Publicado por Cipecar
Lecturas: Éxodo 32,7-11; Salmo 50, 3-19; 1 Timoteo 1,12-17;
Evangelio: Lucas 15,1-32
Lecturas: Éxodo 32,7-11; Salmo 50, 3-19; 1 Timoteo 1,12-17;
Evangelio: Lucas 15,1-32
“En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos v los escribas. murmuraban entre ellos:
-Ese acoge a los pecadores y come con ellos.» Jesús les dijo esta parábola:
—Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:
"¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido."
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles:
"¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido."
Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.» [También les dijo:
-«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:
"Padre, dame la parte que me toca de la fortuna." El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo
lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de llenarse el estomago de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer.
Recapacitando entonces, se dijo:
"Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros."
Se puso en camino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo. Su hijo le dijo:
"Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo."
Pero el padre dijo a sus criados:
"Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."
Y empezaron el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo.
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba.
Éste le contestó:
"Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud."
Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Y él replicó a su padre:
"Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado."
El padre le dijo:
"Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."»]
Lc 15,1-7
vv. 1-2: Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a él para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este acoge a los pecadores y come con ellos.»
Son muy importantes esos dos primeros versículos. Lucas nos da una pista para alegorizar la parábola. Así vemos que el hermano mayor representa a los escribas y fariseos; el hermano menor, a los publicanos y pecadores.
¿A quién representa el padre de la parábola? Una respuesta inmediata diría a Dios Padre. En cambio, para Lucas ese padre representa a Jesús. De hecho los malos se acercan a Jesús, y no al Padre; los buenos murmuraban de Jesús, y no del Padre.
v. 3: Entonces les dijo esta parábola.
…esta parábola. El evangelista ha hecho una composición bien trabada; de tres parábolas ha hecho una, esta parábola. Tendríamos que leerla como una unidad con tres partes.
La liturgia nos presente hoy sólo una tercera parte, es decir, la parábola del pastor que pierde una oveja y va en su búsqueda.
v. 4: ¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra?
…y va a buscarla
Jesús parte de una experiencia de la vida.
La oveja perdida no puede volver; si quedó atrás es que no podía ya seguir al rebaño.
Si no se iba en búsqueda, moriría abandonada.
· Jesús es el buen Pastor que no puede abandonar a sus ovejas, que somos nosotros.
vv. 5-6: Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido."
Es una imagen muy bella, pero poco realista, porque los pastores tenían por lo menos un borrico en el que podía colocar a la oveja perdida.
De todos modos, se hace más tierna la parábola; ya no podemos imaginarnos a una imagen del Buen Pastor sin que lleva la oveja en sus hombros.
Convoca a los amigos y vecinos... “Alegraos”. Es un rasgo más que hace resaltar la bondad de este Pastor, que es el mismo Cristo Jesús.
v. 7: Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión.
¿De qué pecadores-justos habla Jesús?
El liturgista, con sus tijeras crueles, nos ha privado del inicio de esta parábola donde se nos da la pista:
Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a él para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este acoge a los pecadores y come con ellos (vv. 1-2).
El evangelista nos dice que esos 99 justos son los fariseos y escribas que se creen que no tienen necesidad de conversión y se quejan del fallo moral de Jesús que acoge a los pecadores, como el pastor a la oveja perdida, e incluso come con ellos
vv. 8-10: O, ¿qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, convoca a las amigas y vecinas, y dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido." Del mismo modo, os digo, se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.»
Tiene el mismo punto de comparación que la parábola del pastor. La moneda y la oveja representan al pecador perdido. Al ser encontrado hay gozo compartido como el que sucede en el cielo.
La tercera parte de la parábola (en singular) que menciona el autor en el v. 3, es la que ha absorbido el interés de esta maravillosa parábola.
v. 11: Dijo: «Un hombre tenía dos hijos;
v.12: y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda.
Les repartió la hacienda. Las haciendas que conocía Jesús no eran muy grandes. Quedarse con la mitad de la hacienda no era buen negocio.
