NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

sábado, 25 de septiembre de 2010

XXVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO: Recibiste bienes y Lázaro males



A la pregunta que le hacen al Cardenal emérito de Barcelona D. Ricardo Carles “¿Cómo trata a Dios...?” responde: “De tú a tú en la oración. Muchas veces recitando a solas el Te Deum o el Benedictus y esa oración tan hermosa, en forma de soneto: ‘No me mueve mi Dios para quererte, el Cielo que me tienen prometido...’. Rezo mucho en la montaña, cuando voy solo lo hago en voz alta, o cantando y resuena contra las rocas de forma impresionante...”.

Me pongo en presencia de Dios y escucho a lo pies de Jesús esta parábola salida de sus labios que la está diciendo hay a nosotros.

● ¿Qué es lo que en esta parábola Jesús nos está diciendo a cada unote nosotros, a nuestras comunidades, a nuestros grupos, a nuestros estados?

● Le pido a Dios que tenga los ojos y el corazón abierto a cuanto me rodea.

● También le pido que personalmente y comunitariamente seamos solidarios. Y como no, hoy le pido perdón porque las personas continuamos fabricando situaciones insostenibles.

● Llamadas.

Oro lo contemplado.


“NO BASTA CON ESCONDERLOS”

VER

Echando un vistazo a algunos programas de televisión en estos tiempos de crisis, nos hemos podido encontrar con una cierta evolución: durante un tiempo se insistió en mostrar la parte más dura de la crisis, por ejemplo con gente cogiendo comida de los contenedores de supermercados y restaurantes o la vuelta de los comedores sociales; pero después ha habido un auge de reportajes mostrando el modo de vida de personas ricas, comprando artículos de lujo sin mirar el precio y que ellos mismos reconocían no necesitar para nada, o derrochando en sus fiestas por ejemplo botellas de champán de precio superior a muchos salarios mensuales, sólo para remojarse con ellas.


JUZGAR

En una viñeta de Mafalda, ésta decía a su amiga Susanita después de ver a un pobre pidiendo limosna: “Habría que dar techo, trabajo, protección y bienestar a los pobres”, a lo que Susanita responde: “¿Para qué tanto? Bastaría con esconderlos”. La pobreza no gusta, molesta, y parece que si no la enseñamos, pensamos menos en ella o incluso “olvidamos” que existen los pobres.

Pero esta semana, como la pasada, la Palabra de Dios nos enseña que Él no olvida a los pobres, más aún, que son objeto de su preferencia, y no duda en denunciar un estilo de vida egoísta que no tiene en cuenta las necesidades de los demás ni el bien común. Así lo hemos escuchado en la 1ª lectura: «Os acostáis en lechos de marfil... coméis los carneros... canturreáis... bebéis vinos generosos, os ungís con los mejores perfumes, y no os doléis de los desastres de José». Y también Jesús ha advertido de ello en el Evangelio, con la parábola del rico y el pobre Lázaro: «Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino, y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico, pero nadie se lo daba». Y Jesús expresa su enseñanza con el destino final de ambos: «se murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán. Se murió también el rico... y estando en el infierno, en medio de los tormentos...».

La causa de su condena no es sólo por ser “rico”, sino por la indiferencia hacia el pobre. Como dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “Nuestro Señor nos advierte que estaremos separados de Él si omitimos socorrer las necesidades graves de los pobres y de los pequeños que son sus hermanos” [1033]. El problema no es tanto la posesión de bienes, cuanto el uso que hacemos de ellos, como veíamos la semana pasada. Así lo indica el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: “Los bienes, aun cuando son poseídos legítimamente, conservan siempre un destino universal. Toda forma de acumulación indebida es inmoral, porque se halla en abierta contradicción con el destino universal que Dios creador asignó a todos los bienes” [328]. Y se añade... “en la visión de Sanjuán Crisóstomo, las riquezas pertenecen a algunos para que éstos puedan ganar méritos compartiéndolas con los demás. Las riquezas son un bien que viene de Dios: quien lo posee lo debe usar y hacer circular, de manera que también los necesitados puedan gozar de él; el mal se encuentra en el apego desordenado a las riquezas, en el deseo de acapararlas” [329].

Jesús, en la parábola, cuando el rico pide a Abrahán que mande a Lázaro a casa de su padre para que con su testimonio evite la condena de sus hermanos, da esta respuesta: «Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen. Y si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto». Nosotros tenemos a Moisés y los profetas, tenemos el Evangelio y todo el Nuevo Testamento, tenemos numerosísimos documentos del Magisterio de la Iglesia, encíclicas [la última, de Benedicto XVI: Caritas in Veritate], toda la Doctrina Social… Tenemos toda la fundamentación necesaria para que nuestra acción como seguidores del Señor tenga como distintivo la opción preferencial por los pobres. No es algo opinable, es algo que forma parte del ser mismo de la Iglesia, como afirmó Benedicto XVI en Dios es Amor: “Para la Iglesia, la caridad no es una especie de actividad de asistencia social que también se podría dejar a otros, sino que pertenece a su naturaleza y es manifestación irrenunciable de su propia esencia” [25.a].


ACTUAR

¿Cómo me ha interpelado hoy la Palabra de Dios? ¿He visto algún aspecto de mi estilo de vida reflejado en ella? Independientemente de mi situación económica, ¿tengo espíritu de “rico” o de “pobre”, según el Evangelio? ¿Conozco o me preocupo por conocer lo que la Iglesia, a partir de la Palabra de Dios, ha dicho y continúa diciendo acerca de la pobreza? ¿Cómo ejerzo la caridad para concretar la opción por los pobres como algo esencial que debo hacer si quiero ser de verdad, seguidor de Jesús y miembro de su Iglesia?

Jesús, «siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza» [2Cor 8, 9]. No necesitamos más. Por coherencia, y para testimoniar creíblemente nuestra fe en Él, debemos hacer lo mismo, porque “cuando damos a los pobres las cosas indispensables, no les hacemos liberalidades personales, sino que les devolvemos lo que es suyo. Más que realizar un acto de caridad, lo que hacemos es cumplir un deber de justicia” [DSI 184].

No hay comentarios: