Publicado por Pastoral Vocacional
Jesús:
Yo nada más deseo saber
si hay alguna opción.
Aparta de mí esta copa, que no quiero su veneno
ni probarlo ni con él quemarme…
He cambiado.
No estoy tan seguro como cuando comenzamos.
Entonces, tenía inspiración;
hoy, sólo tristeza y cansancio.
Escucha: de seguro he excedido expectativas…
Traté por tres años, ¿o treinta?
¿Podrías pedirle tanto a cualquier otro hombre?
Mas si he de morir…
Terminar con todo y hacer cuanto me pides:
¡que me odien y me peguen y me escarnien y me claven a un árbol!
Quiero saber, quiero saber, mi Dios,
lo quiero ver, lo quiero ver, mi Dios:
¡¿por qué morir?!
¿Podrías mostrarme que en vano no moriré?
¡Devélame tan sólo un poco de Tu divina lucidez,
demuéstrame que hay una razón por la que haya de morir!
¡Mucho te preocupa el dónde y cómo, mas no tanto el porqué!
Está bien… ¡moriré!
¡Nada más veme morir!
¡Mira cómo muero!
Entonces, tenía inspiración;
hoy, sólo tristeza y cansancio.
Después de todo, lo intenté. ¡Tres años!, ¿o noventa?
¿Por qué, pues, temo acabar lo que empecé?
No. ¡Lo que Tú empezaste! No yo.
Dios, Tu voluntad es dura,
pero tienes todas las cartas en Tu mano…
Beberé Tu cáliz envenenado:
¡clávame a la cruz, y rómpeme y desángrame y golpéame y mátame!
¡Tómame ahora, antes de que cambie mi parecer!
Traducción: G. G. Jolly
No hay comentarios:
Publicar un comentario