Por Fr. Julián Riquelme, OP
a) Contexto
Jesús se acerca al sufrimiento de las gentes. Solidariza y se pone en el lugar de cada persona, que padece dolencia o alguna opresión.
Primero, sana a la suegra de Simón: En la antigüedad la fiebre era considerada mortal (Mc 1,29-31).
Al atardecer, Cristo realiza numerosas sanaciones.
Terminado el día de reposo, la multitud le trae sus enfermos, a tal punto que toda la ciudad de Cafarnaúm se congrega ante la puerta de Simón (Mc 1,32-34).
El poder de Dios, que se manifiesta en el Maestro de Nazareth, impresiona a la gente.
b) Sentido
En este "Sumario sobre la Práctica o Actuación de Jesús", se pueden subrayar, entre otros, los siguientes aspectos:
§ El mandato de guardar silencio (Mc 1,34c). Durante su vida terrena, Cristo impone una consigna de silencio, respecto a su identidad mesiánica. Así ayuda a las personas a priorizar la fuerza de Dios, que se ofrece a través de Él; a impedir que se encierren en las propias necesidades (milagrismo); y a evitar que se genere un peligroso movimiento nacionalista.
§ La oración matinal (Mc 1,35). La oración del Señor está relacionada con la vida. Es más: Para Jesús, la oración y la misión de predicar constituyen una unidad indisoluble. A través de la oración, el Maestro habla con Dios, su Padre.
§ La búsqueda y la partida (Mc 1,36-39). Ocurre una disensión sobre dónde continuar la misión: Por una parte, los discípulos, unidos a la muchedumbre, intentan que Cristo se quede en la ciudad de Cafarnaúm: "Todos te andan buscando" (Mc 1,37). Por otra parte, Jesús quiere anunciar el Evangelio del Reino en toda Galilea: "Vayamos a otra parte" (Mc 1,38). Subyacen distintas motivaciones: Las de los seguidores del Señor están mezcladas con deseos egoístas y probablemente de poder (Mc 1,36; 3,22; Jn 6,24); en cambio, las del Maestro se fundamentan en propiciar el crecimiento humano, querido por Dios Padre: "Para eso he salido" (Mc 1,38).
c) Leer la Biblia invocando al Espíritu Santo
Pidiendo la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.
El Espíritu Santo actuó cuando se escribieron los textos de la Biblia, y está permanentemente en nuestra existencia. Él desea que nuestras potencialidades sean desarrolladas para que alcancemos la plenitud humana.
El Espíritu Santo es el mejor Maestro para educarnos en la lectura de la Biblia.
d) Elementos esclavizantes y liberadores en nuestra ética popular
En nuestra religiosidad se detecta la presencia de elementos, que reflejan modos de proceder esclavizantes con respecto a Dios y a las demás personas.
Por ejemplo, el valor absoluto asignado muchas veces a la observancia de las normas y a ciertas actitudes, que denotan discriminación por razón de la pertenencia social o del lugar de origen.
Sin embargo, junto a estos elementos esclavizantes, pervive el amor a Dios y al prójimo, como fundamento de la práctica cristiana. Este amor se manifiesta en numerosos rasgos, que hablan, por sí solos, de una ética compasiva, solidaria y liberadora.
e) Algo de catequesis sobre la oración de Cristo
1. ¿Se retira Cristo para orar?
Jesús se retira con frecuencia en soledad a la montaña, con preferencia por la noche, para orar (cf. Mc 1,35; 6,46; Lc 5,16).
2. ¿Lleva el Nazareno a los hombres en su oración?
Cristo lleva a los hombres en su oración, ya que también asume la humanidad en la encarnación, y los ofrece al Padre, ofreciéndose a sí mismo.
3. ¿Comparte Jesús en su oración la vida de "sus hermanos" los hombres?
Él, el Verbo que ha "asumido la carne", comparte en su oración humana todo lo que viven "sus hermanos" (Hb 2,12); comparte sus debilidades para librarlos de ellas (cf. Hb 2,15; 4,15).
4. ¿Tiene en cuenta Jesucristo el sufrimiento de las personas?
Sí. El Señor Jesús tiene en cuenta el sufrimiento no sólo de la gente de su época, sino también el nuestro, y asume el sufrimiento desde su raíz.
5. ¿Se queda el Señor Jesús solamente en la constatación amarga de las experiencias de dolor?
Jesús no se queda solamente en una constatación amarga del dolor. Experimenta la condición humana, pero, desde la esperanza mesiánica, que se apoya en Dios, su Padre. Dios Padre escucha a los oprimidos y actúa a favor de ellos.
6. ¿Por qué esta relación de la oración del Maestro con la vida y las debilidades de los hombres?
Porque descubre al Padre actuando en la vida humana.
7. ¿En este contexto, cómo aparecen las palabras y obras de Cristo?
Las palabras y obras de Jesús aparecen entonces como la manifestación visible de su oración "en lo secreto".
† PARA LA REFLEXIÓN EN GRUPO
1. ¿Cuál es la situación social y religiosa de la gente, que aparece en el Evangelio de hoy?
2. ¿Por qué Jesús ora?
3. ¿Qué necesitas aclarar en este trozo bíblico?
4. ¿Por qué Cristo comienza por lo local y se abre después a lo más universal en su predicación?
5. ¿Qué diferencia encuentras entre la mentalidad del Maestro y la de los discípulos
Jesús se acerca al sufrimiento de las gentes. Solidariza y se pone en el lugar de cada persona, que padece dolencia o alguna opresión.Primero, sana a la suegra de Simón: En la antigüedad la fiebre era considerada mortal (Mc 1,29-31).
Al atardecer, Cristo realiza numerosas sanaciones.
Terminado el día de reposo, la multitud le trae sus enfermos, a tal punto que toda la ciudad de Cafarnaúm se congrega ante la puerta de Simón (Mc 1,32-34).
El poder de Dios, que se manifiesta en el Maestro de Nazareth, impresiona a la gente.
b) Sentido
En este "Sumario sobre la Práctica o Actuación de Jesús", se pueden subrayar, entre otros, los siguientes aspectos:
§ El mandato de guardar silencio (Mc 1,34c). Durante su vida terrena, Cristo impone una consigna de silencio, respecto a su identidad mesiánica. Así ayuda a las personas a priorizar la fuerza de Dios, que se ofrece a través de Él; a impedir que se encierren en las propias necesidades (milagrismo); y a evitar que se genere un peligroso movimiento nacionalista.
§ La oración matinal (Mc 1,35). La oración del Señor está relacionada con la vida. Es más: Para Jesús, la oración y la misión de predicar constituyen una unidad indisoluble. A través de la oración, el Maestro habla con Dios, su Padre.
§ La búsqueda y la partida (Mc 1,36-39). Ocurre una disensión sobre dónde continuar la misión: Por una parte, los discípulos, unidos a la muchedumbre, intentan que Cristo se quede en la ciudad de Cafarnaúm: "Todos te andan buscando" (Mc 1,37). Por otra parte, Jesús quiere anunciar el Evangelio del Reino en toda Galilea: "Vayamos a otra parte" (Mc 1,38). Subyacen distintas motivaciones: Las de los seguidores del Señor están mezcladas con deseos egoístas y probablemente de poder (Mc 1,36; 3,22; Jn 6,24); en cambio, las del Maestro se fundamentan en propiciar el crecimiento humano, querido por Dios Padre: "Para eso he salido" (Mc 1,38).
c) Leer la Biblia invocando al Espíritu Santo
Pidiendo la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.
El Espíritu Santo actuó cuando se escribieron los textos de la Biblia, y está permanentemente en nuestra existencia. Él desea que nuestras potencialidades sean desarrolladas para que alcancemos la plenitud humana.
El Espíritu Santo es el mejor Maestro para educarnos en la lectura de la Biblia.
d) Elementos esclavizantes y liberadores en nuestra ética popular
En nuestra religiosidad se detecta la presencia de elementos, que reflejan modos de proceder esclavizantes con respecto a Dios y a las demás personas.
Por ejemplo, el valor absoluto asignado muchas veces a la observancia de las normas y a ciertas actitudes, que denotan discriminación por razón de la pertenencia social o del lugar de origen.
Sin embargo, junto a estos elementos esclavizantes, pervive el amor a Dios y al prójimo, como fundamento de la práctica cristiana. Este amor se manifiesta en numerosos rasgos, que hablan, por sí solos, de una ética compasiva, solidaria y liberadora.
e) Algo de catequesis sobre la oración de Cristo
1. ¿Se retira Cristo para orar?
Jesús se retira con frecuencia en soledad a la montaña, con preferencia por la noche, para orar (cf. Mc 1,35; 6,46; Lc 5,16).
2. ¿Lleva el Nazareno a los hombres en su oración?
Cristo lleva a los hombres en su oración, ya que también asume la humanidad en la encarnación, y los ofrece al Padre, ofreciéndose a sí mismo.
3. ¿Comparte Jesús en su oración la vida de "sus hermanos" los hombres?
Él, el Verbo que ha "asumido la carne", comparte en su oración humana todo lo que viven "sus hermanos" (Hb 2,12); comparte sus debilidades para librarlos de ellas (cf. Hb 2,15; 4,15).
4. ¿Tiene en cuenta Jesucristo el sufrimiento de las personas?
Sí. El Señor Jesús tiene en cuenta el sufrimiento no sólo de la gente de su época, sino también el nuestro, y asume el sufrimiento desde su raíz.
5. ¿Se queda el Señor Jesús solamente en la constatación amarga de las experiencias de dolor?
Jesús no se queda solamente en una constatación amarga del dolor. Experimenta la condición humana, pero, desde la esperanza mesiánica, que se apoya en Dios, su Padre. Dios Padre escucha a los oprimidos y actúa a favor de ellos.
6. ¿Por qué esta relación de la oración del Maestro con la vida y las debilidades de los hombres?
Porque descubre al Padre actuando en la vida humana.
7. ¿En este contexto, cómo aparecen las palabras y obras de Cristo?
Las palabras y obras de Jesús aparecen entonces como la manifestación visible de su oración "en lo secreto".
† PARA LA REFLEXIÓN EN GRUPO
1. ¿Cuál es la situación social y religiosa de la gente, que aparece en el Evangelio de hoy?
2. ¿Por qué Jesús ora?
3. ¿Qué necesitas aclarar en este trozo bíblico?
4. ¿Por qué Cristo comienza por lo local y se abre después a lo más universal en su predicación?
5. ¿Qué diferencia encuentras entre la mentalidad del Maestro y la de los discípulos
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