van de dos en dos por todo el mundo a anunciar la buena nueva de la salvación.
¿Qué harán los discípulos entonces? Pues lo que Jesús estaría haciendo en persona: pregonando la alegría de la salvación, perdonando los pecados, predicar con alegría y convirtiendo muchos corazones con la fuerza de la palabra y la del testimonio de vida.
Ahora es la comunidad de creyentes la que debe hacer y decir, del mismo modo que el decía y hacía. Esta es la nueva misión que compete no solo a los personajes bíblicos, sino también a todos los que profesamos nuestra fe en la Iglesia y en la adorable persona de Nuestro Señor Jesucristo.
Para tener presente:
San Agustín tiene una frase muy bonita que resume de especial manera todo lo que acabamos de abordar en esta Lectio Divina. Te recomiendo aprenderla de memoria y enseñarla a tus familiares y amigos:
“Lo que hay de Cristiano en un Cristiano es Cristo.”
Esta frase nos ayuda a ser consientes que lo que hacemos en nombre de Cristo, no se realiza por nuestros propios méritos, sino gracias a la acción del Resucitado que por medio del Espíritu Santo obra maravillas en nosotros.
Otros textos bíblicos para confrontar:
Mateo 18, 20
Juan 14, 18 – 21.
Preguntas para la lectura
• ¿Qué fue lo que hicieron los discípulos en el monte que Jesús les había indicado cuando lo vieron?
• Jesús habla de un lugar en donde se le ha dado poder ¿Qué lugar es este?
• ¿Qué tareas concretas encomienda Jesús a sus discípulos antes de irse?
• Jesús nos habla en esta lectura respecto de un tiempo en que estará con nosotros ¿Recuerdas cuál es ese tiempo?
2 - MEDITACIÓN
¿Qué me dice? ¿Qué nos dice?
Preguntas para la meditación
Ante este texto tan importante, debo preguntarme:
• ¿Me siento satisfecho de la manera como yo mismo pregono las maravillas del Señor?
• ¿Siento que la invitación de Jesús a sus discípulos también es una invitación para mi?
• Como cualquier persona se que tengo responsabilidades en mi casa pero ahora sé que también tengo responsabilidades en mi vida de fe… ¿Cumplo con esas responsabilidades?
3 - ORACIÓN
¿Qué le digo? ¿Qué le decimos?
Señor Jesús.
Sabemos que al subir al cielo, no nos dejaste solos con la responsabilidad a nuestras espaldas. Sabemos que sigues con nosotros, acompañándonos, amándonos, comprendiéndonos.
Hoy Señor Jesús, te pedimos que nos hagas pregoneros incesantes de tu palabra, que nuestra vida sirva para testimoniar el inmenso amor que tu nos tienes.
Danos sabiduría para no dudar ni un solo instante de lo maravilloso que es tu amor. Danos fortaleza para no desfallecer en nuestro camino de fe. Danos entendimiento para comprender cada día mejor lo que esperas de nosotros.
Amén.
4 - CONTEMPLACIÓN
¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje?
• En un rato de meditación, intenta imaginar lo que experimentaron los discípulos al sentirse responsables de una misión tan importante como la que nos narra el texto de la Lectio Divina del día de hoy.
• Piensa de qué manera has respondido a la invitación que te ha hecho Jesús, la de ser testigo de su amor.
• ¿Qué sentimiento experimentas al escuchar la frase de Jesús “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo?
5 – ACCIÓN
¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?
Propuestas personales
• Invita a una persona que no sea participativa de las cosas de la Iglesia a dialogar algunos momentos respecto de la persona adorable de Nuestro Señor Jesucristo.
• En este mismo diálogo, siente que la invitación de Jesús a anunciar las maravillas de su amor es especialmente hecha para ti.
• Analiza el diálogo luego de terminado y piensa en las cosas que le dijiste y reflexiona en torno a ello.
• Realiza este mismo ejercicio con algún familiar que este alejado de las prácticas religiosas… “No tengas miedo”.
Propuestas comunitarias
• Lee con otros jóvenes o lectionautas este texto y coméntalo en grupo.
• Redacten juntos una oración por las misiones y los misioneros y oren con ella.
• Pregúntense si el Señor los esta llamando a ustedes a ser los nuevos misioneros del año 2008.
• La Iglesia en América Latina comienza LA GRAN MISIÓN CONTINENTAL, pregunta cómo puede tu grupo ser parte de la misma.
• No olviden que la misión empieza por casa.
La misión de los discípulos
16 Los once discípulos se fueron a Galilea, al cerro que Jesús les había indicado. 17 Cuando se encontraron con él, lo adoraron, aunque algunos de ellos todavía dudaban de que realmente fuera Jesús.
18 Pero él se acercó y les dijo:
«Dios me ha dado todo el poder para gobernar en todo el universo. 19 Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 20 Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo.»
1 - LECTURA
¿Qué dice el texto?
Pistas para la lectura
¡Hola Lectionautas!
Saludos cordiales en Cristo Resucitado, que venciendo las cadenas de la muerte y las tinieblas del pecado nos ha hecho partícipes de la grandiosa esperanza en la vida eterna.
Imagínense que un buen día sucede algo inesperado y papá y mamá (o quienes sean el responsables del lugar donde vives) tienen que salir durante un mes de la ciudad y te hacen responsable de todas las actividades de la casa. Absolutamente de todo, ¿Te imaginas cómo te sentirías querido Lectionauta, si te dejan una lista de actividades y te hacen responsable por primera vez en tu vida del manejo de la casa?. Frente a todas estas cosas parecería como si quisieras decir: “¡Por favor no se vayan, no me dejen solo con toda esta responsabilidad!” Pues bien, algo parecido sucedió en la Ascensión del Señor. Si hemos hablado de los padres que se van de la casa durante algún tiempo, esta lectio divina se realiza hoy sobre el tema de la relación entre Cristo que ya está en los cielos y la Iglesia que peregrina en la tierra.
