Cuaresma 2009: Tiempo de Compartir

Por Monseñor Angel Garrachana cmf

En nuestro itinerario hacia la luz pascual y en seguimiento de los pasos de Cristo, estamos invitados a reavivar nuestra vocación de pueblo de la alianza. Un pueblo en el que cada uno y todos juntos nos dedicamos con mayor entrega a la alabanza divina y al amor fraterno. Comparto con religiosos claretianos en estos días la escucha de la Palabra y la oración en el discernimiento. El silencio, la lectura, la oración no son para aislarnos sino para ejercitarnos en reconocer gozosamente la generosidad de Dios y para aprender a imitarla.

En la página de la Diócesis. Iglesia Católica pueden encontrar orientaciones para la oración, para la celebración, y para el compromiso en este tiempo cuaresmal. Son propuestas elaboradas en comunidades cristianas de diversos lugares y que pueden difundirse con facilidad por las nuevas tecnologías. La “red” nos ofrece una posibilidad de compartir por la que debemos dar gracias al Señor al tiempo que le pedimos la sabiduría de no encerrarnos y aislarnos de los que están cerca. La lectura tradicional sobre papel puede también convertirse en tentación de huída y de separación de los otros aunque, entre nosotros, no considero que sea nuestra mayor tentación. Pero compartir lo leído, lo que nos ayuda y alegra, es gesto de cariño y solidaridad. Por eso les invito a que hagan tiempo en la cuaresma para la lectura y para el diálogo en la familia y les ofrezco el texto siguiente que he encontrado entre las muchas buenas sugerencias y reflexiones que Caritas Española edita cada año para el tiempo de cuaresma.

La Cuaresma es:
un salir al encuentro del hermano
y ponerte enseguida a su servicio,
descubrir esos rasgos que conoces,
tal vez sean los rasgos de otro Cristo.

Otras Cuaresmas
Son las cuaresmas no elegidas:

· Aceptarte a ti mismo, con tus valores y limitaciones. No es fácil.
· Aceptar al otro, con sus riquezas y sus rarezas. Y aceptarlo no sólo con resignación, sino con devoción.
· Aceptar los acontecimientos de cada día, lo bonito y lo desagradable, lo fácil y lo difícil, los éxitos y los fracasos, las sonrisas y los insultos, el gusto espiritual y la sequedad.
· Aceptar las limitaciones y pecados de tantas estructuras, aún eclesiales, y que de momento no puedes cambiar.

Vivir Cuaresmalmente

Vivir según la Cuaresma
significa caminar,
despojado de equipaje
hacia la meta pascual.

Vivir según la Cuaresma
es aprender a cantar
desde el alba hasta el ocaso
los himnos de libertad.

Vivir la Cuaresma al vivo
es ponerse a conjugar
por activa y por pasiva
los verbos orar y amar.

Vivir cuaresmalmente es
aprenderse y entrañar
el Evangelio de Cristo
y su fragancia irradiar.

La Cuaresma nos invita
a hacer silencio, escuchar
la palabra y el silencio
del íntimo manantial.

La Cuaresma necesita
una poda radical
de la hojarasca y follaje
que ahogan nuestra verdad.

Vivir cuaresmalmente es
no matar, vivificar,
llenar la vida de frutos
de justicia y caridad.

Vivir la Cuaresma exige
vestirse de austeridad,
ir sembrando en el camino
paz y solidaridad.

Es vivir Cuaresmalmente
coger flores del rosal
para ofrecer al hermano
que sufre la soledad.

Vivir la Cuaresma a tope
es dejarse penetrar
por el Cristo que nos mora
con entrañas de piedad.

Es vestirse de Jesús,
de su asombrosa humildad,
misericordia infinita
y de su entrega total.

Es la Cuaresma cristiana
anhelo de comulgar
con la sed de Jesucristo,
llaga humana en el altar.