Tema básico: La semilla - la Palabra de Dios - dara una gran cosecha de almas.
En el evangelio de hoy, Jesus habla del poder de la semilla - la Palabra de Dios. Nos dice sembrar esa semilla con confianza que dara un gran cosecha de almas.
La imagen de la Palabra de Dios como semilla es bella. Una semilla es algo pequeño, casi insignificante, pero adentro tiene un poder enorme. En el siglo pasado vimos el poder de una semilla en una forma dramatica. Algunos de nosostros se acuerdan que en los años sesente, expertos estaban hablando de hambrunas mundiales. Dijeron que una hambruna vendria especialmente en paises como la India. La tierra cultivable de la India, segun ellos, no podia producir suficiente comida para su poblacion que habia crecido a 440 millones. Muchos expertos dijeron que la unica cosa que el mundo podia hacer era mirarlos morir de hambre.
No obstante, habia un hombre que no vio las cosas asi. Su nombre era Norman Borlaug. Fue a la India no con un monton de comida, sino con una semilla llamada "Sonora 64." Se puede imaginar que la gente estaba un poco sospechosa. Aqui era un agronomo norteamericano con una semilla de trigo desarrollada en Mexico. Pero Borlaug convencio a las autoridades probarla. Sembraron algo de Sonora 64 en Punjab. Los resultados eran espectaculares y pronto empezaban a usarl por todo el subcontinente. Luego, introdujeron una nueva variedad de arroz, llamada IR8, los resultados eran aun mejor: Antes un hectar producia una tonelada de arroza. Con la semilla IR8, un hectar - sin fertilizante - daba cinco toneladas y bajo condiciones optimas, diez toneladas. Asi IR8 dio un aumento de diez veces. Con las nuevas semillas, la India y otros paises evitaron la hambruna. Hoy con mas de un mil millones de habitantes, la India produce un sobrante de comida. (En 2006, la India exportó unas 4.5 toneladas de arroz.) Asi podemos ver el poder de una semilla.
Jesus hoy habla del poder de una semilla - una semilla aun mas poderosa que Sonora 64 o IR8. La semilla es la Palabra de Dios y Jesus nos asegura que dara una cosecha enorme.
Vivimos en un mundo donde la gente tiene hambre - a veces hambre fisica, pero mas con hambre espiritual. Y en vez de recibir comida sustancial, estan comiendo lo que daña. Piensa en como hemos llegado a aceptar el aborto, la homosexualidad, control de natalidad, cohabitacion, los juegos de casinos y la pornografia. Esas practicas destruyen a individuales y familias. Algunos ven a todo eso y dicen, "es feo, pero que puedo hacer yo? Si alguien quiere echar su vida en la basura, es su problema, no mio."
Jesus no toma esa actitud. Nos da una semilla - nos dice sembrarla con abandono. No se preocupen si una parte cae en el sendero o en rocas. Sucede lo que sucede, sigan sembrando la semilla. Tarde o temprano, dara su cosecha.
Antes los catolicos daban mejor testimonio a Cristo. Teniamos crucifijos en nuestras casas - y aun en nuestros carros. Haciamos la señal de la cruz en publico. Llevabamos medallas y teniamos procesiones. Y desde luego, todos reconocian a los padres y las religiosas. Algunos se sonrian, otros nos resentian, otros tenian otras cosas en sus mentes. Pero para muchas personas, los signos externos servian como punto de partir para hablar de Dios y Jesus y los Sacramentos. Era una forma de sembrar la semilla de fe. Y dio resultados. Tuvimos muchos convertidos - y nuestros jovenes se quedaban con nosotros.
En el siglo diecinueve un sacerdote llamado Isaac Hecker tuvo una vision bella. Estaba convencido que America podia ser una tierra catolica. El mismo un convertido, el Padre Hecker creo que, si nosotros los catolicos practicaran nuestra fe con mayor intensidad, nuestros hermanos americanos serian atraidos a la Iglesia. Esa vision parece quijotica, pero no es. Yo todavia sueño con una America Catolica. No porque los catolicos somos tan buenos. No porque tenemos una organizacion eficiente. No, una America Catolica es posible a causa del poder de la semilla - la Palabra de Dios.
Si aun un porciento pequeño practica su fe intensamente, veremos resultados sorpresivos. Requereria sacrificio y aun humillaciones. Para la salvacion de otros - y nuestra propia salvacaion - vale el precio. Jesus garantiza que su Palabra tendra su efecto. La semilla dara una gran cosecha de almas - treinta, sesenta, aun cien veces.
La imagen de la Palabra de Dios como semilla es bella. Una semilla es algo pequeño, casi insignificante, pero adentro tiene un poder enorme. En el siglo pasado vimos el poder de una semilla en una forma dramatica. Algunos de nosostros se acuerdan que en los años sesente, expertos estaban hablando de hambrunas mundiales. Dijeron que una hambruna vendria especialmente en paises como la India. La tierra cultivable de la India, segun ellos, no podia producir suficiente comida para su poblacion que habia crecido a 440 millones. Muchos expertos dijeron que la unica cosa que el mundo podia hacer era mirarlos morir de hambre.
No obstante, habia un hombre que no vio las cosas asi. Su nombre era Norman Borlaug. Fue a la India no con un monton de comida, sino con una semilla llamada "Sonora 64." Se puede imaginar que la gente estaba un poco sospechosa. Aqui era un agronomo norteamericano con una semilla de trigo desarrollada en Mexico. Pero Borlaug convencio a las autoridades probarla. Sembraron algo de Sonora 64 en Punjab. Los resultados eran espectaculares y pronto empezaban a usarl por todo el subcontinente. Luego, introdujeron una nueva variedad de arroz, llamada IR8, los resultados eran aun mejor: Antes un hectar producia una tonelada de arroza. Con la semilla IR8, un hectar - sin fertilizante - daba cinco toneladas y bajo condiciones optimas, diez toneladas. Asi IR8 dio un aumento de diez veces. Con las nuevas semillas, la India y otros paises evitaron la hambruna. Hoy con mas de un mil millones de habitantes, la India produce un sobrante de comida. (En 2006, la India exportó unas 4.5 toneladas de arroz.) Asi podemos ver el poder de una semilla.
Jesus hoy habla del poder de una semilla - una semilla aun mas poderosa que Sonora 64 o IR8. La semilla es la Palabra de Dios y Jesus nos asegura que dara una cosecha enorme.
Vivimos en un mundo donde la gente tiene hambre - a veces hambre fisica, pero mas con hambre espiritual. Y en vez de recibir comida sustancial, estan comiendo lo que daña. Piensa en como hemos llegado a aceptar el aborto, la homosexualidad, control de natalidad, cohabitacion, los juegos de casinos y la pornografia. Esas practicas destruyen a individuales y familias. Algunos ven a todo eso y dicen, "es feo, pero que puedo hacer yo? Si alguien quiere echar su vida en la basura, es su problema, no mio."
Jesus no toma esa actitud. Nos da una semilla - nos dice sembrarla con abandono. No se preocupen si una parte cae en el sendero o en rocas. Sucede lo que sucede, sigan sembrando la semilla. Tarde o temprano, dara su cosecha.
Antes los catolicos daban mejor testimonio a Cristo. Teniamos crucifijos en nuestras casas - y aun en nuestros carros. Haciamos la señal de la cruz en publico. Llevabamos medallas y teniamos procesiones. Y desde luego, todos reconocian a los padres y las religiosas. Algunos se sonrian, otros nos resentian, otros tenian otras cosas en sus mentes. Pero para muchas personas, los signos externos servian como punto de partir para hablar de Dios y Jesus y los Sacramentos. Era una forma de sembrar la semilla de fe. Y dio resultados. Tuvimos muchos convertidos - y nuestros jovenes se quedaban con nosotros.
En el siglo diecinueve un sacerdote llamado Isaac Hecker tuvo una vision bella. Estaba convencido que America podia ser una tierra catolica. El mismo un convertido, el Padre Hecker creo que, si nosotros los catolicos practicaran nuestra fe con mayor intensidad, nuestros hermanos americanos serian atraidos a la Iglesia. Esa vision parece quijotica, pero no es. Yo todavia sueño con una America Catolica. No porque los catolicos somos tan buenos. No porque tenemos una organizacion eficiente. No, una America Catolica es posible a causa del poder de la semilla - la Palabra de Dios.
Si aun un porciento pequeño practica su fe intensamente, veremos resultados sorpresivos. Requereria sacrificio y aun humillaciones. Para la salvacion de otros - y nuestra propia salvacaion - vale el precio. Jesus garantiza que su Palabra tendra su efecto. La semilla dara una gran cosecha de almas - treinta, sesenta, aun cien veces.
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