Volvamos al ejemplo… Los padres de familia estarán fuera durante unas semanas y quien queda encargado de cuidar la casa eres tú, pero anhelas que vuelvan cuanto antes. Esto es exactamente lo mismo que sucede a los apóstoles… Jesús se va y, en adelante, los encargados de realizar lo que debería estar haciendo Jesús son sus discípulos.
El Señor también le deja una lista de actividades a sus discípulos, que aunque mucho más corta que la lista que les hice como ejemplo, es mucho más compleja: “Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con
ustedes hasta el fin del mundo.”
Parecería como si Jesús les estuviera diciendo: “Yo ya hice mi parte, ahora hagan la de ustedes, pero no se preocupen que yo los estaré observando, bendiciendo e iluminando.” Empieza un nuevo proceso en el que Jesús sigue siendo protagonista, pero los responsables de llevarlo a cabo son los discípulos que se van de dos en dos por todo el mundo a anunciar la buena nueva de la salvación.
¿Qué harán los discípulos entonces? Pues lo que Jesús estaría haciendo en persona: pregonando la alegría de la salvación, perdonando los pecados, predicar con alegría y convirtiendo muchos corazones con la fuerza de la palabra y la del testimonio de vida.
Ahora es la comunidad de creyentes la que debe hacer y decir, del mismo modo que el decía y hacía. Esta es la nueva misión que compete no solo a los personajes bíblicos, sino también a todos los que profesamos nuestra fe en la Iglesia y en la adorable persona de Nuestro Señor Jesucristo.
Para tener presente:
San Agustín tiene una frase muy bonita que resume de especial manera todo lo que acabamos de abordar en esta Lectio Divina. Te recomiendo aprenderla de memoria y enseñarla a tus familiares y amigos:
“Lo que hay de Cristiano en un Cristiano es Cristo.”
Esta frase nos ayuda a ser consientes que lo que hacemos en nombre de Cristo, no se realiza por nuestros propios méritos, sino gracias a la acción del Resucitado que por medio del Espíritu Santo obra maravillas en nosotros.
Otros textos bíblicos para confrontar:
Mateo 18, 20
Juan 14, 18 – 21.
Preguntas para la lectura
• ¿Qué fue lo que hicieron los discípulos en el monte que Jesús les había indicado cuando lo vieron?
• Jesús habla de un lugar en donde se le ha dado poder ¿Qué lugar es este?
• ¿Qué tareas concretas encomienda Jesús a sus discípulos antes de irse?
• Jesús nos habla en esta lectura respecto de un tiempo en que estará con nosotros ¿Recuerdas cuál es ese tiempo?
2 - MEDITACIÓN
¿Qué me dice? ¿Qué nos dice?
Preguntas para la meditación
Ante este texto tan importante, debo preguntarme:
• ¿Me siento satisfecho de la manera como yo mismo pregono las maravillas del Señor?
• ¿Siento que la invitación de Jesús a sus discípulos también es una invitación para mi?
• Como cualquier persona se que tengo responsabilidades en mi casa pero ahora sé que también tengo responsabilidades en mi vida de fe… ¿Cumplo con esas responsabilidades?
3 - ORACIÓN
¿Qué le digo? ¿Qué le decimos?
Señor Jesús.
Sabemos que al subir al cielo, no nos dejaste solos con la responsabilidad a nuestras espaldas. Sabemos que sigues con nosotros, acompañándonos, amándonos, comprendiéndonos.
Hoy Señor Jesús, te pedimos que nos hagas pregoneros incesantes de tu palabra, que nuestra vida sirva para testimoniar el inmenso amor que tu nos tienes.
Danos sabiduría para no dudar ni un solo instante de lo maravilloso que es tu amor. Danos fortaleza para no desfallecer en nuestro camino de fe. Danos entendimiento para comprender cada día mejor lo que esperas de nosotros.
Amén.
4 - CONTEMPLACIÓN
¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje?
• En un rato de meditación, intenta imaginar lo que experimentaron los discípulos al sentirse responsables de una misión tan importante como la que nos narra el texto de la Lectio Divina del día de hoy.
• Piensa de qué manera has respondido a la invitación que te ha hecho Jesús, la de ser testigo de su amor.
• ¿Qué sentimiento experimentas al escuchar la frase de Jesús “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo?
5 – ACCIÓN
¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?
Propuestas personales
• Invita a una persona que no sea participativa de las cosas de la Iglesia a dialogar algunos momentos respecto de la persona adorable de Nuestro Señor Jesucristo.
• En este mismo diálogo, siente que la invitación de Jesús a anunciar las maravillas de su amor es especialmente hecha para ti.
• Analiza el diálogo luego de terminado y piensa en las cosas que le dijiste y reflexiona en torno a ello.
• Realiza este mismo ejercicio con algún familiar que este alejado de las prácticas religiosas… “No tengas miedo”.
Propuestas comunitarias
• Lee con otros jóvenes o lectionautas este texto y coméntalo en grupo.
• Redacten juntos una oración por las misiones y los misioneros y oren con ella.
• Pregúntense si el Señor los esta llamando a ustedes a ser los nuevos misioneros del año 2008.
• La Iglesia en América Latina comienza LA GRAN MISIÓN CONTINENTAL, pregunta cómo puede tu grupo ser parte de la misma.
• No olviden que la misión empieza por casa.
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