Publicado por Cipecar
Lunes, 27 de diciembre
SAN JUAN, APÓSTOL Y EVANGELISTA
“Entró también el otro discípulo… vio y creyó” (Jn 20,8)
Solo se ve bien desde un corazón que ama. El amor siempre es fuente de vida. Mira con los ojos del amor, o sea con los ojos de Dios, una situación oscura de tu vida que te cuesta entender.
Tu luz, Señor, llena de claridad el mundo. Yo abro mi ventana y de dejo entrar. Mi casa iluminada por tu luz es un humilde signo de tu presencia en la noche.
Martes, 28 de diciembre
LOS SANTOS INOCENTES
“Un grito se oye en Ramá… es Raquel que llora por sus hijos” (Mt 2,18)
Una vez más es la mujer la que se hace oír como palabra de Dios en medio de la noche. El llanto de Raquel es el llanto de Dios por una humanidad que no encuentra los caminos de la paz. Recuerda las situaciones que hacen llorar a tu corazón. No solo hay gozo en el Espíritu, hay también llanto en el Espíritu.
Uno mi grito a los que te gritan. Clamo justicia con los que te la reclaman. Y me quedo aguardando.
Miércoles, 29 de diciembre
“Será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones” (Lc 2,35)
Jesús no es una palabra más entre tantas como se pueden guardar en el corazón. Jesús no es una piedra entra tantas como pueden servir de cimiento para una vida. Jesús es la Palabra, es la Piedra angular, es el Camino, la Verdad, y la Vida. ¿Cómo reaccionas cuando, por ser amigo(a) de Jesús, tú también eres discutido y marginado? ¿Cuál es tu actitud cuando esto le sucede a la Iglesia?
Juntos andemos, Señor. A donde tú vayas, contigo quiero ir yo. Envíame tu Espíritu, para que no te abandone en la dificultad.
Jueves, 30 de diciembre
“Una mujer, Ana, hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén” (Lc 2,38)
A los sencillos se les revela el rostro de Dios y los sencillos dejan pasar a través de su sencillez el rostro de Dios. En la hondura de las aguas limpias se ve dibujada la imagen de Dios. Da gracias a Dios por las personas que te han sido para ti presencias alentadoras en tu camino de búsqueda.
¡Cómo no hablar de ti si tu amor me quema dentro! Les contaré a mis hermanos el gran gozo que hallo en Ti.
Viernes, 31 de diciembre
“Y la Palabra acampó entre nosotros” (Jn 1,14)
Jesús manifiesta el deseo grande que Dios tiene de comunicarse con nosotros. Jesús planta su tienda junto a la nuestra, a la espera de entablar con nosotros un diálogo de amigo. Encuentra hoy un momento para dialogar con Jesús, como un amigo habla con otro amigo. Acostúmbrate a hacerlo cada día. Eso es oración.
Te hablaré de lo mío, Me hablarás de lo tuyo. Tus cosas serán las mías. Sé que tú cuidarás de las mías. Lo sé, Señor.
Sábado, 1 de enero
SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS
“María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón” (Lc 2,19)
María guarda en el corazón las memorias esenciales: que Dios es amor, que Dios-amor ha mirado su pequeñez y que su vida consiste en mostrar a todos, en sus brazos, a Jesús, que es el amor. Escucha hoy a los pobres, las cosas más bonitas las suelen decir ellos. Guarda en tu interior lo que te digan, las mejores cosas empiezan a nacer en el corazón.
Ven, Espíritu, a mi vida, recrea las memorias de mi fe. ¡Que mi casa se llene de luz y de paz!
Solo se ve bien desde un corazón que ama. El amor siempre es fuente de vida. Mira con los ojos del amor, o sea con los ojos de Dios, una situación oscura de tu vida que te cuesta entender.
Tu luz, Señor, llena de claridad el mundo. Yo abro mi ventana y de dejo entrar. Mi casa iluminada por tu luz es un humilde signo de tu presencia en la noche.
Martes, 28 de diciembre
LOS SANTOS INOCENTES
“Un grito se oye en Ramá… es Raquel que llora por sus hijos” (Mt 2,18)
Una vez más es la mujer la que se hace oír como palabra de Dios en medio de la noche. El llanto de Raquel es el llanto de Dios por una humanidad que no encuentra los caminos de la paz. Recuerda las situaciones que hacen llorar a tu corazón. No solo hay gozo en el Espíritu, hay también llanto en el Espíritu.
Uno mi grito a los que te gritan. Clamo justicia con los que te la reclaman. Y me quedo aguardando.
Miércoles, 29 de diciembre
“Será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones” (Lc 2,35)
Jesús no es una palabra más entre tantas como se pueden guardar en el corazón. Jesús no es una piedra entra tantas como pueden servir de cimiento para una vida. Jesús es la Palabra, es la Piedra angular, es el Camino, la Verdad, y la Vida. ¿Cómo reaccionas cuando, por ser amigo(a) de Jesús, tú también eres discutido y marginado? ¿Cuál es tu actitud cuando esto le sucede a la Iglesia?
Juntos andemos, Señor. A donde tú vayas, contigo quiero ir yo. Envíame tu Espíritu, para que no te abandone en la dificultad.
Jueves, 30 de diciembre
“Una mujer, Ana, hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén” (Lc 2,38)
A los sencillos se les revela el rostro de Dios y los sencillos dejan pasar a través de su sencillez el rostro de Dios. En la hondura de las aguas limpias se ve dibujada la imagen de Dios. Da gracias a Dios por las personas que te han sido para ti presencias alentadoras en tu camino de búsqueda.
¡Cómo no hablar de ti si tu amor me quema dentro! Les contaré a mis hermanos el gran gozo que hallo en Ti.
Viernes, 31 de diciembre
“Y la Palabra acampó entre nosotros” (Jn 1,14)
Jesús manifiesta el deseo grande que Dios tiene de comunicarse con nosotros. Jesús planta su tienda junto a la nuestra, a la espera de entablar con nosotros un diálogo de amigo. Encuentra hoy un momento para dialogar con Jesús, como un amigo habla con otro amigo. Acostúmbrate a hacerlo cada día. Eso es oración.
Te hablaré de lo mío, Me hablarás de lo tuyo. Tus cosas serán las mías. Sé que tú cuidarás de las mías. Lo sé, Señor.
Sábado, 1 de enero
SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS
“María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón” (Lc 2,19)
María guarda en el corazón las memorias esenciales: que Dios es amor, que Dios-amor ha mirado su pequeñez y que su vida consiste en mostrar a todos, en sus brazos, a Jesús, que es el amor. Escucha hoy a los pobres, las cosas más bonitas las suelen decir ellos. Guarda en tu interior lo que te digan, las mejores cosas empiezan a nacer en el corazón.
Ven, Espíritu, a mi vida, recrea las memorias de mi fe. ¡Que mi casa se llene de luz y de paz!
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