Publicado por Valores Religiosos
Benedicto XVI sostuvo que debe reconocer a la teología y a la filosofía como necesarias para poder trabajar buscando siempre servir al hombre y al bienestar y progreso de la humanidad. Denunció “la arrogancia de querer sustituir al Creador”.
El Papa dijo este jueves que "la ciencia no está en condiciones de elaborar principios éticos" y puede sucumbir a "la arrogancia de querer sustituir al Creador".
Benedicto XVI lo afirmó al recibir en audiencia a los participantes en una seminario sobre la encíclica "Fides et ratio" (Fe y razón) promulgada por Juan Pablo II el 14 de septiembre de 1998. La encíclica considera el espíritu del hombre comprendido entre dos polos, la fe y la razón, y afirma que, si falta una de ellas, no es posible buscar la verdad. Para alcanzar la verdad, dice el documento, deben usarse a la vez la fe y la razón.
Según Ratzinger, la ciencia solo puede acoger los principios éticos y "reconocerlos como necesarios para derrotar sus eventuales patologías (de la ciencia, NDR)".
En semejante contexto, sostuvo el Papa, "la teología y la filosofía constituyen ayudas indispensables con que es necesario confrontarse para evitar que la ciencia proceda sola por un sendero tortuoso y no carente de riesgos".
"Esto no significa de modo alguno -siguió el Pontífice- limitar la investigación científica o impedir a la técnica producir instrumentos de desarrollo".
"Consiste más bien -puntualizó- en mantener despierto el sentido de responsabilidad que la razón y la fe poseen frente a la ciencia, para que esta permanezca en el surco de su servicio al hombre".
Para Benedicto XVI, la ciencia moderna está expuesta a la tentación de seguir "la ganancia fácil o, peor, a la arrogancia de sustituir al Creador" en vez de buscar el bienestar de la humanidad.
Tras señalar que hubo un deslizamiento del pensamiento especulativo a lo experimental, Benedicto XVI afirmó que "el deseo de conocer la naturaleza se transformó luego en la voluntad de reproducirla".
Esto, dijo el Papa, abre perspectivas peligrosas, aunque "la fe no teme el progreso de la ciencia y las novedades a que conducen sus conquistas cuando tiene por fin el hombre, su bienestar y el progreso de toda la humanidad".
El Papa dijo este jueves que "la ciencia no está en condiciones de elaborar principios éticos" y puede sucumbir a "la arrogancia de querer sustituir al Creador".
Benedicto XVI lo afirmó al recibir en audiencia a los participantes en una seminario sobre la encíclica "Fides et ratio" (Fe y razón) promulgada por Juan Pablo II el 14 de septiembre de 1998. La encíclica considera el espíritu del hombre comprendido entre dos polos, la fe y la razón, y afirma que, si falta una de ellas, no es posible buscar la verdad. Para alcanzar la verdad, dice el documento, deben usarse a la vez la fe y la razón.
Según Ratzinger, la ciencia solo puede acoger los principios éticos y "reconocerlos como necesarios para derrotar sus eventuales patologías (de la ciencia, NDR)".
En semejante contexto, sostuvo el Papa, "la teología y la filosofía constituyen ayudas indispensables con que es necesario confrontarse para evitar que la ciencia proceda sola por un sendero tortuoso y no carente de riesgos".
"Esto no significa de modo alguno -siguió el Pontífice- limitar la investigación científica o impedir a la técnica producir instrumentos de desarrollo".
"Consiste más bien -puntualizó- en mantener despierto el sentido de responsabilidad que la razón y la fe poseen frente a la ciencia, para que esta permanezca en el surco de su servicio al hombre".
Para Benedicto XVI, la ciencia moderna está expuesta a la tentación de seguir "la ganancia fácil o, peor, a la arrogancia de sustituir al Creador" en vez de buscar el bienestar de la humanidad.
Tras señalar que hubo un deslizamiento del pensamiento especulativo a lo experimental, Benedicto XVI afirmó que "el deseo de conocer la naturaleza se transformó luego en la voluntad de reproducirla".
Esto, dijo el Papa, abre perspectivas peligrosas, aunque "la fe no teme el progreso de la ciencia y las novedades a que conducen sus conquistas cuando tiene por fin el hombre, su bienestar y el progreso de toda la humanidad".
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