Tema básico: Nadie puede jubilarse del trabajo de ser centinela.
En la primera lectura del profeta Ezequiel, oímos decir Dios, "A ti, hijo del hombre, te he constituido centinela." En el evangelio, Jesús habla de lo que debemos hacer si un hermano cae en pecado o error. El papel del centinela, el trabajo de corrección fraternal no es fácil. Antes de hablar de lo que significa para nosotros, quisiera darles un ejemplo de alguien que era un gran ejemplo de centinela.
Era una sacerdote callado y tranquilo, llamado Padre Aquiles Ratti. Había pasado la mayor parte de su vida como bibliotecario. A la edad de sesenta y uno, el Papa Benedicto Quince le pidió dejar sus trabajo intelectual y ser el nuncio papal a Polonia. Después de tres años, el Papa Benedicto murió y los cardenales eligieron a Aquiles Ratti. Asumió el nombre de Papa Pio Undécimo y sirvió diecisiete años - de 1892 hasta 1939. Si usted recuerda la historia de Europa, sabe que eran años turbulentos. Los comunistas estaban consolidando su poder en Rusia, Mussolini tomo control de Italia y luego - inspirado por el ejemplo de Mussolini - Hitler gano poder en Alemania. Mientras mantenía relaciones diplomaticas con eso dictadores, el Papa Pio opuso los errores de sus filosofías. En 1931 escribio la enciclica Non Abbiamo Bisogno que condeno lo que el llamo "Estadolatria" - elevar el estado al nivel de un dios. Con fuerza igual en 1937 escribió una encíclica en aleman Mit brennender Sorge que denuncio la ideología racista de Nazismo.
Pasaron un par de años, el Papa Pio XI habia sufrido dos ataques cardiacos y estaba muy débil. Sabiendo que guerra en Europa estaba cerca, decidió reunir los obispos italianos para una conferencia. Los doctores le dijeron que estaba demasiado débil para hacerlo. El papa replico, "Si no puedo bajar a la Basilica Vaticana, haré que me lleven en la silla gestatoria al Aula de Bendiciones; y si no puedo, convocare a los obispos aquí, en mi apartamento; y si ni siquiera puedo leerlo, diré que lo lea otro." Esa tarde uso todo su esfuerzo para terminar escribiendo su discurso a los obispos. A las 5:30 a.m., exhalaba su ultimo suspiro. Uno de sus ayudantes dio este testimonio: "Murió en la trinchera."
Murió en la trinchera - un lugar no muy cómodo, pero no huyo. Murió luchando. Quizás habría preferido estar estudiando en una biblioteca, pero - al final - no era el puesto que Dios le dio. Que inspiración! Especialmente cuando el diablo nos tienta a evitar algo difícil y desagradable. Pues, no estoy diciendo que una persona jamas jubilarse de un empleo, pero nadie puede jubilarse del trabajo de ser centinela. Antes de todo, tenemos que ser vigilantes por nuestra propia alma. Y tenemos algo de responsabilidad para otros. No tenemos responsabilidad para todo el mundo - como el papa. Pero tenemos una cierta responsabilidad para la salvación de los cerca a nosotros - en nuestra familia y nuestro circulo de amigos.
No es fácil corregir a otra persona. Y - gracias a Dios - no es obra de cada día. Jesús no desea que asumimos una actitud confrontacional. Lo normal es cuando alguien nos ofende, perdonar y rezar por esa persona - y tratar de dar un ejemplo positivo. Pero a veces, después de mucha oración - y consultacion con un director espiritual o consejero - es necesario confrontar a la otra persona. Jesus nos dice como. No hablar para detrás, sino "ve y amonestalo a solas." En general, eso es suficiente. Si no, puede requerir una intervencion. "Hazte acompañar de una o dos personas de confianza. Cuando estaba en el Perú, jóvenes matrimonios tenían padrinos - matrimonios de mas experiencia para llamar cuando no podían resolver un conflicto.
Si alguien no escuchara a personas de confianza, hay que considerar la posibilidad de separación. Duelo, como amputar un brazo, pero a veces es necesario.
El recurso final es negar la Comunión. Significa que la persona esta portándose de tal modo que es un escandalo publico. Solamente un obispo puede imponer esa sanción. Se hace con la esperanza que la persona reconozca el daño que esta causando. La meta (como aclara San Pablo) es arrepentimiento - la salvación de la otra persona.
Para ti y mi el trabajo de centinela no es tan pesante como para un obispo - o para el papa. Sin embargo, tenemos la obra de vigilar nuestra almas - y los que están cerca a nosotros. No es un trabajo fácil, pero es vital - y dura mientras vivimos. Que bueno seria si alguien nos dijera lo que dijeron del Papa Pio XI: Murió en la trinchera.
En la primera lectura del profeta Ezequiel, oímos decir Dios, "A ti, hijo del hombre, te he constituido centinela." En el evangelio, Jesús habla de lo que debemos hacer si un hermano cae en pecado o error. El papel del centinela, el trabajo de corrección fraternal no es fácil. Antes de hablar de lo que significa para nosotros, quisiera darles un ejemplo de alguien que era un gran ejemplo de centinela.
Era una sacerdote callado y tranquilo, llamado Padre Aquiles Ratti. Había pasado la mayor parte de su vida como bibliotecario. A la edad de sesenta y uno, el Papa Benedicto Quince le pidió dejar sus trabajo intelectual y ser el nuncio papal a Polonia. Después de tres años, el Papa Benedicto murió y los cardenales eligieron a Aquiles Ratti. Asumió el nombre de Papa Pio Undécimo y sirvió diecisiete años - de 1892 hasta 1939. Si usted recuerda la historia de Europa, sabe que eran años turbulentos. Los comunistas estaban consolidando su poder en Rusia, Mussolini tomo control de Italia y luego - inspirado por el ejemplo de Mussolini - Hitler gano poder en Alemania. Mientras mantenía relaciones diplomaticas con eso dictadores, el Papa Pio opuso los errores de sus filosofías. En 1931 escribio la enciclica Non Abbiamo Bisogno que condeno lo que el llamo "Estadolatria" - elevar el estado al nivel de un dios. Con fuerza igual en 1937 escribió una encíclica en aleman Mit brennender Sorge que denuncio la ideología racista de Nazismo.
Pasaron un par de años, el Papa Pio XI habia sufrido dos ataques cardiacos y estaba muy débil. Sabiendo que guerra en Europa estaba cerca, decidió reunir los obispos italianos para una conferencia. Los doctores le dijeron que estaba demasiado débil para hacerlo. El papa replico, "Si no puedo bajar a la Basilica Vaticana, haré que me lleven en la silla gestatoria al Aula de Bendiciones; y si no puedo, convocare a los obispos aquí, en mi apartamento; y si ni siquiera puedo leerlo, diré que lo lea otro." Esa tarde uso todo su esfuerzo para terminar escribiendo su discurso a los obispos. A las 5:30 a.m., exhalaba su ultimo suspiro. Uno de sus ayudantes dio este testimonio: "Murió en la trinchera."
Murió en la trinchera - un lugar no muy cómodo, pero no huyo. Murió luchando. Quizás habría preferido estar estudiando en una biblioteca, pero - al final - no era el puesto que Dios le dio. Que inspiración! Especialmente cuando el diablo nos tienta a evitar algo difícil y desagradable. Pues, no estoy diciendo que una persona jamas jubilarse de un empleo, pero nadie puede jubilarse del trabajo de ser centinela. Antes de todo, tenemos que ser vigilantes por nuestra propia alma. Y tenemos algo de responsabilidad para otros. No tenemos responsabilidad para todo el mundo - como el papa. Pero tenemos una cierta responsabilidad para la salvación de los cerca a nosotros - en nuestra familia y nuestro circulo de amigos.
No es fácil corregir a otra persona. Y - gracias a Dios - no es obra de cada día. Jesús no desea que asumimos una actitud confrontacional. Lo normal es cuando alguien nos ofende, perdonar y rezar por esa persona - y tratar de dar un ejemplo positivo. Pero a veces, después de mucha oración - y consultacion con un director espiritual o consejero - es necesario confrontar a la otra persona. Jesus nos dice como. No hablar para detrás, sino "ve y amonestalo a solas." En general, eso es suficiente. Si no, puede requerir una intervencion. "Hazte acompañar de una o dos personas de confianza. Cuando estaba en el Perú, jóvenes matrimonios tenían padrinos - matrimonios de mas experiencia para llamar cuando no podían resolver un conflicto.
Si alguien no escuchara a personas de confianza, hay que considerar la posibilidad de separación. Duelo, como amputar un brazo, pero a veces es necesario.
El recurso final es negar la Comunión. Significa que la persona esta portándose de tal modo que es un escandalo publico. Solamente un obispo puede imponer esa sanción. Se hace con la esperanza que la persona reconozca el daño que esta causando. La meta (como aclara San Pablo) es arrepentimiento - la salvación de la otra persona.
Para ti y mi el trabajo de centinela no es tan pesante como para un obispo - o para el papa. Sin embargo, tenemos la obra de vigilar nuestra almas - y los que están cerca a nosotros. No es un trabajo fácil, pero es vital - y dura mientras vivimos. Que bueno seria si alguien nos dijera lo que dijeron del Papa Pio XI: Murió en la trinchera.
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