NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

jueves, 17 de marzo de 2011

II Domingo de Cuaresma (Mt 17,1-9) - Ciclo A: RISA Y LLANTO


En una conocida canción latinoamericana se escucha: “me ha dado la risa, me ha dado el llanto; así yo distingo dicha de quebranto, los dos materiales que forman mi canto”. También la vida se compone de momentos felices y de momentos sombríos. De esto nos habla el evangelio de hoy, llamado el de la transfiguración. Sucedía que los seguidores de Jesús atravesaban una crisis, pues el Maestro les había confesado que “iba a padecer mucho a manos de los senadores, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día”. Estas manifestaciones les habían hundido, pues los apóstoles soñaban en un Mesías, en un Jesús victorioso, triunfante, que, entre otras cosas, mandase a su casa a los romanos y que Israel fuera una potencia.

Jesús prepara cuidadosamente una estrategia para recuperarlos, para inyectar moral, ánimo a los suyos. Para ello organiza una excursión al monte llevándose consigo a tres apóstoles: a Pedro, a Santiago y a Juan. Los tres que un tiempo después le acompañarían en la noche del jueves santo al Huerto de los Olivos. En la cumbre de la montaña, que la tradición la identifica con el monte Tabor, se unen Moisés y Elías. Los discípulos se sienten tan felices que Pedro exclama: “Señor, ¡qué hermoso es estar aquí!”.

No parece que duró mucho tiempo la experiencia. A continuación oyeron la voz de Dios que les anunció: “Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadle”. Los discípulos cayeron de bruces, como aturdidos. Mas Jesús se acercó a ellos y tocándolos les dijo: “Levantaos, no temáis”: Bajemos al llano.

Con esta salida a la montaña Jesús quiere preparar a los apóstoles para los acontecimientos de la pasión y muerte. Quiere fortalecer la fe y la esperanza de sus segadores. Les empapa, les impregna, les envuelve de una sensación de felicidad. En una oración se pide a Dios tener suficiente alegría para ser siempre amables; suficiente dolor para ser siempre humanos; suficientes fracasos para ser humildes; suficientes éxitos paras ser entusiastas. Ciertamente en las vidas humanas no siempre –ni mucho menos- se da un equilibrio entre lo positivo y lo negativo. Los boletos no están proporcionalmente repartidos: a unos les toca demasiados de dolor, de Calvario, a otros de éxito, de Tabor. La transfiguración, el Tabor evoca momentos gratos en la vida, de los cuales necesitamos. Necesitamos de las experiencias del Tabor como el niño necesita del beso y la caricia de su madre. No cabe duda que la experiencia vivida por los tres apóstoles en el Tabor les ayudó a no derrumbarse estrepitosamente en el camino de la cruz.

En esta ocasión Jesús renunció a la modestia. Hizo una exhibición. Incluso intervino, como presentador Dios Padre, al proclamar “Este es mi hijo, el amado, el predilecto. Escuchadle”. Además de la experiencia de ver a Jesús transfigurado, una especie de anticipación de la gloria de la resurrección, reciben un consejo: “Escuchadle”. Pues nosotros en la vida escuchamos. Lo importante es a qué voces, a qué testimonios, a qué comportamientos prestamos atención. En otras palabras, si nuestros referentes son Jesús u otros personajes poco ejemplares. “No tengáis miedo” les dice Jesús, mientras que cariñosamente les pone la mano en el hombro y les invita a volver a la vida diaria, a bajar a la realidad, a no tener miedo a las situaciones y compromisos que vayan surgiendo. Quien se queda permanentemente en la altura, en al nube sin querer mezclarse en la vida practica un falso espiritualismo. Un espiritualismo desencarnado, que no sirve. El pueblo japonés hoy necesita de Tabores, de experiencias de afecto, de apoyo que las recibirán especialmente de sus compatriotas, pero también de la solidaridad del resto del mundo. El Calvario solo nos destruye. Necesitamos la mano de Jesús sobre los hombros. En la vida nos toca llorar, pero también nos tenemos que enamorar y reír. Estamos participando de la misa, ¿por qué no va a ser ésta un Tabor? La fe, nuestra fe, se la juega si es capaz de de dar razones para esperar, para amar, para vivir. Ante situaciones complicadas es posible que Jesús nos invite a subir a la montaña, nos invite a no tener miedo (cada uno sabe por qué siente miedo) y también es posible que cada uno de nosotros podamos ser para otros un pequeño Tabor.

No hay comentarios: