Publicado por OMP Argentina
Cuando se dio a conocer a principios de año el mensaje del Santo Padre, Benedicto XVI, con motivo de la Jornada de las comunicaciones sociales, que desde 1967 la Iglesia celebra el domingo de la Ascención del Señor, pudimos apreciar el interés y preocupación de la Iglesia en un tema que hoy atañe a toda la sociedad: el mundo digital.
Nadie duda que el avance en este sentido nos toca de cerca en la realidad cotidiana y que ha producido en este tiempo avances extraordinarios en el campo de la comunicación y cada vez más útil su uso en el ministerio sacerdotal.
El mensaje plantea anunciar a Cristo también en ese mundo. Allí el pontífice señala que: «este tema se inserta muy apropiadamente en el camino del Año Sacerdotal, y pone en primer plano la reflexión sobre un ámbito pastoral vasto y delicado como es el de la comunicación y el mundo digital, ofreciendo al sacerdote nuevas posibilidades de realizar su particular servicio a la Palabra y de la Palabra».
La invitación del Papa hoy es que sepamos utilizar no solo los medios tradicionales sino también los que aporta la nueva generación de medios audiovisuales (blogs, redes sociales, animaciones, sitios Web), que generan ocasiones inéditas de diálogo e instrumentos útiles para la evangelización y la catequesis.
Dice el documento de Aparecida «en nuestro siglo tan influenciado por los medios de comunicación social, el primer anuncio, la catequesis, o el ulterior ahondamiento de la fe, no pueden prescindir de estos medios» (A485).
«Dado que la exclusión digital es evidente, las parroquias, comunidades, centros culturales e instituciones educativas católicas podrían ser estimuladoras de la creación de puntos de red salas digitales para promover la inclusión, desarrollando nuevas iniciativas y aprovechando, con una mirada positiva, aquellas que ya existen» (A490).
A fin de formar discípulos y misioneros en el campo de la comunicación social los obispos reunidos en Aparecida se comprometieron, entre otras cosas, a conocer y valorar esta nueva cultura de la comunicación, promover la formación profesional de agentes y creyentes comprometidos con los valores humanos y cristianos, apoyar y optimizar, por parte de la iglesia, la creación de medios de comunicación social propios en distintos sectores: radio, televisión, gráfica y digitales.
Debemos mencionar la labor que en este sentido se está desarrollando en nuestra región, desde hace ya unos años, por parte de la Red Informática de la Iglesia en América Latina.
La RIIAL es un proyecto iniciado en 1987 desde el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) para impulsar la informatización y la cultura de uso de las nuevas tecnologías en la misión de Iglesia católica en América Latina, llamada a comunicar el Evangelio y ser signo de comunión en la sociedad actual.
Los nuevos recursos en comunicación constituyen también una gran oportunidad para los creyentes. Ningún camino puede ni debe estar cerrado a quien, en el nombre de Cristo resucitado, se compromete a hacerse cada vez más prójimo del ser humano.
Nadie duda que el avance en este sentido nos toca de cerca en la realidad cotidiana y que ha producido en este tiempo avances extraordinarios en el campo de la comunicación y cada vez más útil su uso en el ministerio sacerdotal.
El mensaje plantea anunciar a Cristo también en ese mundo. Allí el pontífice señala que: «este tema se inserta muy apropiadamente en el camino del Año Sacerdotal, y pone en primer plano la reflexión sobre un ámbito pastoral vasto y delicado como es el de la comunicación y el mundo digital, ofreciendo al sacerdote nuevas posibilidades de realizar su particular servicio a la Palabra y de la Palabra».
La invitación del Papa hoy es que sepamos utilizar no solo los medios tradicionales sino también los que aporta la nueva generación de medios audiovisuales (blogs, redes sociales, animaciones, sitios Web), que generan ocasiones inéditas de diálogo e instrumentos útiles para la evangelización y la catequesis.
Dice el documento de Aparecida «en nuestro siglo tan influenciado por los medios de comunicación social, el primer anuncio, la catequesis, o el ulterior ahondamiento de la fe, no pueden prescindir de estos medios» (A485).
«Dado que la exclusión digital es evidente, las parroquias, comunidades, centros culturales e instituciones educativas católicas podrían ser estimuladoras de la creación de puntos de red salas digitales para promover la inclusión, desarrollando nuevas iniciativas y aprovechando, con una mirada positiva, aquellas que ya existen» (A490).
A fin de formar discípulos y misioneros en el campo de la comunicación social los obispos reunidos en Aparecida se comprometieron, entre otras cosas, a conocer y valorar esta nueva cultura de la comunicación, promover la formación profesional de agentes y creyentes comprometidos con los valores humanos y cristianos, apoyar y optimizar, por parte de la iglesia, la creación de medios de comunicación social propios en distintos sectores: radio, televisión, gráfica y digitales.
Debemos mencionar la labor que en este sentido se está desarrollando en nuestra región, desde hace ya unos años, por parte de la Red Informática de la Iglesia en América Latina.
La RIIAL es un proyecto iniciado en 1987 desde el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) para impulsar la informatización y la cultura de uso de las nuevas tecnologías en la misión de Iglesia católica en América Latina, llamada a comunicar el Evangelio y ser signo de comunión en la sociedad actual.
Los nuevos recursos en comunicación constituyen también una gran oportunidad para los creyentes. Ningún camino puede ni debe estar cerrado a quien, en el nombre de Cristo resucitado, se compromete a hacerse cada vez más prójimo del ser humano.
Fabio Rosso
Prensa & Comunicación
OMP Argentina
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