Nos suena que el padre es demasiado condescendiente con el hijo menor. Muchos padres le hubieran hecho esperar.
vv. 13-15: Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino. Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba.
Se marchó. Los verbos que expresan movimiento son muy importantes en esta parábola. Cuéntalos.
País lejano. Lejos de la Tierra de Israel, donde pastan cerdos.
El hijo de propietario baja en la escala social y se hace miserable:
Conducta libertina
Pasa hambre
Se contrata como porquerizo
Cae más bajo que los puercos.
Deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos… Me pregunto: “¿Era tan torpe que, como porquerizo mayor, no era capaz de retirar lo mejorcito de la comida de los cerdos?
En el cuentecito no aparece este joven como tonto; ¿qué querrá decirnos Lucas con ese pero nadie se las daba? Quizás quiera reflejar la miseria social que pasa este joven. El cuida de los cerdos, pero a él ¿quién le prepara aunque sean unas algarrobas con cariño?
Ahí comienza su arrepentimiento por atricción, no por contricción.
vv. 17-19: Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros."
Me levantaré… iré a mi padre: Hay decisión de conversión, de vuelta.
Se prepara un discursito, con una gran mentira incluida: Expresa que por su pecado ha dejado de ser hijo. Ser llamado es igual a ser.
Uno de tus jornaleros… Le propone tener relación de amo a jornalero.
vv. 20-22 a: Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus siervos:
¿Qué hace el padre, es decir, Jesús con los pecadores?
Lo vio el padre
Conmovido
Corrió
Se echó al cuello
Lo besó efusivamente
Como vemos esta imagen es más materna que paterna. ¿Nos podemos imaginar a un señor propietario oriental haciendo esas cosas con un hijo sinvergüenza que vuelve a casa porque está muerto de hambre?
vv. 22b-23:
¿Qué manda hacer el padre?
"Traed aprisa el mejor vestido y vestidle,
ponedle un anillo en su mano y
unas sandalias en los pies.
Traed el novillo cebado, matadlo, y
Comamos y celebremos una fiesta,
vv. 24: Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado." Y comenzaron la fiesta.
La razón es bien sencilla. Primero, el que ha venido es este hijo mío; y segundo, estaba muerto y ha vuelto a la vida.
Muerto-Vida… La muerte es la falta de relación paterno-filial. La vida es el restablecimiento de esa relación.
vv. 25-27: «Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. El le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano."
En cuanto al hermano mayor: diríamos que tiene toda la razón del mundo para estar enojado: porque él se desriñona sacando a flote la mitad de la antigua hacienda, mientras quien es premiado con un banquete es el sinvergüenza
Es una pena que un hombre tan trabajador tenga alma de criado.
Como fiel observante de la Ley, se muestra duro con su hermano.
vv. 28-30: El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!"
Aquí se enfrentan dos imágenes de la santidad. El hijo mayor con corazón de siervo-criado mejora la hacienda. El padre lo que busca es la relación interpersonal.
vv. 31-32: Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado."»
Hijo… no criado, ni obrero
Tú siempre estás conmigo. San Pablo dice: “por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor” Se ve que Lucas usa la misma expresión de estar con cuando habla del cielo.
Este hermano tuyo. Nunca ha dejado de serlo; quizás no lo has tratado como tal.
Muerte y Vida. Como lo hemos dicho, hace referencia a tener una relación interpersonal o estar privado de la misma.
¿Cómo reaccionaron estos dos hijos en relación a su padre a quien ahora han podido entender…?
La respuesta la tenemos cada uno de nosotros/as.
Las preguntas son: ¿Quién es Dios para mí? ¿Se parece en algo a este padre?
¿Estoy convencido de que Dios es mejor, infinitamente mejor, que la mejor madre o el mejor padre?
