NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

domingo, 27 de junio de 2010

Domingo XIII del Tiempo Ordinario: Seguimiento firme o con rebajas


Publicado por Entra y Veras

El evangelio de este domingo nos presenta distintas formas de seguir a Jesús. No son necesarias muchas palabras, lo importante es estar dispuesto entregar la propia vida, más allá de los descuentos y las rebajas.

“Rebajas”, palabra que adula nuestros oídos y “permite respirar” a nuestros bolsillos, principalmente en este tiempo de recorte de presupuestos. El “descuento”, primo hermano de las “rebajas”, se suma al marketing de lo posible. En fin, “disminución de exigencias”, “desvalorización de la responsabilidad”, “resolución de tensiones”… son compañeros del vocabulario cotidiano. Esta tendencia generalizada no es otra cosa que el síntoma enfermizo de la libertad humana, que exige todo pero que se compromete muy poco. Se respira en el ambiente un cierto aire de mediocridad que cabría interrogarse si corresponde a las aspiraciones más profundas del ser humano. El peligro: demasiados “tranquilos” pero pocos “satisfechos”; mucho bienestar y escasa sensación de plenitud; se tiene de todo pero se experimenta un vacío por dentro.

La pregunta espontánea que emerge en el contexto de la liturgia dominical es: ¿tiene sentido hablar de las exigencias que pide el seguimiento de Jesús en un ambiente que por sistema tiende a la baja? ¿Es improductivo recodar la radicalidad a la que los cristianos estamos invitados por parte de nuestro Maestro? De ningún modo. Celebrar la fe es intentar tocar y trasformar las estructuras personales y sociales que estorban el impulso del bien, que oscurecen la verdad y que distorsionan la belleza. Celebrar la fe es acudir a la llamada continua de Dios libre y responsablemente; es vivir en la libertad y en el amor, como nos recuerda san Pablo en la carta a los Gálatas.

Las lecturas de este domingo tocan la médula ósea del esqueleto cristiano; están dirigidas a la intimidad de nuestras convicciones: ¿por qué seguimos a Jesús y hasta dónde estamos dispuestos a ir con él?

En la primera lectura el profeta Elías designa como su sucesor en la misión de hablar en nombre de Dios, a Eliseo, a través del gesto de echarle encima su manto. Y el neo-profeta, en el uso de su libertad, se exime del seguimiento inmediato de Elías para ir a despedirse de sus padres. Y realiza el acto heroico de consumar sus bines, su medio de trabajo y de sustento. Podríamos decir que se desprende de aquello que le garantizaba una cierta estabilidad y seguridad ante la vida. A partir de entonces y como consecuencia de lo anterior el recién ungido profeta, en un mayor ejercicio de su libertad, se levanta y se marcha tras Elías para ponerse a su servicio. Nada le ata, nada le impide y nada le estorba para cumplir radicalmente con su nueva misión.

Jesús es más provocador en la propuesta de su seguimiento. La escena bíblica nos presenta al Maestro de camino, en marcha, peregrino hacia la ciudad de Jerusalén, el sitio del evento pascual: pasión, muerte y resurrección. Y mientras va de camino le salen a su encuentro muchos nuevos seguidos que el evangelista tipifica en tres modalidades distintas al interno del relato. El primer “estilo de discípulo” lo podríamos definir como el talante del cristiano que se siente fascinado por Jesús, por sus palabras y gestos. La iniciativa de seguir a Jesús la emprende la persona misma. No obstante la motivación del impulso del seguimiento no es nítida, responde más bien a un deseo de autosatisfacción, de afirmación del propio yo. En cambio la lógica del mensaje evangélico va en otra dirección: es la lógica de la entrega, de la gratuidad, de la generosidad y sobre todo de la seguridad puesta en Dios y no en las cosas.

La segunda modalidad de discípulo es la que podríamos denominar “cristiano de vida resuelta”. Cuando Jesús le lanza la invitación al seguimiento “este tal” se disculpa con el motivo de enterrar primero al padre, es decir, de cumplir su deber de hijo pero, sobre todo, de beneficiarse de la herencia del mismo. Los hay quienes, muy cristianos por cierto, comentan que uno de los días más felices de su vida es cuando reciben la herencia, y del padre quizá poco se acuerdan. El seguimiento de Jesús supone el desprendimiento de todo aquello que ata el corazón del hombre, le quita la paz y lo hace menos libre.

Y el tercer estilo de discípulo corresponde al “cristiano del sí pero…”. Es, podríamos decir, el creyente con tortícolis, que camina hacia delante pero con la mirada vuelta a tras, con el peligro que ello supone. Es el estilo de cristiano adulto que mendiga el seno materno, es decir, seguridad, protección, cariño pero de forma infantil. El seguimiento de Jesús supone progresividad en la fe, un fiarse responsablemente de Dios.

En fin, en tiempo de rebajas la Palabra de Dios sale a nuestro encuentro, para recordarnos que el cristianismo es sobre todo seguimiento libre y responsable de Jesús. A la vez que se nos advierte del peligro de deslizarnos en una religión que tienda a la baja, influenciada del espíritu de mediocridad que acecha nuestras sociedades.

Fabián Martín, agustino recoleto. Roma

No hay comentarios: