Por Dilemas-Chile
Karoline Mayer Hofbeck, nació en 1943 en Alemania. Cursó su bachillerato en Holanda y luego ingresó como novicia en la Congregación Misionera de las Siervas del Espíritu Santo. Llegó a Chile en 1968 y desde entonces ha vivido entre los pobres, trabajando junto a ellos. Su figura menuda y su labor pastoral son ampliamente conocidas en Chile y fuera de nuestras fronteras.
Dilemas quiso conocer su opinión, como mujer y religiosa, sobre las acusaciones de pedofilia que conmueven a la Iglesia. Karoline nos recibió en la Fundación Cristo Vive, institución de reconocida labor en el ámbito de la capacitación laboral a personas de escasos recursos.
En el mundo y en Chile se habla de una crisis de credibilidad de la Iglesia. ¿Tú crees que existe esa crisis?
Yo lo creo. En este momento hay una crisis de credibilidad que se reproduce en Chile, en Alemania o en España, incluso desde antes que ocurrieran estos hechos que nos preocupan.
Desde hace mucho tiempo siento que nosotros como Iglesia nos hemos perdido en el poder, en sus diferentes expresiones. Un poder que no necesitamos y que Jesús jamás quiso.
Cuando llegué a Chile y a América Latina, me incorporé a un movimiento donde creyentes, teólogos y obispos, después del Concilio, comenzaron a reflexionar sobre el mensaje y el proyecto original de Jesús. Dándonos cuenta que en realidad, el poder que la Iglesia se ha arrogado o asumido, quizás empujada por los propios creyentes, es un poder fáctico que no nos sirve e incluso está en contra del anuncio de las buenas noticias de Jesús.
Algunos dicen que lo que está en crisis de credibilidad es un modelo de Iglesia, ¿ese es el modelo de Iglesia que tú sitúas más cerca del poder?
Exactamente, yo diría más todavía: la Iglesia nació como una comunidad, una comunión de hermanos, que se amaban unos a otros y se auxiliaban. Una Iglesia de los abajo, que llegaba a los esclavos, a los excluidos de Corinto, en general a la gente humilde y luego a las clases poderosas también.
Desgraciadamente, a comienzos del siglo IV, el emperador Constantino astutamente puso de su lado al Obispo de Roma -hoy el Papa- neutralizándolo y estableciendo una alianza entre el emperador político y el emperador espiritual.
En las catacumbas, en cambio, hay imágenes que reflejan a una Iglesia de gente orante, de rebaño con el cual está Jesús, una comunidad, una relación de comunión entre Dios y los hermanos.
Lamentablemente esa comunión se transformó teológicamente en una relación de jerarquía y de obediencia, donde el Papa obedece a Dios, los obispos obedecen al Papa, los sacerdotes al obispo y los feligreses a los sacerdotes. Una relación de obediencia de arriba abajo que acaba con la idea original de comunión.
O sea, podríamos afirmar hoy día que esa Iglesia jerárquica se ha alejado de la comunión con el pueblo cristiano…
La realidad no es tan blanco y negro como tú lo pones, es un poco más mezclada. Existe esta Iglesia jerárquica, de autoridad, de obediencia, pero también una Iglesia de comunión que por supuesto se entrelazan. Una y otra toman elementos del proyecto de Jesús, que por cierto es el de la comunión entre los creyentes con Dios.
Uno de los temas que está poniendo en cuestión la credibilidad de la Iglesia es su actuación frente a la pedofilia de algunos sacerdotes. ¿Qué sientes tú ante estos hechos?
Yo creo que la Iglesia ha tenido una dificultad para abordar este tema dada su estructura jerárquica. Una estructura bastante cerrada, propia de una institución autoritaria, al estilo de una monarquía.
Respecto a la pedofilia mi primer dolor es por las personas que fueron lastimadas. Sé cuanto es el daño. Conozco muy de cerca a personas, tanto de fuera como de dentro de la Iglesia, que fueron ultrajadas y lamentablemente resultaron marcadas para toda su vida. Incluso las primeras veces que se confidencian, se sienten hasta culpables. ¡La víctima se siente culpable!, como si ella hubiera hecho algo mal.
En general en el mundo hay dificultades para tratar con los pedófilos. Es una enfermedad que ha sido tabú y se ha escondido bastante en todas las sociedades. En Chile, por ejemplo, tuvimos el caso de Paul Schäeffer
Pero me pregunto, ¿qué hace más grave el daño que cometen los hermanos desde la Iglesia? Y creo que es más grave porque el sacerdote tiene una autoridad espiritual. Por eso el daño que causan tiene un impacto mucho más profundo y resulta más grave que el cometido por otra persona, porque usan lo espiritual y religioso y eventualmente usan a Dios en el mal que hacen.
La pedofilia. ¿Es para ti un pecado o un delito?
Para mi es una enfermedad y un delito. Los pedófilos son enfermos que cometen delito cuando dan curso a su perversión.
Algunos dicen que en el tema de la pedofilia la Iglesia ha priorizado por la defensa de la institución, cuando debería ponerse en el caso de las víctimas.
Estoy totalmente de acuerdo. Si uno mira hacia atrás en la iglesia lamentablemente ha sido así. En Europa si un sacerdote cometía un error con un acólito o con un alumno o con un interno y era denunciado se desarrollaba toda una maniobra para silenciar el hecho y el sacerdote era trasladado a otro lugar donde volvía a hacer lo mismo. Incluso los denunciantes eran marginados, quedando marcados en sus vidas. Eso si que es pecado.
¿Qué piensas del celibato? ¿Debiera ser opcional?
Yo abracé el celibato porque sentí una llamada tan fuerte de Jesucristo que consideré que esta era mi vocación de vida y mi gran amor. De no haber sido así por supuesto que me hubiera casado. Pero no hay ningún fundamento teológico que obligue a los sacerdotes a comprometerse con el celibato. El compromiso es llevar una vida ejemplar, como pastor de un rebaño.
La Iglesia permitió en su momento las caídas que tuvo Pedro, y lo hizo porque no se trataba de un ser celestial sino de un ser humano. Yo creo en el sacerdocio ministerial, pero no ligado al celibato. Eso va a cambiar.
En el futuro debiera ser opcional. Es un proceso que va a demorar, no sé, medio siglo, veinte o diez años más. Ojala lo antes posible la Iglesia libere a las nuevas generaciones de religiosos de esta obligación.
Por lo demás el celibato no significa guardar castidad. Teológicamente y eclesialmente el celibato significa sólo renunciar al matrimonio.
El problema de la pedofilia y otros escándalos sexuales pareciera que involucran básicamente a varones…
Somos seres humanos comunes y efectivamente a nivel mundial existen muy pocos casos de mujeres pedófilas. Esto se produce mayormente en el mundo masculino. Pero creo que la pedofilia se deriva de una constitución cerebral, de una suerte de predisposición latente. Quizá algo parecido a la predisposición al alcoholismo que si no bebe no pasa nada, pero cuando lo hace se desata la enfermedad.
Los pedófilos, sean eclesiásticos o laicos, no deben estar en contacto con niños, para no desatar esa predisposición. El ser humano necesita el afecto, necesita el abrazo, necesita la intimidad, entonces es posible que en algún momento una persona haga un “clic” equivocado como puede ser el caso de algunos sacerdotes.
Estoy pensando, por ejemplo, en el hermano “Tato” (se refiere al sacerdote Juan Andrés Aguirre, encarcelado por abusos sexuales a niñas menores de edad), que públicamente decía que tenía problemas con el celibato y no tener mujer a él le costaba, manifestando incluso la posibilidad de renunciar.
El teólogo Küng plantea que ha llegado el momento de volver a una Iglesia más apegada a sus comunidades, y que si ésta lo acepta, el sacerdote pueda tener pareja sin renunciar a su condición.
Yo estoy totalmente de acuerdo. El proyecto de Jesús plantea que las comunidades conozcan quien será su pastor. No puede seguir operando una iglesia autoritaria que imponga a una persona que no tiene nada que ver con la comunidad, no tienen ningún feeling, ninguna capacidad de pastorear el rebaño.
¿Es la jerarquía eclesiástica el club masculino más exitoso? Tiene fuertes relaciones con el poder político y con el económico y en ella no hay mujeres ¿Cómo hubiese sido el debate sobre la pedofilia si en la jerarquía participaran mujeres?
Creo que mientras la Iglesia mantenga su estructura jerárquica tal como está, casi un sistema como dice José Comblin, las mujeres pueden llegar ser tan masculinas e incluso peor que los hombres.
Se necesita verdadera participación e igualdad frente a los colegas sacerdotes y en ese caso creo la Iglesia hubiese considerado una mirada distinta y no habría permitido que no se tomaran en cuenta a las víctimas. Si algo tiene la mujer, creo que visceralmente, es que se siente conmovida por las víctimas.
Ahora, a la Iglesia no le queda otra opción que reconocer el error de mantener escondidos estos hechos. También el error de haber trasladado los problemas (traslado de los pedófilos) y por último el error de no querer reconocer todo lo anterior frente al mundo.
Mucho de estos problemas, en parte, se relacionan también con que los creyentes nos dan demasiado poder a los religiosos, incluso más del que uno quiere. Y nosotros también lo hemos permitido porque nos halaga y caemos en la tentación de aceptarlo. Te acostumbras de estar en una buena silla y después te cuesta sentarte en una silla más incómoda. Viajas en primera clase y caramba que te cuesta después hacerlo en clase turista. Te acostumbras a que te pongan en la primera fila siempre y cuando no ocurre así lo hechas de menos.
Por eso uno de mis esfuerzos con la gente de la población ha sido eliminar un trato hacia mí que represente superioridad e insisto en lo de Karoline a secas. Debemos tratarnos de tú o bien de señora y señor, dándonos un trato entre iguales porque no somos superiores a la gente, sólo tenemos una función distinta.
Antes que estallaran estos escándalos la Iglesia aparecía a la cabeza de los llamados temas valóricos como el relacionado con la píldora del día después…
Debo decirte que nosotros tenemos un consultorio de salud, donde atendemos gran cantidad de mujeres en edad fértil y les brindamos la posibilidad de elegir sobre el método anticonceptivo que van a usar. Se les invita con la pareja a elegir el que más se adecue a su vida.
También atendemos a niñas menores que vienen con infecciones vaginales porque mantienen regularmente relaciones sexuales. No podemos condenarlas, sino acogerlas y apoyarlas
Por proceder de esta manera un sacerdote me acusó que yo estaba en pecado mortal y no me podía aceptar en la misa, por lo cual debí ir con el Cardenal a plantearle la situación.
¿Y cómo te fue con el Cardenal?
El Cardenal tiene una visión amplia. Tomó conocimiento y nada más. Yo entendí perfectamente que él como mi pastor no me aplaudió ni nada, pero tomó conocimiento y con eso bastó. Entendí que él aceptó por la forma en que lo planteé. En nuestro consultorio ningún profesional está obligado a entregar la píldora del día después si su conciencia se lo impide. Si no quiere entregarla entonces debe derivar la paciente a otro profesional. Llevamos diez años con esta misma política.
¿Cuáles son las principales transformaciones que debería vivir la Iglesia en los próximos años? Por ejemplo incorporar a las mujeres, ser más flexible…
Yo me siento super integrada, con la suerte que no tengo ninguna ambición. Trabajo en la población Quinta Bella hace unos veinte años y vivo y me gozo en la Iglesia a pesar de los vaivenes provenientes de la jerarquía. Muchos pobladores con los cuales trabajamos el evangelio y que no estaban cerca de la Iglesia, han comenzado a trabajar nuevamente, de a poco, porque han conocido la buena noticia de una iglesia más cerca de ellos, que vive dentro de ellos día y noche.
Me cuesta decirlo, pero algunas veces me piden que yo haga las celebraciones porque no quieren a un cura extraño. Menos mal que ahora tenemos sacerdotes que desarrollan una tremenda empatía con la comunidad y que se sienten muy felices al venir a la comunidad los domingos.
Las personas le dan a uno autoridad, más allá de lo que quisieras a veces. Yo les devuelvo esa autoridad y les digo que hay que “desempoderar” a la Iglesia, botar ese poder que no es necesario porque el mensaje de Jesús es tan poderoso que transforma y es lo más revolucionario que hay.
Yo creo que la Iglesia va a transformarse. Para el día del Buen Pastor, el padre habló de las vocaciones sacerdotales y religiosas y yo le dije: aquí en la comuna, en el barrio hay unos cuantos buenos pastores, aquí hay pastores legítimos y muchos son padres de familias y algunos participan en las juntas de vecinos. Todos somos pastores. Pastores somos todos los que sentimos responsabilidad por otros.
¿En que está la teología de la liberación o la teología latinoamericana como la llamas?
Nos reunimos hace poco en un Congreso con motivo de los 80 años de Sergio Torres. También ha habido encuentros en Medellín y hace poco, con motivo de la conmemoración de la muerte de Oscar Romero tuvimos otro encuentro.
Hoy estamos tan seguros de la fuerza del espíritu al ver cómo la nueva forma de hacer teología se irradia por todos los países. No es muy visible, pero pronto se podrán sentir sus sonidos, lo que la gente, el pueblo, pide, pues son muchos los feligreses críticos que se ponen de pie y opinan sobre las cosas que andan mal.
¿Será necesario un nuevo Concilio?
Lo hemos pensado muchísimo. Unos lo están proponiendo. Algunos obispos escucharán, otros no porque son muy rígidos. Yo provengo de esos sectores, fui formada en esa rigidez pre-conciliar. Para mí Chile y América Latina ha sido una salvación en el sentido de la fe. De no haber venido aquí quizá habría tirado la fe por la borda. No hubiese resistido. En mi evolución como persona he comprobado que la fe tiene arraigo en la vida.
Por mi formación puedo entender a los sectores eclesiásticos más rígidos. Ellos no tienen mala voluntad, son víctimas de un sistema y de la formación que han recibido. No se olviden que en algún momento esos sectores pensaban que si un laico tocaba un cáliz era un pecador. Esa forma de pensar les hace mucho daño, los encierra dentro de un cascarón y no se atreven a mirar hacia fuera.
¿La tormenta que vive la Iglesia hoy le servirá a esa nueva teología?
Esta tormenta nos ayuda a todos. No vamos a servirnos de los escándalos para decir que tenemos toda la razón. No necesitamos hacerlo, porque es el espíritu el que trabaja. Esto que nos está ocurriendo es una purificación del espíritu santo. Está soplando, limpiando con su fuego abrazador. Jesús lo ha dicho.
Para mi el camino es Jesús, con toda su riqueza liberadora. Yo quiero un cielo para todos y que empiece aquí, ahora y que sea para todos.
En los próximos días se nombrará a un nuevo arzobispo, ¿Qué espera Karoline de ese nombramiento?
Yo espero que se nombre un buen pastor. Un pastor que pueda gozar de la Iglesia de Santiago, que ha sido muy valiente en su historia, y que la conduzca de vuelta al pueblo. He visto a veces una Iglesia lejos del pueblo. Yo espero que el nuevo arzobispo sea un buen pastor y que ante todo tenga conocimiento del rebaño. Nuestro hermano Papa, no tiene ninguna experiencia pastoral, de haber pastoreado. Tú necesitas saber donde está tu rebaño para pastorear…
A veces se te ha nombrado como la madre Teresa de América Latina. Te gusta la comparación.
No me gusta por las expectativas que puede crear. Conocí a la Madre Teresa, estuve en Calcuta. Pensé que podíamos estar en una misma espiritualidad, pero me di cuenta que la madre Teresa es válida para la India y su tiempo. Ella pertenecía a la Iglesia jerárquica, pero poseía una gran fidelidad y amor por los pobres y eso conmueve. Pero yo estoy en una teología liberadora, yo estoy por la anticoncepción y ella estaba en contra La madre Teresa evoca muchos sentimientos, pero yo soy de estar mucho más cerca de la gente y de los trabajadores, donde ellos estén, incluso marchando en la calle..
En tiempos de dictadura tú estuviste detenida y se dice que te enviaron al jefe de la seguridad…
Sí. Manuel Contreras vino a mi casa
Qué te dijo
Bueno me dijo que concurría por orden de Lucía Pinochet que anteriormente nos había visitado y me invitó a trabajar con ella. Fue una situación súper difícil ya que en el jardín infantil teníamos gran cantidad de niños y había algunos desmanes contra su presencia. Conversé con ella para proteger a la gente y poder transmitirle lo que pasaba, a ver si podía entender algo. Le dije que si se trataba de la superación de la pobreza yo estaba dispuesta a colaborar y recibir el apoyo que se necesita para estas personas, donde el 60% de los papás estaban cesantes.
Ella representaba un poder que estaba haciendo daño. Teníamos papás que estaban detenidos y otros muy preocupados que un día fueran apresados. Yo le conté sobre esta realidad, pensando que ella no sabía lo que pasaba, a lo que respondió “ya, vamos a ver eso” y me mandó a Manuel Contreras.
Lo recibí y me preguntó: “usted que problema tiene”, a lo cual respondí que yo no tenía ningún problema personal, que el problema eran las detenciones de la gente y no podíamos comprender eso de atemorizar a los pobladores con los allanamientos nocturnos, donde un día desaparecía un papá, al otro día otro y no se sabía donde iba a parar. Me dijo: bueno, me puede llamar. Le dije no hay teléfono aquí, pero pienso que ustedes deben saber lo que están haciendo. Se enojó conmigo. Bueno, meses más tarde me detuvo la DINA.
Manuel Contreras está condenado por múltiples violaciones a los derechos humanos. Que pasaría si por la petición de la Iglesia fuera indultado ¿Qué pensarías de eso?
Yo creo que la Iglesia no va a pedir indulto para el. No puedo imaginar que lo pida, porque lastimaría a tantas personas y no estaríamos respetando a las víctimas. Podemos ir a visitarlo, tiene derecho a la misericordia, es un ser humano. Pero no ha dado ninguna señal de arrepentimiento ni ha pedido perdón a las víctimas.
Dilemas quiso conocer su opinión, como mujer y religiosa, sobre las acusaciones de pedofilia que conmueven a la Iglesia. Karoline nos recibió en la Fundación Cristo Vive, institución de reconocida labor en el ámbito de la capacitación laboral a personas de escasos recursos.
En el mundo y en Chile se habla de una crisis de credibilidad de la Iglesia. ¿Tú crees que existe esa crisis?
Yo lo creo. En este momento hay una crisis de credibilidad que se reproduce en Chile, en Alemania o en España, incluso desde antes que ocurrieran estos hechos que nos preocupan.
Desde hace mucho tiempo siento que nosotros como Iglesia nos hemos perdido en el poder, en sus diferentes expresiones. Un poder que no necesitamos y que Jesús jamás quiso.
Cuando llegué a Chile y a América Latina, me incorporé a un movimiento donde creyentes, teólogos y obispos, después del Concilio, comenzaron a reflexionar sobre el mensaje y el proyecto original de Jesús. Dándonos cuenta que en realidad, el poder que la Iglesia se ha arrogado o asumido, quizás empujada por los propios creyentes, es un poder fáctico que no nos sirve e incluso está en contra del anuncio de las buenas noticias de Jesús.
Algunos dicen que lo que está en crisis de credibilidad es un modelo de Iglesia, ¿ese es el modelo de Iglesia que tú sitúas más cerca del poder?
Exactamente, yo diría más todavía: la Iglesia nació como una comunidad, una comunión de hermanos, que se amaban unos a otros y se auxiliaban. Una Iglesia de los abajo, que llegaba a los esclavos, a los excluidos de Corinto, en general a la gente humilde y luego a las clases poderosas también.
Desgraciadamente, a comienzos del siglo IV, el emperador Constantino astutamente puso de su lado al Obispo de Roma -hoy el Papa- neutralizándolo y estableciendo una alianza entre el emperador político y el emperador espiritual.
En las catacumbas, en cambio, hay imágenes que reflejan a una Iglesia de gente orante, de rebaño con el cual está Jesús, una comunidad, una relación de comunión entre Dios y los hermanos.
Lamentablemente esa comunión se transformó teológicamente en una relación de jerarquía y de obediencia, donde el Papa obedece a Dios, los obispos obedecen al Papa, los sacerdotes al obispo y los feligreses a los sacerdotes. Una relación de obediencia de arriba abajo que acaba con la idea original de comunión.
O sea, podríamos afirmar hoy día que esa Iglesia jerárquica se ha alejado de la comunión con el pueblo cristiano…
La realidad no es tan blanco y negro como tú lo pones, es un poco más mezclada. Existe esta Iglesia jerárquica, de autoridad, de obediencia, pero también una Iglesia de comunión que por supuesto se entrelazan. Una y otra toman elementos del proyecto de Jesús, que por cierto es el de la comunión entre los creyentes con Dios.
Uno de los temas que está poniendo en cuestión la credibilidad de la Iglesia es su actuación frente a la pedofilia de algunos sacerdotes. ¿Qué sientes tú ante estos hechos?
Yo creo que la Iglesia ha tenido una dificultad para abordar este tema dada su estructura jerárquica. Una estructura bastante cerrada, propia de una institución autoritaria, al estilo de una monarquía.
Respecto a la pedofilia mi primer dolor es por las personas que fueron lastimadas. Sé cuanto es el daño. Conozco muy de cerca a personas, tanto de fuera como de dentro de la Iglesia, que fueron ultrajadas y lamentablemente resultaron marcadas para toda su vida. Incluso las primeras veces que se confidencian, se sienten hasta culpables. ¡La víctima se siente culpable!, como si ella hubiera hecho algo mal.
En general en el mundo hay dificultades para tratar con los pedófilos. Es una enfermedad que ha sido tabú y se ha escondido bastante en todas las sociedades. En Chile, por ejemplo, tuvimos el caso de Paul Schäeffer
Pero me pregunto, ¿qué hace más grave el daño que cometen los hermanos desde la Iglesia? Y creo que es más grave porque el sacerdote tiene una autoridad espiritual. Por eso el daño que causan tiene un impacto mucho más profundo y resulta más grave que el cometido por otra persona, porque usan lo espiritual y religioso y eventualmente usan a Dios en el mal que hacen.
La pedofilia. ¿Es para ti un pecado o un delito?
Para mi es una enfermedad y un delito. Los pedófilos son enfermos que cometen delito cuando dan curso a su perversión.
Algunos dicen que en el tema de la pedofilia la Iglesia ha priorizado por la defensa de la institución, cuando debería ponerse en el caso de las víctimas.
Estoy totalmente de acuerdo. Si uno mira hacia atrás en la iglesia lamentablemente ha sido así. En Europa si un sacerdote cometía un error con un acólito o con un alumno o con un interno y era denunciado se desarrollaba toda una maniobra para silenciar el hecho y el sacerdote era trasladado a otro lugar donde volvía a hacer lo mismo. Incluso los denunciantes eran marginados, quedando marcados en sus vidas. Eso si que es pecado.
¿Qué piensas del celibato? ¿Debiera ser opcional?
Yo abracé el celibato porque sentí una llamada tan fuerte de Jesucristo que consideré que esta era mi vocación de vida y mi gran amor. De no haber sido así por supuesto que me hubiera casado. Pero no hay ningún fundamento teológico que obligue a los sacerdotes a comprometerse con el celibato. El compromiso es llevar una vida ejemplar, como pastor de un rebaño.
La Iglesia permitió en su momento las caídas que tuvo Pedro, y lo hizo porque no se trataba de un ser celestial sino de un ser humano. Yo creo en el sacerdocio ministerial, pero no ligado al celibato. Eso va a cambiar.
En el futuro debiera ser opcional. Es un proceso que va a demorar, no sé, medio siglo, veinte o diez años más. Ojala lo antes posible la Iglesia libere a las nuevas generaciones de religiosos de esta obligación.
Por lo demás el celibato no significa guardar castidad. Teológicamente y eclesialmente el celibato significa sólo renunciar al matrimonio.
El problema de la pedofilia y otros escándalos sexuales pareciera que involucran básicamente a varones…
Somos seres humanos comunes y efectivamente a nivel mundial existen muy pocos casos de mujeres pedófilas. Esto se produce mayormente en el mundo masculino. Pero creo que la pedofilia se deriva de una constitución cerebral, de una suerte de predisposición latente. Quizá algo parecido a la predisposición al alcoholismo que si no bebe no pasa nada, pero cuando lo hace se desata la enfermedad.
Los pedófilos, sean eclesiásticos o laicos, no deben estar en contacto con niños, para no desatar esa predisposición. El ser humano necesita el afecto, necesita el abrazo, necesita la intimidad, entonces es posible que en algún momento una persona haga un “clic” equivocado como puede ser el caso de algunos sacerdotes.
Estoy pensando, por ejemplo, en el hermano “Tato” (se refiere al sacerdote Juan Andrés Aguirre, encarcelado por abusos sexuales a niñas menores de edad), que públicamente decía que tenía problemas con el celibato y no tener mujer a él le costaba, manifestando incluso la posibilidad de renunciar.
El teólogo Küng plantea que ha llegado el momento de volver a una Iglesia más apegada a sus comunidades, y que si ésta lo acepta, el sacerdote pueda tener pareja sin renunciar a su condición.
Yo estoy totalmente de acuerdo. El proyecto de Jesús plantea que las comunidades conozcan quien será su pastor. No puede seguir operando una iglesia autoritaria que imponga a una persona que no tiene nada que ver con la comunidad, no tienen ningún feeling, ninguna capacidad de pastorear el rebaño.
¿Es la jerarquía eclesiástica el club masculino más exitoso? Tiene fuertes relaciones con el poder político y con el económico y en ella no hay mujeres ¿Cómo hubiese sido el debate sobre la pedofilia si en la jerarquía participaran mujeres?
Creo que mientras la Iglesia mantenga su estructura jerárquica tal como está, casi un sistema como dice José Comblin, las mujeres pueden llegar ser tan masculinas e incluso peor que los hombres.
Se necesita verdadera participación e igualdad frente a los colegas sacerdotes y en ese caso creo la Iglesia hubiese considerado una mirada distinta y no habría permitido que no se tomaran en cuenta a las víctimas. Si algo tiene la mujer, creo que visceralmente, es que se siente conmovida por las víctimas.
Ahora, a la Iglesia no le queda otra opción que reconocer el error de mantener escondidos estos hechos. También el error de haber trasladado los problemas (traslado de los pedófilos) y por último el error de no querer reconocer todo lo anterior frente al mundo.
Mucho de estos problemas, en parte, se relacionan también con que los creyentes nos dan demasiado poder a los religiosos, incluso más del que uno quiere. Y nosotros también lo hemos permitido porque nos halaga y caemos en la tentación de aceptarlo. Te acostumbras de estar en una buena silla y después te cuesta sentarte en una silla más incómoda. Viajas en primera clase y caramba que te cuesta después hacerlo en clase turista. Te acostumbras a que te pongan en la primera fila siempre y cuando no ocurre así lo hechas de menos.
Por eso uno de mis esfuerzos con la gente de la población ha sido eliminar un trato hacia mí que represente superioridad e insisto en lo de Karoline a secas. Debemos tratarnos de tú o bien de señora y señor, dándonos un trato entre iguales porque no somos superiores a la gente, sólo tenemos una función distinta.
Antes que estallaran estos escándalos la Iglesia aparecía a la cabeza de los llamados temas valóricos como el relacionado con la píldora del día después…
Debo decirte que nosotros tenemos un consultorio de salud, donde atendemos gran cantidad de mujeres en edad fértil y les brindamos la posibilidad de elegir sobre el método anticonceptivo que van a usar. Se les invita con la pareja a elegir el que más se adecue a su vida.
También atendemos a niñas menores que vienen con infecciones vaginales porque mantienen regularmente relaciones sexuales. No podemos condenarlas, sino acogerlas y apoyarlas
Por proceder de esta manera un sacerdote me acusó que yo estaba en pecado mortal y no me podía aceptar en la misa, por lo cual debí ir con el Cardenal a plantearle la situación.
¿Y cómo te fue con el Cardenal?
El Cardenal tiene una visión amplia. Tomó conocimiento y nada más. Yo entendí perfectamente que él como mi pastor no me aplaudió ni nada, pero tomó conocimiento y con eso bastó. Entendí que él aceptó por la forma en que lo planteé. En nuestro consultorio ningún profesional está obligado a entregar la píldora del día después si su conciencia se lo impide. Si no quiere entregarla entonces debe derivar la paciente a otro profesional. Llevamos diez años con esta misma política.
¿Cuáles son las principales transformaciones que debería vivir la Iglesia en los próximos años? Por ejemplo incorporar a las mujeres, ser más flexible…
Yo me siento super integrada, con la suerte que no tengo ninguna ambición. Trabajo en la población Quinta Bella hace unos veinte años y vivo y me gozo en la Iglesia a pesar de los vaivenes provenientes de la jerarquía. Muchos pobladores con los cuales trabajamos el evangelio y que no estaban cerca de la Iglesia, han comenzado a trabajar nuevamente, de a poco, porque han conocido la buena noticia de una iglesia más cerca de ellos, que vive dentro de ellos día y noche.
Me cuesta decirlo, pero algunas veces me piden que yo haga las celebraciones porque no quieren a un cura extraño. Menos mal que ahora tenemos sacerdotes que desarrollan una tremenda empatía con la comunidad y que se sienten muy felices al venir a la comunidad los domingos.
Las personas le dan a uno autoridad, más allá de lo que quisieras a veces. Yo les devuelvo esa autoridad y les digo que hay que “desempoderar” a la Iglesia, botar ese poder que no es necesario porque el mensaje de Jesús es tan poderoso que transforma y es lo más revolucionario que hay.
Yo creo que la Iglesia va a transformarse. Para el día del Buen Pastor, el padre habló de las vocaciones sacerdotales y religiosas y yo le dije: aquí en la comuna, en el barrio hay unos cuantos buenos pastores, aquí hay pastores legítimos y muchos son padres de familias y algunos participan en las juntas de vecinos. Todos somos pastores. Pastores somos todos los que sentimos responsabilidad por otros.
¿En que está la teología de la liberación o la teología latinoamericana como la llamas?
Nos reunimos hace poco en un Congreso con motivo de los 80 años de Sergio Torres. También ha habido encuentros en Medellín y hace poco, con motivo de la conmemoración de la muerte de Oscar Romero tuvimos otro encuentro.
Hoy estamos tan seguros de la fuerza del espíritu al ver cómo la nueva forma de hacer teología se irradia por todos los países. No es muy visible, pero pronto se podrán sentir sus sonidos, lo que la gente, el pueblo, pide, pues son muchos los feligreses críticos que se ponen de pie y opinan sobre las cosas que andan mal.
¿Será necesario un nuevo Concilio?
Lo hemos pensado muchísimo. Unos lo están proponiendo. Algunos obispos escucharán, otros no porque son muy rígidos. Yo provengo de esos sectores, fui formada en esa rigidez pre-conciliar. Para mí Chile y América Latina ha sido una salvación en el sentido de la fe. De no haber venido aquí quizá habría tirado la fe por la borda. No hubiese resistido. En mi evolución como persona he comprobado que la fe tiene arraigo en la vida.
Por mi formación puedo entender a los sectores eclesiásticos más rígidos. Ellos no tienen mala voluntad, son víctimas de un sistema y de la formación que han recibido. No se olviden que en algún momento esos sectores pensaban que si un laico tocaba un cáliz era un pecador. Esa forma de pensar les hace mucho daño, los encierra dentro de un cascarón y no se atreven a mirar hacia fuera.
¿La tormenta que vive la Iglesia hoy le servirá a esa nueva teología?
Esta tormenta nos ayuda a todos. No vamos a servirnos de los escándalos para decir que tenemos toda la razón. No necesitamos hacerlo, porque es el espíritu el que trabaja. Esto que nos está ocurriendo es una purificación del espíritu santo. Está soplando, limpiando con su fuego abrazador. Jesús lo ha dicho.
Para mi el camino es Jesús, con toda su riqueza liberadora. Yo quiero un cielo para todos y que empiece aquí, ahora y que sea para todos.
En los próximos días se nombrará a un nuevo arzobispo, ¿Qué espera Karoline de ese nombramiento?
Yo espero que se nombre un buen pastor. Un pastor que pueda gozar de la Iglesia de Santiago, que ha sido muy valiente en su historia, y que la conduzca de vuelta al pueblo. He visto a veces una Iglesia lejos del pueblo. Yo espero que el nuevo arzobispo sea un buen pastor y que ante todo tenga conocimiento del rebaño. Nuestro hermano Papa, no tiene ninguna experiencia pastoral, de haber pastoreado. Tú necesitas saber donde está tu rebaño para pastorear…
A veces se te ha nombrado como la madre Teresa de América Latina. Te gusta la comparación.
No me gusta por las expectativas que puede crear. Conocí a la Madre Teresa, estuve en Calcuta. Pensé que podíamos estar en una misma espiritualidad, pero me di cuenta que la madre Teresa es válida para la India y su tiempo. Ella pertenecía a la Iglesia jerárquica, pero poseía una gran fidelidad y amor por los pobres y eso conmueve. Pero yo estoy en una teología liberadora, yo estoy por la anticoncepción y ella estaba en contra La madre Teresa evoca muchos sentimientos, pero yo soy de estar mucho más cerca de la gente y de los trabajadores, donde ellos estén, incluso marchando en la calle..
En tiempos de dictadura tú estuviste detenida y se dice que te enviaron al jefe de la seguridad…
Sí. Manuel Contreras vino a mi casa
Qué te dijo
Bueno me dijo que concurría por orden de Lucía Pinochet que anteriormente nos había visitado y me invitó a trabajar con ella. Fue una situación súper difícil ya que en el jardín infantil teníamos gran cantidad de niños y había algunos desmanes contra su presencia. Conversé con ella para proteger a la gente y poder transmitirle lo que pasaba, a ver si podía entender algo. Le dije que si se trataba de la superación de la pobreza yo estaba dispuesta a colaborar y recibir el apoyo que se necesita para estas personas, donde el 60% de los papás estaban cesantes.
Ella representaba un poder que estaba haciendo daño. Teníamos papás que estaban detenidos y otros muy preocupados que un día fueran apresados. Yo le conté sobre esta realidad, pensando que ella no sabía lo que pasaba, a lo que respondió “ya, vamos a ver eso” y me mandó a Manuel Contreras.
Lo recibí y me preguntó: “usted que problema tiene”, a lo cual respondí que yo no tenía ningún problema personal, que el problema eran las detenciones de la gente y no podíamos comprender eso de atemorizar a los pobladores con los allanamientos nocturnos, donde un día desaparecía un papá, al otro día otro y no se sabía donde iba a parar. Me dijo: bueno, me puede llamar. Le dije no hay teléfono aquí, pero pienso que ustedes deben saber lo que están haciendo. Se enojó conmigo. Bueno, meses más tarde me detuvo la DINA.
Manuel Contreras está condenado por múltiples violaciones a los derechos humanos. Que pasaría si por la petición de la Iglesia fuera indultado ¿Qué pensarías de eso?
Yo creo que la Iglesia no va a pedir indulto para el. No puedo imaginar que lo pida, porque lastimaría a tantas personas y no estaríamos respetando a las víctimas. Podemos ir a visitarlo, tiene derecho a la misericordia, es un ser humano. Pero no ha dado ninguna señal de arrepentimiento ni ha pedido perdón a las víctimas.
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