1.- El comentario sobre la fiesta de la Exaltación de la Cruz puede hacerse de muchas maneras, claro. Pero a mi me acerca al viernes santo, a la imagen de ese Jesús colgado en la Cruz contra el fondo de las tinieblas exteriores y encerrado en las tinieblas interiores del abandono de los suyos y de unas pupilas sin luz y que nos repite sin palabras lo que nos dejó dicho en vida: “vosotros sois la luz del mundo… mientras estuve en el mundo fui la luz del mundo, hoy me llevo mi luz, pero dejo la vuestra. Vosotros sois la luz que brilla en las tinieblas…”
Nosotros somos los ojos del Señor que mira compasivamente a la adultera y la perdona.
--Ojos del Señor Jesús que miran con amor al joven y le invitan a dejarlo todo.
--Ojos del Señor Jesús que sonríen cariñosos a los niños.
--Ojos del Señor Jesús llenos de lágrimas por la muerte del amigo y la pena de las
hermanas.
--Ojos del Señor Jesús que llevan la alegría a unas bodas.
2.- Vino a los suyos y no le recibieron…
++los suyos, carne de su carne y hueso de sus huesos
++no le recibieron en Belén donde no tuvo posada
++de Nazaret lo arrojaron a empujones
++no le dejó entrar la gente de aquella aldea de Samaría, la del fuego del cielo
++los de Gerasa le ruegan que se vaya
++en Jerusalén los representantes de su Padre Dios lo crucifican fuera para que su muerte no manche la ciudad santa.
3.- “A eso del mediodía vinieron las tinieblas sobre toda la región y Jesús crucificado queda envuelto en ellas y en el abandono. “Él era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo y la luz brilla en las tinieblas”.
No hay ya luz en el mundo, la tiniebla, la tiniebla ha vendido a la luz, el hombre a Dios, el odio al amor.
Jesús, luz de todo hombre que viene a este mundo, se lleva bajo sus párpados caídos la luz, pero nos deja a nosotros para iluminar el camino y las vidas de nuestros hermanos. También nosotros éramos tiniebla pero ahora somos luz del Señor, ojos del Señor en medio de la tiniebla. La luz del Señor rodea su Cruz y nos acompaña siempre.
Nosotros somos los ojos del Señor que mira compasivamente a la adultera y la perdona.
--Ojos del Señor Jesús que miran con amor al joven y le invitan a dejarlo todo.
--Ojos del Señor Jesús que sonríen cariñosos a los niños.
--Ojos del Señor Jesús llenos de lágrimas por la muerte del amigo y la pena de las
hermanas.
--Ojos del Señor Jesús que llevan la alegría a unas bodas.
2.- Vino a los suyos y no le recibieron…
++los suyos, carne de su carne y hueso de sus huesos
++no le recibieron en Belén donde no tuvo posada
++de Nazaret lo arrojaron a empujones
++no le dejó entrar la gente de aquella aldea de Samaría, la del fuego del cielo
++los de Gerasa le ruegan que se vaya
++en Jerusalén los representantes de su Padre Dios lo crucifican fuera para que su muerte no manche la ciudad santa.
3.- “A eso del mediodía vinieron las tinieblas sobre toda la región y Jesús crucificado queda envuelto en ellas y en el abandono. “Él era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo y la luz brilla en las tinieblas”.
No hay ya luz en el mundo, la tiniebla, la tiniebla ha vendido a la luz, el hombre a Dios, el odio al amor.
Jesús, luz de todo hombre que viene a este mundo, se lleva bajo sus párpados caídos la luz, pero nos deja a nosotros para iluminar el camino y las vidas de nuestros hermanos. También nosotros éramos tiniebla pero ahora somos luz del Señor, ojos del Señor en medio de la tiniebla. La luz del Señor rodea su Cruz y nos acompaña siempre.
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