Publicado por Cipecar
S. PEDRO Y S. PABLO, APÓSTOLES
“Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16, 16)
Jesús declara dichoso a Pedro porque el Padre le ha revelado el misterio de reconocerle como Mesías y como Hijo de Dios. Le confía la misión de ser la roca sobre la que se asentará su Iglesia, reunida en torno a los discípulos.
Tú eres mi Señor, mi fe se apoya en tu Palabra de Vida.
• Martes, 30 de junio
“¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!” (Mt 8,25)
Aunque aparezca muy oscuro el horizonte de la humanidad, la Iglesia celebra el triunfo esplendoroso de la alegría pascual. Si un viento contrario obstaculiza el camino de los pueblos, si se hace borrascoso el mar de la historia, ¡que nadie ceda al desaliento y a la desconfianza! Cristo ha resucitado. Vete ante el Santísimo Sacramento, ora y adora. Exponle tus oscuridades y fracasos. Dile: “O me salvas o soy un caso perdido”.
Tú eres, Jesús, el pan de la salvación. Tú eres, Jesús, el pan de los pobres. Tú eres, Jesús, el alimento de todos los peregrinos.
• Miércoles, 1 de julio
“Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro” (Mt 8,28)
Jesús no es propiedad de unos pocos privilegiados; cruza toda orilla y va al encuentro de todos los que están muertos en vida. No pienses mal de la Iglesia ni la reduzcas a los que piensan y sienten como tú. La Iglesia es misionera de todos los pueblos.
¡Cómo eres Dios mío! Estás en los que casi no son nada.
• Jueves, 2 de julio
“¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados” (Mt 9,2)
Jesús siempre está a favor de la vida. Cuando la encuentra encorvada, la levanta. Cuando la encuentra pisoteada, la dignifica. Cultiva hoy el lenguaje del ánimo. Un gesto de cercanía, una palabra de aliento, una mirada limpia y pacificada, una sonrisa... pueden transmitir vida a los más debilitados en la esperanza.
Me perdonas para que pueda perdonar. Me animas para que pueda animar. Me amas para que pueda amar.
• Viernes, 3 de julio
SANTO TOMÁS APÓSTOL
“Señor mío y Dios mío” (Jn 20,28)
Tan extrema como fue su incredulidad es ahora la respuesta creyente de Tomás. Hace suyo al Señor que se pone en medio para servir y al Dios que se hace cercano por el amor. Haz tuya esta expresión de fe de Tomás y repítela a menudo. ¡Que Jesús sea el Señor de tu vida!.
Estoy seguro/a: nada podrá separarme de tu amor.
• Sábado, 4 de julio
“El vino nuevo se echa en odres nuevos” (Mt 9,17)
¿Cómo es la humanidad nueva que quiere hacer brotar el Espíritu? ¿Cómo son la mujer y el hombre nuevos que el Espíritu está empeñado en recrear? Atrévete a soñar un mundo nuevo a tu alrededor. Empieza con la ayuda del Espíritu. Nunca cambian tanto las cosas como cuando cambia uno mismo.
Tú, Señor, siempre eres nuevo. Haz que mi vida también sea nueva.




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