NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

sábado, 9 de agosto de 2008

Evangelio Misionero del Día: Domingo 10 de Agosto de 2008

Por CAMINO MISIONERO


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 14, 22-33

Después de la multiplicación de los panes, Jesús obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que Él a la otra orilla, mientras Él despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. y al atardecer, todavía estaba allí, solo.
La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. «Es un fantasma», dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar.
Pero Jesús les dijo: «Tranquilícense, soy Yo; no teman».
Entonces Pedro le respondió: «Señor, si eres Tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua».
«Ven», le dijo Jesús. y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: «Señor, sálvame». En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?»
En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante Él, diciendo: «Verdaderamente, Tú eres el Hijo de Dios».

Compartiendo la Palabra

Queridos hermanos, hoy nos volvemos a encontrar en torno a la Palabra para compartir nuestra Fe y nuestras vidas, en nombre de Aquél que nos ha Creado y enviado en misión a esta tierra.
El evangelio que hoy nos convoca es quizás uno de los más profundos y alertantes hacia la comunidad eclesial y a cada uno en particular.

Desde hace varios domingos Jesús nos viene enseñando acerca del Reino, con analogías de cosas que conocemos y con mucha paciencia para que el mensaje se internalice en nosotros y podamos experimentar, igual que Él, lo fascinante del Amor del Padre. Pero no todo en la vida será sólo una enseñanza teórica, el domingo pasado, se comienza a manifestar por medio de un masivo milagro, para que vayamos entrando en razón, realmente quién es Jesús y que está haciendo en este mundo.

Hoy Mateo nos adentra en un relato vibrante sobre lo difícil que es hacer lo que Jesús manda y lo endeble que es nuestra fe humana. Pero el Maestro nunca nos deja solos. Somos probados, pero también somos socorridos por Él ante la adversidad. Es la Iglesia que siempre ha navegado en medio de tempestades, que se hunde en sus ansias de poder y conquistas, en sus rupturas internas y desinterés por el prójimo, que es rescatada (una y mil veces) por Jesús, para recordar que sin Él nada se puede hacer.
Es una cuestión de actitud. Es una cuestión de Fe.

En este domingo nos dispongamos enteramente a ver nuestra barca, por donde está zozobrando, cuales son las tempestades que nos abaten y la respuesta que le damos a Jesús cuando nos llama a su encuentro. Pidamos su Presencia y su gracia en nuestra oración, con estas pocas palabras:
"Señor te pedimos que vengas presurosamente a la barca de nuestra vida, porque sentimos que nos hundimos si Tú no estás, danos la gracia de la Fe para esperarte y compartirte con nuestros hermanos".

Puntos para la Oración

LEJOS DE JESÚS. Mateo nos cuenta que Jesús mandó a los apóstoles a que fueran delante de Él, mientras se quedaba sólo a orar. Y al poco rato, los discípulos ya tenían problemas.
Esta imagen es muy simbólica de lo que pasa en toda la Iglesia y en nuestra vida misma, nuestro comportamiento inmaduro en las cosas de Dios. El Señor nos encarga una misión, que libremente aceptamos, pero actuamos como si todo viniera de nosotros, como si nosotros fuéramos verdad, como si nosotros salvaríamos. Y la lejanía de nuestro corazón y accionar, con el de Jesús, es tan evidente, que la gente misma sabe que ciertas personas o grupos eclesiales, no son enviados de Dios, porque su tarea trae esclavitud y muerte, no la Paz del Señor.
Miremos nuestro comportamiento y evaluemos nuestro accionar cristiano, en todos los ámbitos que nos movemos y nos preguntemos si estamos representando a Jesús o tratamos hacer nuestra voluntad.

PROBLEMAS POR TODOS LADOS. Cuando perdemos la Gracia y transitamos errados caminos, las contrariedades parecen multiplicarse y todo se vuelve oscuro, pesado y lento. No estoy hablando de los obstáculos normales y difíciles que hay que sortear en la vida cristiana, me refiero a la tempestad que provoca en nuestra alma, el pecado con su poder de muerte. La depresión, la angustia, la duda, la incertidumbre y halo negativo que cubre toda la realidad que percibimos, es la nefasta consecuencia de haber cortado nuestra amistad con Jesús, es haber caído en desgracia.
En tu vida y en la mía, hay muchas elecciones que nos apartan de la vida en gracia, pero sabemos y debemos creerlo, que tenemos un compañero fiel que siempre está dispuesto a perdonar y ayudarnos en los momentos duros.
¿Hace cuanto que no realizas un exhaustivo examen de conciencia? ¿Hace cuanto no realizas una confesión profunda y sincera de toda tu vida? Aprovecha este día de vida para hacerlo, no esperes a que tu barca se comience a hundir, para recién pedir auxilio. Sal al encuentro del Maestro...

LA CALMA QUE NECESITAMOS. La oración, la Palabra, la reconciliación y la Eucaristía son los momentos más gratos y profundos que tenemos para encontrarnos con Jesús y renovarnos integralmente, convirtiéndonos en hombres nuevos. Si todavía no estas haciendo un camino serio para ejercitarte en este camino, trata de pedir ayuda a aquellos hermanos que más capacitados se encuentran (sacerdotes, religiosos, líderes comunitarios, etc.) y de la mano de ellos, poder encontrar la Paz que Jesús tiene para mi alma y poder entender la misión a la que me llama en esta vida. Por el contrario, si ya eres un iniciado o tienes experiencia en este campo de encuentro con el Señor, siempre es bueno revisar la manera en que oramos y acudimos a recibir la comunión en Cristo, porque Dios siempre actualiza su mensaje y pedido de misión en nuestro seguimiento a Él.

CREERLE A JESÚS. Simplemente escuchemos lo que Jesús enseña y manda a hacer. Si lo hacemos con un corazón humilde, comprenderemos inmediatamente la magnificencia de Dios y su tarea creadora, en cada uno de nosotros y en todo el mundo. Tratemos de realizar todo lo humanamente posible, preparando nuestra alma para que el Señor se manifieste y pueda obrar a través de nosotros. No desconfiemos que sólo Él es capaz de cambiar el rumbo de la historia y Salvar cada criatura. No pidamos signos, ni pruebas, dejémonos seducir por su Amor, que éste por si solo conquistará nuestro ser.

Imagen para contemplar

Al ir al encuentro de Jesús, al igual que Pedro, me comienzo a hundir en medio de la tormenta.
¿En que momentos de mi vida me ha ocurrido esto? ¿Cómo me socorrió Jesús?

Conclusión

Vayamos firmes y seguros en este día, camino a recibir la Eucaristía, por que es el Señor el que nos dice: "VEN" que hoy te necesito para que trabajes para mí y voy a apartarte de la tormenta.

Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo. Amén

No hay comentarios: