LITURGIA Y CONTEMPLACIÓN: 16 DOMINGO DEL TO

Publicado por CIPECAR

Lecturas: Génesis 18,1-10; Salmo 14,2-5; Colosenses 1,24-28
Evangelio: Lucas 10,38-42

"En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer, llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada a las pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servi cio; hasta que se paró y dijo: -«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya de jado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.» Pero el Señor le contestó: -«Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán".
Lucas 10,38-11,13

Primera perícopa (Lc 10,38-42).
Comienzo de la Inclusión: La Parte Buena.

38 Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa.

39 Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra,

40 mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.»

41 Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas;

42 y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.»

Segunda perícopa (Lc 11,1-4)
Jesús orante.

Jesús, maestro de oración.

Lc 11, 1-13

1 Y sucedió que, estando él orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: «Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos.»

2 El les dijo: «Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino,

3 danos cada día nuestro pan cotidiano,

4 y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe,

y no nos dejes caer en tentación.»

Tercera perícopa (Lc 11,5-8)
El cristiano orando tiene que ser tan pelma como el que pedía panes.

Así muestra su confianza en su Abbá.

Lc 11, 5-8

5 Les dijo también: «Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: "Amigo, préstame tres panes,

6 porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle",

7 y aquél, desde dentro, le responde: "No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos",

8 os aseguro, que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos se levantará por su importunidad, y le dará cuanto necesite.»
Cuarta perícopa (Lc 11,9-11)
Distribución de acciones:

Los hijos tienen que pedir-buscar-llamar con plena osadía.

El Padre celestial dará-hará que lo hallen-abrirá
Lc 11, 9-11

9 Yo os digo: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.

10 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

11 ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión?
13 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,

¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!»

Lucas quita cosas buenas y pone la cosa buena= el Espíritu Santo.

Esta inclusión nos da la pista para darnos cuenta que el evangelista ha hecho un Tratadillo alrededor del Padrenuestro.



Ahora podemos detenernos un poco en el evangelio de este domingo. Es la primera perícopa (Lc 10,38-42), donde comienza el artículo alrededor del Padrenuestro.

Al final de la misma tenemos el comienzo de la inclusión: La Parte Buena que corresponde al Espíritu Santo de Lc 11,13) La Cosa óptima.

v. 38: Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa.

Un pueblo, el pueblo de Marta, María y Lázaro según el evangelio Juan.
Lo recibió. Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron, a los que lo recibieron… (Jn 1,11). Marta aquí es imitable por ser hospitalaria y una buena cristiana.
v. 39: Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra,

Sentada a los pies del Señor es igual que decir que era discípulo del Señor. Así escuchaban los discípulos la maestro: literalmente sentados a los pies de… Para decir que Gamaliel fue maestro suyo, Pablo usa la expresión sentado a los pies de Gamaliel.
Escuchaba su Palabra. En los dichos rabínicos se dice que el buen alumno tenía que estar tan atento que no se perdiera ni una sola palabra que el maestro hablara.
Aquí no se habla para nada de la vida contemplativa, en el sentido, de la institución religiosa de Clausura con muchas horas de estar de rodillas haciendo oración.

Se nos dice mucho más; todo cristiano/a tiene que ser como María. Ser cristiano es escuchar atentamente lo que diga el Señor.
v.40: mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.»

Marta… atareada en muchos quehaceres. Parecería que estar con muchos quehaceres no es algo negativo. Vemos que a veces Jesús estuvo muchos quehaceres enseñando y dando de comer a un gentío.
Acercándose. Para Lucas acercarse a Jesús es acercarse al Reino como los publicanos y pecadores de Lc 15, 1-2. Pero en este caso, Marta no se acerca para ser discípula, sino como Jefa que pide cuentas y da órdenes.
Aunque la simpatía nos va hacia Marta, tenemos que tener en cuenta que aquí se ha dado una distorsión. Marta se hace el centro de la escena. Ella se queja de su hermana y acusa a Jesús de desconsideración. Ella ordena a Jesús que diga a su hermana que la ayude a ella, es el centro…
v. 41-42: Le respondió el Señor: “Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.”

Jesús le hace ver que no merece la pena agitarse y estar con esa ansiedad por nada, ni tan siquiera por los platos que quiere preparar a estos huéspedes improvisados que llegaron con un buen apetito.
Pocos platos, pocas cosas, son necesarias; de hecho, bastaría un plato con algunas cosas, bastaría una sola cosa…
Y esa cosa buena es el Espíritu Santo del que se habla en Lc 11,13 cuando se cierra la inclusión que de esta unidad.
Lucas con un cambio sencillo de Espíritu Santo por cosas buenas, como escribe Mateo siguiendo a la Fuente Q, nos da la clave de todo el pasaje.

No le será quitada. Una relación íntima con el Señor queda para siempre; nadie ni nada nos podrá quitar ese encuentro amoroso.
Señor Jesús, haz que nada ni nadie nos quite que tú, y solo tú, sea el Centro de nuestra vida. Que tu Espíritu Santo abra nuestros oídos interiores para escuchar tu Palabra y nos ayude a llevarla a la práctica. Danos a raudales la cosa buena por antonomasia, tu Espíritu Santo. Amén.