Proyecto Lectionautas
CEBIPAL/CELAM – SOCIEDADES BIBLICAS UNIDAS
Hno. José Antonio Chavarría, frp - Hno. Ricardo Grzona, frp
CEBIPAL/CELAM – SOCIEDADES BIBLICAS UNIDAS
Hno. José Antonio Chavarría, frp - Hno. Ricardo Grzona, frp
TEXTO BÍBLICO: Mateo 15, 21-28
Una mujer no judía confía en Dios
21 Jesús se fue de allí a la región de Tiro y de Sidón. 22 Una mujer de esa región, que era del grupo al que los judíos llamaban cananeos, se acercó a Jesús y le dijo a gritos:
—¡Señor, tú que eres el Mesías, ten compasión de mí y ayúdame! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!
23 Jesús no le hizo caso. Pero los discípulos se acercaron a él y le rogaron:
—Atiende a esa mujer, pues viene gritando detrás de nosotros.
24 Jesús respondió:
—Dios me envió para ayudar sólo a los israelitas, pues ellos son para mí como ovejas perdidas.
25 Pero la mujer se acercó a Jesús, se arrodilló delante de él y le dijo:
—¡Señor, ayúdame!
26 Jesús le dijo:
—No está bien quitarles la comida a los hijos para echársela a los perros.
27 La mujer le respondió:
—¡Señor, eso es cierto! Pero aun los perros comen de las sobras que caen de la mesa de sus dueños.
28 Entonces Jesús le dijo:
—¡Mujer, tú sí que tienes confianza en Dios! Lo que me has pedido se hará.
Y en ese mismo instante su hija quedó sana.
1 - LECTURA
¿Qué dice el texto?
Pistas para la lectura
Hola Lectionautas, esta semana tenemos una enseñanza, de cómo la fe rompe barreras y de cómo esta puede alcanzar la misericordia de Dios.
Una mujer no judía confía en Dios
El texto empieza nombrando los lugares donde se encontraba Jesús, Tiro y Sidón. Las regiones de Tiro y Sidón eran habitadas por los gentiles. Tiro era la Metrópoli de los cananeos y Sidón el término de la región por el lado norte de los poblados cananeos.
El texto dice mas adelante: Una mujer de esa región, que era del grupo al que los judíos llamaban cananeos, se acercó a Jesús y le dijo a gritos:
¡Señor, tú que eres el Mesías, ten compasión de mí y ayúdame! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!
El evangelista resalta el lugar de procedencia de la mujer cuando dice: una mujer del grupo de los eran llamados cananeos. Es importante saber que los cananeos habían sido expulsados por los judíos, quienes decían que estos pervertían al pueblo judío, y por eso los judíos les llamaban perros. También recordar que en tiempos de Jesús la mujer era marginada de la vida pública y por eso, es doblemente importante esta presentación de Mateo: es mujer abandonada (porque no tiene un marido que interceda por su hija y debe hacerlo sola) y es gentil, o sea no pertenece al Pueblo de Israel. En este pasaje, Mateo coloca algo muy curioso: La mujer cananea reconoce a Jesús como el Señor y como el mesías, esto demuestra lo contrario a lo que hacían los judíos que no reconocen a Jesús como Dios, en cambio esta mujer si reconocía la divinidad de Cristo.
La única petición de esta mujer es la misericordia de Dios, pidiendo a Jesús que sane a su hija.
Pero nos encontramos con una escena nunca antes vista, a pesar de las súplicas y posibles llantos de dolor de esta mujer el Señor, que ama tanto a los seres humanos, no manifiesta deseo de responderle.
Jesús no responde no por un acto de soberbia semejante a la de los judíos. Sino porque si contestaba, parecería contradecirse a aquellas palabras que había dicho antes a los discípulos: “no vayan donde los gentiles”. No quería que por estas palabras que había dicho antes le calumniaran y por esto reservaba para después del momento de su muerte y resurrección para la salvación de los gentiles.
También es interesante resaltar que con esa falta de respuesta de Jesús para con la mujer, nos esta enseñando la paciencia y perseverancia de la mujer.
Cuando los discípulos tratan de interceder por la mujer, Jesús les contesta: Dios me envió para ayudar sólo a los israelitas, pues ellos son para mí como ovejas perdidas Esto lo dice Jesús no porque no haya sido enviado a las demás naciones, sino para indicar que había sido Israel donde primeramente había sido enviado, y que después que este pueblo rechazara el evangelio pasaría con justicia a los gentiles.
Debemos destacar tres aspectos importantes de esta mujer cananea:
En primer lugar: reconocer a Jesús como Dios, y por su fe en Dios, ella creía que Jesús podía sanar a su hija y por eso acude a Él y se arrodilla delante de Él para adorarle.
En Segundo lugar la paciencia: porque a pesar de ser despreciadas sus súplicas ella continúa implorando la misericordia de Dios.
Y en tercer lugar la humildad: para conformarse con las migas de pan que caen al suelo de la mesa del Señor, esas migas son suficientes para alimentar y llenar las necesidades de esta mujer.
Después de ver estas actitudes de la mujer cananea Jesús le dice: ¡Mujer, tú sí que tienes confianza en Dios! Lo que me has pedido se hará.
Jesús hace énfasis en la confianza de la mujer en Dios, esto para que los que están viendo aprenden como la fe y la confianza en Dios pueden romper cualquier barrera, y a su vez la perseverancia obtendrá el premio que se merece.
Para tener presente: Los gentiles eran llamados perros por los judíos, porque ellos practicaban la
idolatría.
Otros textos bíblicos para confrontar: Mc 7, 24-30; Mt 10, 6; 8, 10.13
Para proseguir la profundización de estos temas se puede mirar en La Biblia de Estudio. Dios habla hoy, la voz: fe
Preguntas para la lectura
· ¿En que regiones se encontraba Jesús?
· ¿A que grupo pertenecía la mujer que se acercó a Jesús?
· ¿Qué le gritaba la Mujer cananea a Jesús?
· ¿Cuál es la primera actitud de Jesús para con la mujer cananea?
· ¿Qué le piden los discípulos a Jesús que haga con respecto a la mujer?
· ¿Cuál es la respuesta de Jesús a la petición de los discípulos?
· ¿Qué hace la mujer al acercarse a Jesús?
· ¿Qué es lo que dice Jesús acerca de la comida?
· ¿Cuál es la respuesta de la mujer a las acotaciones de Jesús?
· ¿Qué hace Jesús al ver la fe de la mujer?
· ¿Qué pasó con la hija de la mujer cananea?
2 - MEDITACIÓN
¿Qué me dice? ¿Qué nos dice?
Preguntas para la meditación
Ante este texto tan importante, debo preguntarme:
· ¿He causado divisiones en mi comunidad, viendo a los otros de menos?
· ¿Reconozco a Jesús como el Mesías?
· En las situaciones de adversidad, ¿Pido el auxilio de Dios?
· ¿Es Jesús mi Señor?
· ¿Tengo tanta fe en el Señor que estoy seguro que el puede sanar todas las enfermedades?
· ¿He sido perseverante en mi oración, o, cuando veo que las cosas parecieran no cambiar me desanimo?
· ¿Soy perseverante en la adoración a Dios y deposito mi confianza en Él?
· ¿Intercedo ante Jesús por las necesidades de los demás?
· ¿Soy capaz de romper las barreras y ayudar a quien lo necesite?
3 - ORACIÓN
¿Qué le digo? ¿Qué le decimos?
La oración es la respuesta que le damos a Dios que se nos manifiesta primero.
Jesús mi maestro, cada vez que me encuentro con tu palabra, descubro una nueva luz para afrontar la vida, Quiero pedir perdón, porque muchas veces discrimino a los demás, he puesto barreras y me he sentido superior a los todos, Pero he aprendido Señor que tú rompes las barreras y que para ti solo es importante la fe.
Quiero ser hoy como esta mujer cananea y reconocerte como el Mesías, el que todo lo puedes, el Hijo de Dios.
Pongo mi entera confianza en ti Jesús, y te pido perdón por las veces que no he perseverado en la oración.
Por las veces que he dejado que la desesperación se apropie de mi corazón y que no he sabido esperar con paciencia tus respuestas Señor,
Te pido Señor que tengas misericordia de mi, que escuches mi súplica y que sanes mi alma,
Que aprenda a ser un discípulo verdadero y que a ejemplo de la mujer cananea, pueda yo tener un poco de su fe, su paciencia y su humildad. Amén.
4 - CONTEMPLACIÓN
¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje?
La fe de la mujer cananea, su humildad y su perseverancia, la han llevado a obtener el favor de Dios. Dejemos que las palabras dichas a Jesús por parte de esta mujer y la respuesta de Jesús a ella, hagan eco en nuestro corazón y nos aumenten en gracia y sabiduría para amar cada vez más la palabra de Dios.
Por eso contemplemos estas palabras en nuestro interior:
La mujer le respondió:
¡Señor, eso es cierto! Pero aun los perros comen de las sobras que caen de la mesa de sus dueños.
Entonces Jesús le dijo:
¡Mujer, tú sí que tienes confianza en Dios! Lo que me has pedido se hará.
5 - ACCIÓN
¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?
Propuestas personales
· Rompe las barreras que hemos puesto los hombres y busca a alguna persona que has valorado menos por alguna razón, ya sea clase social, raza cultura. Reconcíliate con esta persona.
· Busca alguna persona que este enferma, visítala, llévale la buena nueva y ora por ella. Pide a Jesús que esta persona sea sanada de su enfermedad.
Propuestas comunitarias
· Con los miembros de tu grupo, puedes visitar alguno de los hospitales de tu comunidad, para orar por la salud de los enfermos y acompañarles con la fortaleza que da la confianza en el Señor.
· Propiciar un momento de reconciliación, con algún grupo de nuestra comunidad con él cual hayamos tenido alguna diferencia en cualquier ocasión.
Una mujer no judía confía en Dios
21 Jesús se fue de allí a la región de Tiro y de Sidón. 22 Una mujer de esa región, que era del grupo al que los judíos llamaban cananeos, se acercó a Jesús y le dijo a gritos:
—¡Señor, tú que eres el Mesías, ten compasión de mí y ayúdame! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!
23 Jesús no le hizo caso. Pero los discípulos se acercaron a él y le rogaron:
—Atiende a esa mujer, pues viene gritando detrás de nosotros.
24 Jesús respondió:
—Dios me envió para ayudar sólo a los israelitas, pues ellos son para mí como ovejas perdidas.
25 Pero la mujer se acercó a Jesús, se arrodilló delante de él y le dijo:
—¡Señor, ayúdame!
26 Jesús le dijo:
—No está bien quitarles la comida a los hijos para echársela a los perros.
27 La mujer le respondió:
—¡Señor, eso es cierto! Pero aun los perros comen de las sobras que caen de la mesa de sus dueños.
28 Entonces Jesús le dijo:
—¡Mujer, tú sí que tienes confianza en Dios! Lo que me has pedido se hará.
Y en ese mismo instante su hija quedó sana.
1 - LECTURA
¿Qué dice el texto?
Pistas para la lectura
Hola Lectionautas, esta semana tenemos una enseñanza, de cómo la fe rompe barreras y de cómo esta puede alcanzar la misericordia de Dios.
Una mujer no judía confía en Dios
El texto empieza nombrando los lugares donde se encontraba Jesús, Tiro y Sidón. Las regiones de Tiro y Sidón eran habitadas por los gentiles. Tiro era la Metrópoli de los cananeos y Sidón el término de la región por el lado norte de los poblados cananeos.