Señor Jesús, gracias de todo corazón porque tú has roto todos los ídolos que había en nuestra mente con tu persona y con tu enseñanza-praxis. Llénanos de tu Espíritu Santo que nos limpie de todo ídolo interior y que plasme en nuestro corazón la imagen de un Dios Abba como tú nos lo transmitiste. Amén.
-Ese acoge a los pecadores y come con ellos.» Jesús les dijo esta parábola:
—Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:
"¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido."
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles:
"¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido."
Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.» [También les dijo:
-«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:
"Padre, dame la parte que me toca de la fortuna." El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo
lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de llenarse el estomago de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer.
Recapacitando entonces, se dijo:
"Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros."
Se puso en camino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo. Su hijo le dijo:
"Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo."
Pero el padre dijo a sus criados:
"Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."
Y empezaron el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo.
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba.
Éste le contestó:
"Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud."
Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Y él replicó a su padre:
"Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado."
El padre le dijo:
"Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."»]
Lc 15,1-7
vv. 1-2: Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a él para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este acoge a los pecadores y come con ellos.»
Son muy importantes esos dos primeros versículos. Lucas nos da una pista para alegorizar la parábola. Así vemos que el hermano mayor representa a los escribas y fariseos; el hermano menor, a los publicanos y pecadores.
¿A quién representa el padre de la parábola? Una respuesta inmediata diría a Dios Padre. En cambio, para Lucas ese padre representa a Jesús. De hecho los malos se acercan a Jesús, y no al Padre; los buenos murmuraban de Jesús, y no del Padre.
v. 3: Entonces les dijo esta parábola.
…esta parábola. El evangelista ha hecho una composición bien trabada; de tres parábolas ha hecho una, esta parábola. Tendríamos que leerla como una unidad con tres partes.
La liturgia nos presente hoy sólo una tercera parte, es decir, la parábola del pastor que pierde una oveja y va en su búsqueda.
v. 4: ¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra?
…y va a buscarla
Jesús parte de una experiencia de la vida.
La oveja perdida no puede volver; si quedó atrás es que no podía ya seguir al rebaño.
Si no se iba en búsqueda, moriría abandonada.
· Jesús es el buen Pastor que no puede abandonar a sus ovejas, que somos nosotros.
vv. 5-6: Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido."
Es una imagen muy bella, pero poco realista, porque los pastores tenían por lo menos un borrico en el que podía colocar a la oveja perdida.
De todos modos, se hace más tierna la parábola; ya no podemos imaginarnos a una imagen del Buen Pastor sin que lleva la oveja en sus hombros.
Convoca a los amigos y vecinos... “Alegraos”. Es un rasgo más que hace resaltar la bondad de este Pastor, que es el mismo Cristo Jesús.
v. 7: Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión.
¿De qué pecadores-justos habla Jesús?
El liturgista, con sus tijeras crueles, nos ha privado del inicio de esta parábola donde se nos da la pista:
Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a él para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este acoge a los pecadores y come con ellos (vv. 1-2).
El evangelista nos dice que esos 99 justos son los fariseos y escribas que se creen que no tienen necesidad de conversión y se quejan del fallo moral de Jesús que acoge a los pecadores, como el pastor a la oveja perdida, e incluso come con ellos
vv. 8-10: O, ¿qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, convoca a las amigas y vecinas, y dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido." Del mismo modo, os digo, se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.»
Tiene el mismo punto de comparación que la parábola del pastor. La moneda y la oveja representan al pecador perdido. Al ser encontrado hay gozo compartido como el que sucede en el cielo.
La tercera parte de la parábola (en singular) que menciona el autor en el v. 3, es la que ha absorbido el interés de esta maravillosa parábola.
v. 11: Dijo: «Un hombre tenía dos hijos;
v.12: y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda.
Les repartió la hacienda. Las haciendas que conocía Jesús no eran muy grandes. Quedarse con la mitad de la hacienda no era buen negocio.
Nos suena que el padre es demasiado condescendiente con el hijo menor. Muchos padres le hubieran hecho esperar.
vv. 13-15: Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino. Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba.
Se marchó. Los verbos que expresan movimiento son muy importantes en esta parábola. Cuéntalos.
País lejano. Lejos de la Tierra de Israel, donde pastan cerdos.
El hijo de propietario baja en la escala social y se hace miserable:
Conducta libertina
Pasa hambre
Se contrata como porquerizo
Cae más bajo que los puercos.
Deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos… Me pregunto: “¿Era tan torpe que, como porquerizo mayor, no era capaz de retirar lo mejorcito de la comida de los cerdos?
En el cuentecito no aparece este joven como tonto; ¿qué querrá decirnos Lucas con ese pero nadie se las daba? Quizás quiera reflejar la miseria social que pasa este joven. El cuida de los cerdos, pero a él ¿quién le prepara aunque sean unas algarrobas con cariño?
Ahí comienza su arrepentimiento por atricción, no por contricción.
vv. 17-19: Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros."
Me levantaré… iré a mi padre: Hay decisión de conversión, de vuelta.
Se prepara un discursito, con una gran mentira incluida: Expresa que por su pecado ha dejado de ser hijo. Ser llamado es igual a ser.
Uno de tus jornaleros… Le propone tener relación de amo a jornalero.
vv. 20-22 a: Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus siervos:
¿Qué hace el padre, es decir, Jesús con los pecadores?
Lo vio el padre
Conmovido
Corrió
Se echó al cuello
Lo besó efusivamente
Como vemos esta imagen es más materna que paterna. ¿Nos podemos imaginar a un señor propietario oriental haciendo esas cosas con un hijo sinvergüenza que vuelve a casa porque está muerto de hambre?
vv. 22b-23:
¿Qué manda hacer el padre?
"Traed aprisa el mejor vestido y vestidle,
ponedle un anillo en su mano y
unas sandalias en los pies.
Traed el novillo cebado, matadlo, y
Comamos y celebremos una fiesta,
vv. 24: Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado." Y comenzaron la fiesta.
La razón es bien sencilla. Primero, el que ha venido es este hijo mío; y segundo, estaba muerto y ha vuelto a la vida.
Muerto-Vida… La muerte es la falta de relación paterno-filial. La vida es el restablecimiento de esa relación.
vv. 25-27: «Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. El le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano."
En cuanto al hermano mayor: diríamos que tiene toda la razón del mundo para estar enojado: porque él se desriñona sacando a flote la mitad de la antigua hacienda, mientras quien es premiado con un banquete es el sinvergüenza
Es una pena que un hombre tan trabajador tenga alma de criado.
Como fiel observante de la Ley, se muestra duro con su hermano.
vv. 28-30: El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!"
Aquí se enfrentan dos imágenes de la santidad. El hijo mayor con corazón de siervo-criado mejora la hacienda. El padre lo que busca es la relación interpersonal.
vv. 31-32: Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado."»
Hijo… no criado, ni obrero
Tú siempre estás conmigo. San Pablo dice: “por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor” Se ve que Lucas usa la misma expresión de estar con cuando habla del cielo.
Este hermano tuyo. Nunca ha dejado de serlo; quizás no lo has tratado como tal.
Muerte y Vida. Como lo hemos dicho, hace referencia a tener una relación interpersonal o estar privado de la misma.
¿Cómo reaccionaron estos dos hijos en relación a su padre a quien ahora han podido entender…?
La respuesta la tenemos cada uno de nosotros/as.
Las preguntas son: ¿Quién es Dios para mí? ¿Se parece en algo a este padre?
¿Estoy convencido de que Dios es mejor, infinitamente mejor, que la mejor madre o el mejor padre?
Señor Jesús, gracias de todo corazón porque tú has roto todos los ídolos que había en nuestra mente con tu persona y con tu enseñanza-praxis. Llénanos de tu Espíritu Santo que nos limpie de todo ídolo interior y que plasme en nuestro corazón la imagen de un Dios Abba como tú nos lo transmitiste. Amén.
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