Proyecto Lectionautas
CEBIPAL/CELAM – SOCIEDADES BIBLICAS UNIDAS
Hno. José Antonio Chavarría, frp
CEBIPAL/CELAM – SOCIEDADES BIBLICAS UNIDAS
Hno. José Antonio Chavarría, frp
TEXTO BÍBLICO Mateo 7, 21-27
¡Cuidado!
21 »No todos los que dicen que yo soy su Señor y dueño entrarán en el reino de Dios. Eso no es suficiente; antes que nada deben obedecer los mandamientos de mi Padre, que está en el cielo. 22 Cuando llegue el día en que Dios juzgará a todo el mundo, muchos me dirán: “Señor y dueño nuestro, nosotros anunciamos de parte tuya el mensaje a otros. Y también usamos tu nombre para echar fuera demonios y para hacer milagros”. 23 Pero yo les diré: ¡Apártense de mí, gente malvada! ¡Yo no tengo nada que ver con ustedes!
Dos clases de personas
24 »El que escucha lo que yo enseño y hace lo que yo digo, es como una persona precavida que construyó su casa sobre piedra firme. 25 Vino la lluvia, y el agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra la casa. Pero la casa no se cayó, porque estaba construida sobre piedra firme.
26 »Pero el que escucha lo que yo enseño y no hace lo que yo digo es como una persona tonta que construyó su casa sobre la arena. 27 Vino la lluvia, y el agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra la casa. Y la casa se cayó y quedó totalmente destruida.»
28 Cuando Jesús terminó de hablar, todos los que escuchaban quedaron admirados de sus enseñanzas, 29 porque Jesús hablaba con toda autoridad, y no como los maestros de la Ley.
1 - LECTURA
¿Qué dice el texto?
Pistas para la lectura
Hola Lectionautas, en este Domingo las páginas sagradas de las escrituras nos presentan un texto muy importante el cual debe de ser muy tomado en cuenta, tratemos de poner toda nuestra atención, para que así saquemos de él el mayor provecho posible.
Pongamos atención al versículo 22: 22 Cuando llegue el día en que Dios juzgará a todo el mundo, muchos me dirán: “Señor y dueño nuestro, nosotros anunciamos de parte tuya el mensaje a otros. Y también usamos tu nombre para echar fuera demonios y para hacer milagros”.
Es muy importante que empecemos el estudio de este texto analizando a profundidad lo que encierra este versículo, donde Jesús nos recuerda su Segunda Venida, lo que conocemos los católicos como la Parusía, o “Segunda Venida del Señor”.
Debemos recordar que esta es una promesa que Jesús hizo, y no olvidemos que todas las promesas hechas por Dios se han cumplido, sino recordemos la promesa hecha a Abraham cuando Dios le dijo: “Te daré tantos descendientes como las estrellas del cielo…” Gn 15, 5. Luego vino la promesa de la tierra que emanaría Leche y Miel que se cumple cuando el pueblo de Israel es liberado y llevado a la tierra prometida, puedes leer el libro del Éxodo para profundizar un poco más en esto.
Luego Dios prometió enviar a un Redentor, a un mesías que le daría les vida Eterna, a un Salvador y así envío a Jesús su Hijo amado, Jn 3, 16. Y si vemos más adelante en la historia de salvación, Jesús hace también una promesa la de enviar a un consolador, al Paráclito, y los discípulos recibieron el Espíritu Santo el día de Pentecostés. Hc 2, 1-4.
¡Todas las promesas que ha hecho Dios se han cumplido!, Pero ahora esta promesa al igual que las demás tiene instrucciones o consejos para estar preparados cuando la misma se cumpla:
¡No todo el que dice sino el que hace!, llegado el final de los tiempos puede aparecer una actitud errada, que podría reducir nuestra fe, a creer a la manera de una simple profesión verbal teórica o emotiva, (Señor… Señor…). Incluso un cierto trabajo por el reino, pero alejado de una verdadera adhesión a Jesús, la cual no tendrá la capacidad de salvar o de introducir a la persona en el Reino de Dios, en la Vida Eterna.
Jesús conoce el corazón de las personas que le escuchan, y sabe que los judíos ponen como primero la perfección en el cumplimiento de las doctrinas, pero no se preocupan de vivir rectamente.
No se preocupan por el cumplimiento verdadero de los mandamientos, por eso hace cierto énfasis en las personas que alguna vez dirán: “Señor y dueño nuestro, nosotros anunciamos de parte tuya el mensaje a otros. Y también usamos tu nombre para echar fuera demonios y para hacer milagros”. Pero ante estas personas Jesús es contundente al decir: ¡Apártense de mí, gente malvada! ¡Yo no tengo nada que ver con ustedes! Reafirmado así la importancia de realizar obras en su nombre, pero en alianza con Él, no con fines de vanagloria propia, sino para honrar únicamente el nombre de Dios.
Solo la verdadera adhesión a Cristo podrá hacernos participes de la vida eterna, solo haciendo lo que Jesús enseña en su Palabra nos conducirá a ser herederos del reino. El texto nos deja una enseñanza basada en dos actitudes opuestas:
El que construye la casa sobre piedra firme, este es el creyente que actúa de acuerdo a los principios de la fe, se nos habla del cristiano que pone como base para la construcción de su vida la palabra que ha escuchado y construye su vida como una casa en roca firme, entendiendo como PIEDRA FIRME, sus enseñanzas, SU PALABRA.
El simbolismo de la lluvia, inundación y viento se presentan como las adversidades y pruebas de la vida del cristiano, así la buena edificación es no cometer errores sobre el lugar donde pone su confianza el individuo y donde pone sus esperanzas, las cuales muchas veces se colocan en lugares errados.
El que construye su casa sobre arena, es un énfasis especial en la NO escucha de la palabra, en la edificación de la casa sobre ideologías propias, diferentes a las enseñadas por el Maestro. Y es muy claro el decir: “Vino la lluvia, y el agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra la casa. Y la casa se cayó y quedó totalmente destruida.» Aclarando de esta forma que la única edificación correcta y que soportará las adversidades será la construida sobre la piedra firme.
Debemos dar importancia extrema cuando dice: “El que escucha lo que yo enseño y hace lo que yo digo” esa es la clave para la buena construcción de la casa.
LA ESCHCHA ATENTA A LA PALABRA, y hacer lo que enseña el maestro es la clave de la buena edificación.
Este texto de Mateo es la culminación del conocido Sermón de la Montaña, por eso te invitamos querido amigo lectionauta a profundizar más leyendo el Sermón completo que lo encontrarás en Mateo Caps. 5, 6 y 7.
Podemos terminar este primer paso de esta Lectio Divina diciendo que la enseñanza principal de este texto es: “Convertir la palabra de Dios en Vida, en nuestras vidas”.
Para tener presente: La Pedagogía de enseñanza de Jesús, era usar ejemplos de la vida y cotidianidad del pueblo Judío.
Otros textos bíblicos para confrontar: Lc 6, 47-49; Ez 13 10-12; Prov. 10, 25
Para proseguir la profundización de estos temas se puede mirar en La Biblia de Estudio. Dios habla hoy, la voz
Preguntas para la lectura
•¿Qué es lo primero que se debe hacer para entrar en el reino de los cielos?
•¿Qué pasará con los que usen el nombre de Jesús para hacer milagros o expulsar demonios, sin estar unidos a la voluntad del Padre?
•¿Quiénes serán apartados de la presencia de Dios?
•¿Quiénes son los que construyen la casa sobre piedra firme?
•¿Qué pasará con los que escuchan la palabra y la ponen en práctica?
•¿Quiénes son los que construyen la casa sobre arena?
•¿Qué pasará con los que NO escuchan la palabra?
•¿Qué ocurre cuando la casa es construida sobre la arena?
2 - MEDITACIÓN
¿Qué me dice? ¿Qué nos dice?
Preguntas para la meditación
Ante este texto tan importante, debo preguntarme:
•¿En qué medida doy la importancia a la Palabra de Dios?
•¿Es la Palabra de Dios la PIEDRA FIRME en la cual estoy construyendo mi vida?
•¿Dónde he puesto mi confianza, en mis propios criterios o en la Palabra de Dios?
•¿Qué pasaría si el juicio final fuera hoy? ¿Estoy preparado?
•Cuando llegan las lluvias y las tormentas a mi vida. ¿Siento que mi vida se cae como la casa construida en arena o me siento como una Piedra Firme?
•¿Cómo puede empezar a construir mi vida sobre una piedra firme?
3 - ORACIÓN
¿Qué le digo? ¿Qué le decimos?
La oración es la respuesta que le damos a Dios que se nos manifiesta primero. Señor, he escuchado tu Palabra, y ahora mi vida es diferente, me cuestionan muchas cosas, veo mi vida y no sé donde he construido mi casa, no sé donde he hecho la construcción de mi vida, muchas veces no sé ni donde estoy parado.
Señor hoy tus palabras son como una luz, son una muestra del plan maravilloso que tienes para mi vida, tus enseñanzas Señor son la verdad que muchas veces me ha hecho falta. Y siempre has estado para mi Señor, siempre me has enseñado tu voluntad. Pero hoy deseo hacer vida en mi vida tus enseñanzas, hoy deseo Señor edificar mi vida Sobre la Piedra Firme que es tu palabra, no quiero ser como el que construyo su casa sobre la arena, hoy Señor deseo vivir según tu voluntad. Gracias Señor por enseñarme la verdad, gracias por Tu Palabra que me enseña a ser mejor, que me enseña el camino a la Vida Eterna, Gracias Señor por ser mi maestro.
Que mi vida sea Señor para ti, y que tú seas el faro que guie mi corazón, que guie el rumbo de mi vida… Amén.
4 - CONTEMPLACIÓN
¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje?
Para interiorizar este mensaje, esta palabra que se nos ha dado, podemos repetir varias veces las siguientes palabras:
Señor, tu Palabra es pan de vida, Tu Palabra es fuente de salvación, Tú eres la Palabra Señor, ¡En tu Palabra confío Señor! ! En ti confío!, ¡En ti construyo mi vida Señor! Repitamos varias veces estas palabras para que hagan eco en nuestra vida y así la Palabra del Señor sea la Piedra en la que edificamos nuestra vida.
5 - ACCIÓN
¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?
Propuestas personales
•Hazte el propósito de leer a diario al menos una de las lecturas propuestas por la Liturgia de la iglesia. Para poder ir encontrando en ellas las herramientas correctas para la construcción de tu vida.
•Comparte este ejercicio de Lectio Divina con alguna persona que tú sepas que no está construyendo su vida sobre la Palabra de Dios, explícale las escrituras y ayúdale en la edificación d su casa.
Propuestas comunitarias
•Compartir entre compañeros de grupo alguna experiencia en la cual la palabra de Dios se haya cumplido en la vida de cada uno de los miembros del grupo.
•Buscar personas de sus comunidades que no asistan a la escucha de la Palabra e invitarlos a compartir con su grupo la experiencia de escucha y estudio de las Sagradas Escrituras.
¡Cuidado!
21 »No todos los que dicen que yo soy su Señor y dueño entrarán en el reino de Dios. Eso no es suficiente; antes que nada deben obedecer los mandamientos de mi Padre, que está en el cielo. 22 Cuando llegue el día en que Dios juzgará a todo el mundo, muchos me dirán: “Señor y dueño nuestro, nosotros anunciamos de parte tuya el mensaje a otros. Y también usamos tu nombre para echar fuera demonios y para hacer milagros”. 23 Pero yo les diré: ¡Apártense de mí, gente malvada! ¡Yo no tengo nada que ver con ustedes!
Dos clases de personas
24 »El que escucha lo que yo enseño y hace lo que yo digo, es como una persona precavida que construyó su casa sobre piedra firme. 25 Vino la lluvia, y el agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra la casa. Pero la casa no se cayó, porque estaba construida sobre piedra firme.
26 »Pero el que escucha lo que yo enseño y no hace lo que yo digo es como una persona tonta que construyó su casa sobre la arena. 27 Vino la lluvia, y el agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra la casa. Y la casa se cayó y quedó totalmente destruida.»
28 Cuando Jesús terminó de hablar, todos los que escuchaban quedaron admirados de sus enseñanzas, 29 porque Jesús hablaba con toda autoridad, y no como los maestros de la Ley.
1 - LECTURA
¿Qué dice el texto?
Pistas para la lectura
Hola Lectionautas, en este Domingo las páginas sagradas de las escrituras nos presentan un texto muy importante el cual debe de ser muy tomado en cuenta, tratemos de poner toda nuestra atención, para que así saquemos de él el mayor provecho posible.
Pongamos atención al versículo 22: 22 Cuando llegue el día en que Dios juzgará a todo el mundo, muchos me dirán: “Señor y dueño nuestro, nosotros anunciamos de parte tuya el mensaje a otros. Y también usamos tu nombre para echar fuera demonios y para hacer milagros”.
Es muy importante que empecemos el estudio de este texto analizando a profundidad lo que encierra este versículo, donde Jesús nos recuerda su Segunda Venida, lo que conocemos los católicos como la Parusía, o “Segunda Venida del Señor”.
Debemos recordar que esta es una promesa que Jesús hizo, y no olvidemos que todas las promesas hechas por Dios se han cumplido, sino recordemos la promesa hecha a Abraham cuando Dios le dijo: “Te daré tantos descendientes como las estrellas del cielo…” Gn 15, 5. Luego vino la promesa de la tierra que emanaría Leche y Miel que se cumple cuando el pueblo de Israel es liberado y llevado a la tierra prometida, puedes leer el libro del Éxodo para profundizar un poco más en esto.
Luego Dios prometió enviar a un Redentor, a un mesías que le daría les vida Eterna, a un Salvador y así envío a Jesús su Hijo amado, Jn 3, 16. Y si vemos más adelante en la historia de salvación, Jesús hace también una promesa la de enviar a un consolador, al Paráclito, y los discípulos recibieron el Espíritu Santo el día de Pentecostés. Hc 2, 1-4.
¡Todas las promesas que ha hecho Dios se han cumplido!, Pero ahora esta promesa al igual que las demás tiene instrucciones o consejos para estar preparados cuando la misma se cumpla:
¡No todo el que dice sino el que hace!, llegado el final de los tiempos puede aparecer una actitud errada, que podría reducir nuestra fe, a creer a la manera de una simple profesión verbal teórica o emotiva, (Señor… Señor…). Incluso un cierto trabajo por el reino, pero alejado de una verdadera adhesión a Jesús, la cual no tendrá la capacidad de salvar o de introducir a la persona en el Reino de Dios, en la Vida Eterna.
Jesús conoce el corazón de las personas que le escuchan, y sabe que los judíos ponen como primero la perfección en el cumplimiento de las doctrinas, pero no se preocupan de vivir rectamente.
No se preocupan por el cumplimiento verdadero de los mandamientos, por eso hace cierto énfasis en las personas que alguna vez dirán: “Señor y dueño nuestro, nosotros anunciamos de parte tuya el mensaje a otros. Y también usamos tu nombre para echar fuera demonios y para hacer milagros”. Pero ante estas personas Jesús es contundente al decir: ¡Apártense de mí, gente malvada! ¡Yo no tengo nada que ver con ustedes! Reafirmado así la importancia de realizar obras en su nombre, pero en alianza con Él, no con fines de vanagloria propia, sino para honrar únicamente el nombre de Dios.
Solo la verdadera adhesión a Cristo podrá hacernos participes de la vida eterna, solo haciendo lo que Jesús enseña en su Palabra nos conducirá a ser herederos del reino. El texto nos deja una enseñanza basada en dos actitudes opuestas:
El que construye la casa sobre piedra firme, este es el creyente que actúa de acuerdo a los principios de la fe, se nos habla del cristiano que pone como base para la construcción de su vida la palabra que ha escuchado y construye su vida como una casa en roca firme, entendiendo como PIEDRA FIRME, sus enseñanzas, SU PALABRA.
El simbolismo de la lluvia, inundación y viento se presentan como las adversidades y pruebas de la vida del cristiano, así la buena edificación es no cometer errores sobre el lugar donde pone su confianza el individuo y donde pone sus esperanzas, las cuales muchas veces se colocan en lugares errados.
El que construye su casa sobre arena, es un énfasis especial en la NO escucha de la palabra, en la edificación de la casa sobre ideologías propias, diferentes a las enseñadas por el Maestro. Y es muy claro el decir: “Vino la lluvia, y el agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra la casa. Y la casa se cayó y quedó totalmente destruida.» Aclarando de esta forma que la única edificación correcta y que soportará las adversidades será la construida sobre la piedra firme.
Debemos dar importancia extrema cuando dice: “El que escucha lo que yo enseño y hace lo que yo digo” esa es la clave para la buena construcción de la casa.
LA ESCHCHA ATENTA A LA PALABRA, y hacer lo que enseña el maestro es la clave de la buena edificación.
Este texto de Mateo es la culminación del conocido Sermón de la Montaña, por eso te invitamos querido amigo lectionauta a profundizar más leyendo el Sermón completo que lo encontrarás en Mateo Caps. 5, 6 y 7.
Podemos terminar este primer paso de esta Lectio Divina diciendo que la enseñanza principal de este texto es: “Convertir la palabra de Dios en Vida, en nuestras vidas”.
Para tener presente: La Pedagogía de enseñanza de Jesús, era usar ejemplos de la vida y cotidianidad del pueblo Judío.
Otros textos bíblicos para confrontar: Lc 6, 47-49; Ez 13 10-12; Prov. 10, 25
Para proseguir la profundización de estos temas se puede mirar en La Biblia de Estudio. Dios habla hoy, la voz
Preguntas para la lectura
•¿Qué es lo primero que se debe hacer para entrar en el reino de los cielos?
•¿Qué pasará con los que usen el nombre de Jesús para hacer milagros o expulsar demonios, sin estar unidos a la voluntad del Padre?
•¿Quiénes serán apartados de la presencia de Dios?
•¿Quiénes son los que construyen la casa sobre piedra firme?
•¿Qué pasará con los que escuchan la palabra y la ponen en práctica?
•¿Quiénes son los que construyen la casa sobre arena?
•¿Qué pasará con los que NO escuchan la palabra?
•¿Qué ocurre cuando la casa es construida sobre la arena?
2 - MEDITACIÓN
¿Qué me dice? ¿Qué nos dice?
Preguntas para la meditación
Ante este texto tan importante, debo preguntarme:
•¿En qué medida doy la importancia a la Palabra de Dios?
•¿Es la Palabra de Dios la PIEDRA FIRME en la cual estoy construyendo mi vida?
•¿Dónde he puesto mi confianza, en mis propios criterios o en la Palabra de Dios?
•¿Qué pasaría si el juicio final fuera hoy? ¿Estoy preparado?
•Cuando llegan las lluvias y las tormentas a mi vida. ¿Siento que mi vida se cae como la casa construida en arena o me siento como una Piedra Firme?
•¿Cómo puede empezar a construir mi vida sobre una piedra firme?
3 - ORACIÓN
¿Qué le digo? ¿Qué le decimos?
La oración es la respuesta que le damos a Dios que se nos manifiesta primero. Señor, he escuchado tu Palabra, y ahora mi vida es diferente, me cuestionan muchas cosas, veo mi vida y no sé donde he construido mi casa, no sé donde he hecho la construcción de mi vida, muchas veces no sé ni donde estoy parado.
Señor hoy tus palabras son como una luz, son una muestra del plan maravilloso que tienes para mi vida, tus enseñanzas Señor son la verdad que muchas veces me ha hecho falta. Y siempre has estado para mi Señor, siempre me has enseñado tu voluntad. Pero hoy deseo hacer vida en mi vida tus enseñanzas, hoy deseo Señor edificar mi vida Sobre la Piedra Firme que es tu palabra, no quiero ser como el que construyo su casa sobre la arena, hoy Señor deseo vivir según tu voluntad. Gracias Señor por enseñarme la verdad, gracias por Tu Palabra que me enseña a ser mejor, que me enseña el camino a la Vida Eterna, Gracias Señor por ser mi maestro.
Que mi vida sea Señor para ti, y que tú seas el faro que guie mi corazón, que guie el rumbo de mi vida… Amén.
4 - CONTEMPLACIÓN
¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje?
Para interiorizar este mensaje, esta palabra que se nos ha dado, podemos repetir varias veces las siguientes palabras:
Señor, tu Palabra es pan de vida, Tu Palabra es fuente de salvación, Tú eres la Palabra Señor, ¡En tu Palabra confío Señor! ! En ti confío!, ¡En ti construyo mi vida Señor! Repitamos varias veces estas palabras para que hagan eco en nuestra vida y así la Palabra del Señor sea la Piedra en la que edificamos nuestra vida.
5 - ACCIÓN
¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?
Propuestas personales
•Hazte el propósito de leer a diario al menos una de las lecturas propuestas por la Liturgia de la iglesia. Para poder ir encontrando en ellas las herramientas correctas para la construcción de tu vida.
•Comparte este ejercicio de Lectio Divina con alguna persona que tú sepas que no está construyendo su vida sobre la Palabra de Dios, explícale las escrituras y ayúdale en la edificación d su casa.
Propuestas comunitarias
•Compartir entre compañeros de grupo alguna experiencia en la cual la palabra de Dios se haya cumplido en la vida de cada uno de los miembros del grupo.
•Buscar personas de sus comunidades que no asistan a la escucha de la Palabra e invitarlos a compartir con su grupo la experiencia de escucha y estudio de las Sagradas Escrituras.
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