II Domingo de Adviento - Ciclo B: Llamados a desterrar todo tipo de autosuficiencia (Marcos 1, 1-8)

Por fr. Julián Riquelme, op

a) Contexto

El Evangelio de Marcos es un escrito redactado muy probablemente en Cesarea de Filipo hacia el año 64 de nuestra era. Su autor es un cristiano de origen judío, que vive en una región donde hay paganos o gentiles.
En las primeras palabras del texto aparece el título más importante, que este Evangelio da a Jesús: "Hijo de Dios" (Mc 1,1; cf. 1,11; 9,7; 15,39). Para Marcos, Jesús de Nazareth, que murió y está resucitado, ha de ser reconocido, incluso por los paganos, con una autoridad o poder mayor que la del Emperador.
En aquella cultura judía, el "hijo" es una persona, que permanece en una relación afectiva con sus padres, tiene capacidad de construir libremente su futuro familiar y de heredar bienes.
Lo opuesto a "hijo" es el "esclavo", es decir, quien pertenece a otro: su situación es humillante y de ordinario despreciada por los paganos. En esos tiempos, la economía del Imperio Romano depende básicamente del trabajo esclavo.

b) Sentido

En el Evangelio de hoy, que trata del "ministerio de Juan el Bautista", se pueden subrayar dos aspectos:

• La actuación de Juan unida a la respuesta de la gente. El Bautista invita a cambiar de mentalidad, en relación a Dios y a los seres humanos; pide al pueblo que exprese su arrepentimiento, para liberarse de toda esclavitud (Mc 1,4). Por su parte, las multitudes vienen en forma masiva, del campo y de la ciudad; dan signos de conversión; y se dejan bautizar por Juan, en un lugar alejado del oficialismo: el "Jordán" representa, para los judíos de entonces, el sitio del paso y de la frontera, que lleva a vivir la liberación en la tierra prometida (Mc 1,5; cf. Jos 3,14-17; Sal 113a,3-5).

• El centro de la conversión es Jesucristo. El Bautista considera a Cristo como su único Señor (Mc 1,7); y reconoce que en Jesús se anticipa la experiencia del Dios, que da nueva vida (Mc 1,8).

c) Actualización

En este Adviento o preparación a la Navidad, somos llamados a desterrar todo tipo de autosuficiencia, en nuestras personas y en nuestra sociedad: "Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos" (Mc 1,2; cf. Is 40,3).

d) Leer la Biblia buscando el sentido profundo de la vida

La Palabra de Dios está en la vida y en la Biblia. En las páginas de la Biblia encontramos una visión de la vida, profunda, rica, inagotable.
Por ello, conviene practicar el estudio de la Sagrada Escritura para penetrar más profundamente en el sentido de la vida.

e) La inculturación del Evangelio y los ministerios, divisados desde nuestra religiosidad

Cuando se desarrolla la capacidad de escucha de la Palabra de Dios, en la vida y en la Biblia, las vocaciones para los distintos ministerios comienzan a florecer, en medio de la gente.
En otras expresiones: Cuando se escucha la Palabra de Dios en la propia cultura del grupo, ayudados por la Sagrada Escritura, se manifiesta y se revela, en las personas, ese impulso irresistible a ser testigos de la acción salvadora del Señor en el mundo.
Estas manifestaciones, que brotan desde el interior, se canalizan en diversos servicios, carismas y ministerios. La misma comunidad cristiana los reconoce como dones del Espíritu Santo, para fortalecer su vida y su misión.

f) Algo de catequesis sobre los títulos de Jesús en los cuatro evangelios

1. ¿Cómo nombra principalmente a Jesús el Evangelio de Mateo?
Como el "Cristo" y el "Hijo de David".

2. ¿Con qué expresiones más repetidas se refiere a Jesús el Evangelio de Marcos?
Con las expresiones "Hijo del hombre" e "Hijo de Dios".

3. ¿Qué títulos da preferentemente a Jesús el Evangelio de Lucas?
Además del título "Mesías", lo llama sobre todo el "Señor".

4. ¿Cómo es presentado principalmente Jesús en el Evangelio de Juan?
Como el "Verbo de Dios" y con el nombre de YAHVÉ "Yo soy" (Ex 3,14; Jn 6,35; 8,12; 10,7; 10,11; 11,25; 14,6; 15,1).

5. ¿Qué señales divinas confirman la predicación de Jesús?
La sublimidad y belleza sobrehumanas de la predicación de Jesús son confirmadas por sus numerosos signos. Jesús sanó misericordiosamente a cojos, mancos, ciegos, leprosos, paralíticos, liberó
a los oprimidos por el demonio; resucitó muertos: señales ciertas del advenimiento del Reino de Dios.

6. ¿Por qué fue Jesús juzgado y condenado?
Jesús fue juzgado y condenado por las autoridades de su pueblo, porque no le perdonaban que evangelizara con autoridad propia, que acogiera a los pecadores y perdonara sus pecados, que perfeccionara la Ley de Moisés, y que se dijera Hijo de Dios. Pero su muerte fue una entrega voluntaria por nuestra salvación.

† PARA LA REFLEXIÓN

1. ¿Puedes distinguir en el Evangelio de Marcos: texto bíblico y comentarios, capítulos y versículos, referencia a paralelos?
2. ¿Quién es Jesús para ti?
3. ¿Cómo le respondes tú a Cristo?
4. ¿Qué realiza el Bautista para presentar al Mesías?
5. ¿Cómo considera el Bautista a Cristo?