Liturgia y Contemplación: 1º DOMINGO DE ADVIENTO

Publicado por Cipecar
Lecturas: Isaías 2,1-5; Salmo 121, 1-9; Romanos 13,11-14

Evangelio: Mateo 24,37-44

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.
Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mis mo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán.
Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día ven drá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»

Comienza la segunda parte del discurso escatológico. Aquí Mateo y Lucas siguen la Fuente (Q) común y material propio.
Después de describir (Mt 24, 4-35) los signos previos a la Parusía, Jesús responde a la pregunta que le han hecho los discípulos acerca del momento en que sucederá.
Su respuesta es clara:
Primero, nadie lo sabe, sólo el Padre

Segundo, el Hijo del hombre llegará

Tercero, cuando menos se lo esperen, como un ladrón.
vv. 37-41: Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque como en los días que precedieron al diluvio, comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los arrastró a todos, así será también la venida del Hijo del hombre. Entonces, estarán dos en el campo: uno es tomado, el otro dejado; dos mujeres moliendo en el molino: una es tomada, la otra dejada.
En los días de Noe… tan tranquilos y zas… así será en la Parusía.
Dos estarán en el campo… uno tomado, el otro dejado.
Dos mujeres estarán moliendo… una tomada, la otra dejada.
Ante el desconocimiento del día y la hora, la única actitud sabia es:
1) Estar en vela: Velad (Mt 24, 42)

2) Estar preparados (Mt 24,44)
v. 42: Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Me pregunto sinceramente, de los/las que leéis estos comentarios hay alguien que le interesa saber cuándo vendrá el Señor.
Si no es así para qué comentar este evangelio.
A mí, sí me interesa cuándo nos encontraremos Él, mi Hermano Mayor, y yo. ¿Me reñirá mucho? ¿Me hará ver como en una pantalla mis fallos en el amor al prójimo? Ten compasión amorosa de mí.
vv. 43-44: Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa. Por eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.
Estamos avisados que cuando menos esperemos individualmente podemos tener un accidente mortal, un infarto, una enfermedad mortal.
Como Humanidad basta un meteorito de un diámetro de unos 20 metros para nos haga la vida imposible a toda la Humanidad, por ejemplo.
Señor Jesús, te pedimos que nos concedas la gracias de esperarte con amor sirviéndote a Ti en nuestros hermanos/as. Señor, mantennos en la espera amorosa de tu venida definitiva.