El texto dice mas adelante: Una mujer de esa región, que era del grupo al que los judíos llamaban cananeos, se acercó a Jesús y le dijo a gritos:
¡Señor, tú que eres el Mesías, ten compasión de mí y ayúdame! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!
El evangelista resalta el lugar de procedencia de la mujer cuando dice: una mujer del grupo de los eran llamados cananeos. Es importante saber que los cananeos habían sido expulsados por los judíos, quienes decían que estos pervertían al pueblo judío, y por eso los judíos les llamaban perros. También recordar que en tiempos de Jesús la mujer era marginada de la vida pública y por eso, es doblemente importante esta presentación de Mateo: es mujer abandonada (porque no tiene un marido que interceda por su hija y debe hacerlo sola) y es gentil, o sea no pertenece al Pueblo de Israel. En este pasaje, Mateo coloca algo muy curioso: La mujer cananea reconoce a Jesús como el Señor y como el mesías, esto demuestra lo contrario a lo que hacían los judíos que no reconocen a Jesús como Dios, en cambio esta mujer si reconocía la divinidad de Cristo.
La única petición de esta mujer es la misericordia de Dios, pidiendo a Jesús que sane a su hija.
Pero nos encontramos con una escena nunca antes vista, a pesar de las súplicas y posibles llantos de dolor de esta mujer el Señor, que ama tanto a los seres humanos, no manifiesta deseo de responderle.
Jesús no responde no por un acto de soberbia semejante a la de los judíos. Sino porque si contestaba, parecería contradecirse a aquellas palabras que había dicho antes a los discípulos: “no vayan donde los gentiles”. No quería que por estas palabras que había dicho antes le calumniaran y por esto reservaba para después del momento de su muerte y resurrección para la salvación de los gentiles.
También es interesante resaltar que con esa falta de respuesta de Jesús para con la mujer, nos esta enseñando la paciencia y perseverancia de la mujer.
Cuando los discípulos tratan de interceder por la mujer, Jesús les contesta: Dios me envió para ayudar sólo a los israelitas, pues ellos son para mí como ovejas perdidas Esto lo dice Jesús no porque no haya sido enviado a las demás naciones, sino para indicar que había sido Israel donde primeramente había sido enviado, y que después que este pueblo rechazara el evangelio pasaría con justicia a los gentiles.
Debemos destacar tres aspectos importantes de esta mujer cananea:
En primer lugar: reconocer a Jesús como Dios, y por su fe en Dios, ella creía que Jesús podía sanar a su hija y por eso acude a Él y se arrodilla delante de Él para adorarle.
En Segundo lugar la paciencia: porque a pesar de ser despreciadas sus súplicas ella continúa implorando la misericordia de Dios.
Y en tercer lugar la humildad: para conformarse con las migas de pan que caen al suelo de la mesa del Señor, esas migas son suficientes para alimentar y llenar las necesidades de esta mujer.
Después de ver estas actitudes de la mujer cananea Jesús le dice: ¡Mujer, tú sí que tienes confianza en Dios! Lo que me has pedido se hará.
Jesús hace énfasis en la confianza de la mujer en Dios, esto para que los que están viendo aprenden como la fe y la confianza en Dios pueden romper cualquier barrera, y a su vez la perseverancia obtendrá el premio que se merece.
Para tener presente: Los gentiles eran llamados perros por los judíos, porque ellos practicaban la
idolatría.
Otros textos bíblicos para confrontar: Mc 7, 24-30; Mt 10, 6; 8, 10.13
Para proseguir la profundización de estos temas se puede mirar en La Biblia de Estudio. Dios habla hoy, la voz: fe
Preguntas para la lectura
· ¿En que regiones se encontraba Jesús?
· ¿A que grupo pertenecía la mujer que se acercó a Jesús?
· ¿Qué le gritaba la Mujer cananea a Jesús?
· ¿Cuál es la primera actitud de Jesús para con la mujer cananea?
· ¿Qué le piden los discípulos a Jesús que haga con respecto a la mujer?
· ¿Cuál es la respuesta de Jesús a la petición de los discípulos?
· ¿Qué hace la mujer al acercarse a Jesús?
· ¿Qué es lo que dice Jesús acerca de la comida?
· ¿Cuál es la respuesta de la mujer a las acotaciones de Jesús?
· ¿Qué hace Jesús al ver la fe de la mujer?
· ¿Qué pasó con la hija de la mujer cananea?
2 - MEDITACIÓN
¿Qué me dice? ¿Qué nos dice?
Preguntas para la meditación
Ante este texto tan importante, debo preguntarme:
· ¿He causado divisiones en mi comunidad, viendo a los otros de menos?
· ¿Reconozco a Jesús como el Mesías?
· En las situaciones de adversidad, ¿Pido el auxilio de Dios?
· ¿Es Jesús mi Señor?
· ¿Tengo tanta fe en el Señor que estoy seguro que el puede sanar todas las enfermedades?
· ¿He sido perseverante en mi oración, o, cuando veo que las cosas parecieran no cambiar me desanimo?
· ¿Soy perseverante en la adoración a Dios y deposito mi confianza en Él?
· ¿Intercedo ante Jesús por las necesidades de los demás?
· ¿Soy capaz de romper las barreras y ayudar a quien lo necesite?
3 - ORACIÓN
¿Qué le digo? ¿Qué le decimos?
La oración es la respuesta que le damos a Dios que se nos manifiesta primero.
Jesús mi maestro, cada vez que me encuentro con tu palabra, descubro una nueva luz para afrontar la vida, Quiero pedir perdón, porque muchas veces discrimino a los demás, he puesto barreras y me he sentido superior a los todos, Pero he aprendido Señor que tú rompes las barreras y que para ti solo es importante la fe.
Quiero ser hoy como esta mujer cananea y reconocerte como el Mesías, el que todo lo puedes, el Hijo de Dios.
Pongo mi entera confianza en ti Jesús, y te pido perdón por las veces que no he perseverado en la oración.
Por las veces que he dejado que la desesperación se apropie de mi corazón y que no he sabido esperar con paciencia tus respuestas Señor,
Te pido Señor que tengas misericordia de mi, que escuches mi súplica y que sanes mi alma,
Que aprenda a ser un discípulo verdadero y que a ejemplo de la mujer cananea, pueda yo tener un poco de su fe, su paciencia y su humildad. Amén.
4 - CONTEMPLACIÓN
¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje?
La fe de la mujer cananea, su humildad y su perseverancia, la han llevado a obtener el favor de Dios. Dejemos que las palabras dichas a Jesús por parte de esta mujer y la respuesta de Jesús a ella, hagan eco en nuestro corazón y nos aumenten en gracia y sabiduría para amar cada vez más la palabra de Dios.
Por eso contemplemos estas palabras en nuestro interior:
La mujer le respondió:
¡Señor, eso es cierto! Pero aun los perros comen de las sobras que caen de la mesa de sus dueños.
Entonces Jesús le dijo:
¡Mujer, tú sí que tienes confianza en Dios! Lo que me has pedido se hará.
5 - ACCIÓN
¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?
Propuestas personales
· Rompe las barreras que hemos puesto los hombres y busca a alguna persona que has valorado menos por alguna razón, ya sea clase social, raza cultura. Reconcíliate con esta persona.
· Busca alguna persona que este enferma, visítala, llévale la buena nueva y ora por ella. Pide a Jesús que esta persona sea sanada de su enfermedad.
Propuestas comunitarias
· Con los miembros de tu grupo, puedes visitar alguno de los hospitales de tu comunidad, para orar por la salud de los enfermos y acompañarles con la fortaleza que da la confianza en el Señor.
· Propiciar un momento de reconciliación, con algún grupo de nuestra comunidad con él cual hayamos tenido alguna diferencia en cualquier ocasión.
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