NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

domingo, 9 de mayo de 2010

PERSONAS-FARO


Por Pedro Zabala

Creo que todos conocemos a más de una. Son aquellas mujeres y hombres que iluminan la existencia de las personas que les rodean. Gracias a ellas, la vida es más alegre y esperanzada. Difunden luz dentro de las tinieblas que los males físicos y morales crean asfixiando a las personas y a las comunidades sociales. ¿Qué rasgos comunes tienen esos seres-faro que nos hacen sentir que otro mundo es posible?.

Son personas cuyo objetivo en la vida no es el dinero, ni el poder, ni la gloria. Su escala de valores es muy distinta. Resulta que han hecho del servicio a los demás, del intento de hacerlos felices, el motor de su existencia. Han desarrollado una gran capacidad de empatizar, de ponerse en el lugar de los otros. Procuran no hacer daño, buscan, por el contrario, pasar haciendo el bien. Tienen los ojos y los oídos abiertos para detectar las necesidades de sus prójimos. No se escudan en normas rígidas para no ayudar a quien lo precise.

Han aprendido a dialogar. Empezando por la escucha que es, quizá, su característica más visible. Escuchan a las personas que les rodean. Atienden los mensajes que les llegan de lejos. Y se escuchan a sí mismas. Y procuran guardar, en su memoria y en su corazón, tantos la letra como la melodía de esos mensajes. Y como saben escuchar, han aprendido a hablar con las palabras precisas y en las ocasiones oportunas. Y también a callar…

Gozan de una serenidad envidiable. Son personas de paz que la irradian a su alrededor. No echan leña al fuego de las discordias. Son capaces de mediar en los conflictos, buscando cauces de diálogo entre los enfrentados. Precisamente, por esa vocación de intermediar acostumbran a ser atacados por los fanáticos de ambos extremos. No intentan imponer ninguna solución, sino que se prestan a ayudar a que la encuentren quienes se encuentras sumergidos en una discordia.

Han aprendido a no juzgar. Buscan en cada ser humano lo bueno que hay en ellos. Pueden enfrentarse a los abusadores, sin faltarles el respeto a su dignidad de personas. Intentan disculpar, encontrar explicaciones a conductas que se les aparecen como anómalas o injustas. Por no juzgar, son ingenuos, no doblan la rodilla ante los tiranos u opresores.

Para acatar las normas, empiezan por analizar su contenido. Si las encuentran correctas o levemente injustas, las obedecen, Pero si entienden que violan derechos fundamentales suyos o de otras personas, se niegan tajantemente a cumplirlas. En forma pacífica objetan, empleando la no-violencia activa, sea cual fueren las consecuencias que les acarree su conducta. Han llegado a ser sujetos morales que tienen a su conciencia personal como regla inmediata de su conducta responsable.

Aportan su voz y su participación en la toma de decisiones de los grupos donde conviven. Son capaces, sin renunciar a sus convicciones básicas, de ceder en parte para llegar acuerdos o consensos. Pero no tienen miedo, si lo ven necesario, en mantener su posición, aunque sea minoritaria, contra viento y marea. Defienden el derecho al disenso, tanto para ellos mismos, como para quienes discrepen de su postura.

Pueden tener muchos o pocos conocimientos. Y no valoran a las personas en función de los mismos. Pero todas esas personas-faro coinciden en haber alcanzado un nivel de sabiduría, bastante considerable. Es un saber-sabor que nace de las experiencias de su vida, de las buenas y, sobre todo, de las dolorosas. Esa sabiduría les capacita para vivir el presente, sin refugiarse en el pasado, ni huir hacia el futuro. Y distinguen perfectamente las cosas esenciales de las accesorias que muchas veces quitan el sueño al común de los mortales.

No, no son perfectas. Son humanas. Y en su vida, es posible descubrir incoherencias a su propósito básico de vida. Sus detractores se aprovechan de ellas, para descalificarlas. Cuando lo hacen, la sabiduría de esas personas sale a relucir. Son capaces de agradecer las críticas como medio para superarse. Y sonríen, pues son capaces de perdonarse también a sí mismas y de seguir su camino, procurando no volver a caer. Aunque saben que, probablemente, volverán a hacerlo.

Muchas de esas personas-faro suelen ser invisibles. Son desconocidas para la mayoría del gran público. Los medios de comunicación de masas, las suelen ignorar, aunque esporádicamente pueden aparecer en algunas circunstancias especiales. Su destilo de vida choca demasiado con esos falsos valores que el pensamiento único dominante trata de inculcar en todo momento. Claro que ellas prefieren pasar desapercibidas y tratan por todos los medios de conseguirlo. A veces, hasta las más próximas desconocen que viven al lado de alguna persona con esas características. Y sólo cuando fallecen, cuando desaparecen en nuestro entorno, es cuando nos damos cabal cuenta del vacío que dejan en nuestra existencia. Una luz cálida se ha apagado, dejándonos más fríos y más sólos…

¿Quiénes son esas personas?. ¿Cómo se llaman?. La Biblia los llama los justos. La Iglesia católica, en forma más exclusiva, los denomina santos. Para ellos, tiene montada toda una parafernalia de procesos y ceremonias de canonización que no casan muy bien con el estilo e intención de los auténticos. Y sabemos muy bien que en otras religiones se han dado y se dan continuamente también personas- faro. Y que santos laicos – en el sentido de no creyentes- haberlos, haylos…

No hay comentarios: