Publicado por Sintonía Cordial
Se acaba de anunciar una Maratón de TV3 para luchar contra la pobreza. Una iniciativa muy loable y que sin duda ayudará en la tarea de sensibilización ciudadana para plantar cara a la crisis y para decir basta a la falta de oportunidades, al tiempo que se recogen recursos para apoyar proyectos a favor de las personas.
Damos la bienvenida a esta iniciativa, al tiempo que creo que nos puede ayudar a despertarnos para contribuir al cambio: se acabó el tiempo en el que todos pensaban en un Estado providencialista que tenía que asumirlo todo. Se acabó es tiempo de un Estado que creíamos tenía unos recursos infinitos, porque muchos o casi todos, tiraban de él usando y abusando de sus prestaciones y recursos: usuarios, políticos y funcionarios.
Muchos han puesto el grito en el cielo diciendo que es cuestión de la administración, que los impuestos, que….. La gravedad del momento presente nos ha de movilizar a todos, y todos debemos ser corresponsables. No podemos mirar para otro lado, lavarnos las manos, decir no es mi problema, o que lo arregle el gobierno, porque entonces tendremos un problema de verdad y que será de todos.
Es la hora de la humanidad; en la que la causa de unos es la causa de todos, y en la que tenemos que compartir proyectos, sueños y trabajos.
Unos de los cambios importantes será saber vivir austeramente, pero no basta. Será compartir, pero tampoco basta. Será saber administrar y dedicar unas horas a ayudar a los que están peor, pero tampoco es suficiente. El gran cambio tiene que venir por la conciencia de que todos somos parte del problema y que todos debemos ser parte y artífices de la solución.
Los recortes nos duelen, las reducciones, son sangrantes. Hay medidas impopulares que se han tenido que tomar y otras en las que no se ha acabado de acertar, en las que han pagado justos por pecadores, pero lo cierto es que algo hay que hacer, y si no movemos fichas, no acabaremos de resolver los grandes problemas sociales y económicos que nos flagelan.
Se acabó el tiempo de echar culpas a los otros de forma irresponsable, de vivir imputando a los otros movidos por ideologías o intereses partidistas; se acabó eso de descalificar porque sale gratis: O nos ponemos todos la camiseta del compromiso y tiramos del carro, o esto no tiene solución.
Esta es la hora de hacer piña: Ciudadanos y gobierno. Se acaba eso de vivir de las subvenciones y de no poner toda la carne en el asador. Tal vez sea también este el momento de reconocer la gran labor que realizan los voluntarios que gratuitamente dedican horas, muchas horas a un servicio y a un trabajo profesional y humano, que no siempre es suficientemente valorado.
Seguro que es la hora de reducir las grandes estructuras de ONG, Fundaciones, servicios sociales, etc. en las que elevadas sumas de las ayudas se quedan en sueldos de trabajadores, que no digo que no sean necesarios, pero que han hecho que muchas organizaciones hayan crecido tanto, tanto tanto, que hoy son un gigante que se come todo lo que se debería destinar a las ayuda, a crear oportunidades: a las personas.
No sé. Tal vez no soy políticamente correcta. Pero, bienvenida maratón. Alguno lo tenía que decir.
Damos la bienvenida a esta iniciativa, al tiempo que creo que nos puede ayudar a despertarnos para contribuir al cambio: se acabó el tiempo en el que todos pensaban en un Estado providencialista que tenía que asumirlo todo. Se acabó es tiempo de un Estado que creíamos tenía unos recursos infinitos, porque muchos o casi todos, tiraban de él usando y abusando de sus prestaciones y recursos: usuarios, políticos y funcionarios.
Muchos han puesto el grito en el cielo diciendo que es cuestión de la administración, que los impuestos, que….. La gravedad del momento presente nos ha de movilizar a todos, y todos debemos ser corresponsables. No podemos mirar para otro lado, lavarnos las manos, decir no es mi problema, o que lo arregle el gobierno, porque entonces tendremos un problema de verdad y que será de todos.
Es la hora de la humanidad; en la que la causa de unos es la causa de todos, y en la que tenemos que compartir proyectos, sueños y trabajos.
Unos de los cambios importantes será saber vivir austeramente, pero no basta. Será compartir, pero tampoco basta. Será saber administrar y dedicar unas horas a ayudar a los que están peor, pero tampoco es suficiente. El gran cambio tiene que venir por la conciencia de que todos somos parte del problema y que todos debemos ser parte y artífices de la solución.
Los recortes nos duelen, las reducciones, son sangrantes. Hay medidas impopulares que se han tenido que tomar y otras en las que no se ha acabado de acertar, en las que han pagado justos por pecadores, pero lo cierto es que algo hay que hacer, y si no movemos fichas, no acabaremos de resolver los grandes problemas sociales y económicos que nos flagelan.
Se acabó el tiempo de echar culpas a los otros de forma irresponsable, de vivir imputando a los otros movidos por ideologías o intereses partidistas; se acabó eso de descalificar porque sale gratis: O nos ponemos todos la camiseta del compromiso y tiramos del carro, o esto no tiene solución.
Esta es la hora de hacer piña: Ciudadanos y gobierno. Se acaba eso de vivir de las subvenciones y de no poner toda la carne en el asador. Tal vez sea también este el momento de reconocer la gran labor que realizan los voluntarios que gratuitamente dedican horas, muchas horas a un servicio y a un trabajo profesional y humano, que no siempre es suficientemente valorado.
Seguro que es la hora de reducir las grandes estructuras de ONG, Fundaciones, servicios sociales, etc. en las que elevadas sumas de las ayudas se quedan en sueldos de trabajadores, que no digo que no sean necesarios, pero que han hecho que muchas organizaciones hayan crecido tanto, tanto tanto, que hoy son un gigante que se come todo lo que se debería destinar a las ayuda, a crear oportunidades: a las personas.
No sé. Tal vez no soy políticamente correcta. Pero, bienvenida maratón. Alguno lo tenía que decir.
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