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domingo, 5 de diciembre de 2010

El camino: el seguimiento de Jesús


Por Jose Comblin
Publicado por Atrio

Buenas tardes, voy a hablarles acerca de todo el grupo que vive en medio del mundo de los pobres, en el mundo así de marginado. De tal modo que, yo vivo ahí también gracias a Dios, que es en el mundo popular. No estamos en el mundo de los privilegiados. Me han dado como asunto “El seguimiento de Jesús”.

El Seguimiento de Jesùs. Reino de Dios y Conversiòn

Bueno… ¿Cómo es eso? ¿El seguimiento de Jesús? Vamos a empezar por el comienzo. Para definir a Jesús hay que ver cuál es el “mensaje”. Cómo inauguró su misión. Ahí dice: “Ya está cerca el reino de Dios”. Conversión, porque está cerca. Hay que entrar. ¿Qué significa eso de Reino de Dios y conversión?

Conversión lo entendieron claramente los oyentes. Es conversión total, por la superación, el rechazo de todo el sistema judaico, todo el sistema. Ahora viene otro camino, o sea, se termina el camino de los judíos, sobre todo de los judíos interpretados por sus doctores, por sus sacerdotes, por los ancianos, que en lugar de permanecer fieles a la palabra de Dios, al mensaje dado a Abraham. Noo, al revés… pues crearon todo un sistema de promoción de ellos dominando las masas populares y se transformaron en clase de privilegiados. Todo a nombre de la religión como si fuera la voluntad de Dios. ¿Y el reino de Dios? Bueno…se vincula directamente con el primer título, el título de Mesías, que probablemente el mismo Jesús, por lo menos lo aceptó. No proclamó “Yo soy el Mesías” -por lo menos en los evangelios sinópticos – , pero otros dijeron y aprobó.

Mesías. La categoría de Mesías, una vez que el mensaje cristiano entró en el mundo greco-romano, desapareció, desapareció. Y en la historia de las teologías en los siglos posteriores también desapareció. No había traducción griega ni latina para esa palabra. Entonces debemos volver que en el mundo de Israel, que se entendía y que es lo que Jesús quería decir cuando se le mencionó el título de Mesías.

Bueno, el Mesías es el que vendrá a salvar a su pueblo de las fuerzas que lo oprimen, que lo dominan, que lo desvían del verdadero camino. Entonces, él es más que profeta, porque el “ profeta anuncia ” y el “ Mesías realiza ”. Lo que los profetas habían anunciado, él lo realiza. Realiza entonces una obra colectiva, es la transformación de su pueblo, la transformación de Israel que ha sido desviado de su misión por falsos pastores, falsos profetas. Y el Mesías viene justamente a salvar ese pueblo y crear en él y por él un mundo nuevo. La promesa hecha a Abraham se dirigía a toda la humanidad. Toda la humanidad serían los descendientes, los hijos de Abraham. Pero después se hizo una contracción y en tiempos de Jesús pensaban “Solamente los que son de raza Hebraica, solamente ellos son hijos de Abraham”. Pero, el Mesías viene a restituir justamente la verdadera vocación de Israel que era la de salvar el mundo entero, toda la humanidad. O sea, Jesús entiende al Mesías no como el salvador de todos los judíos, de este pequeño pueblo, sino de toda la humanidad, así como estaba preanunciado en las promesas hechas a Abraham.

Entonces, Jesús viene como Mesías anunciando y ya empezando la realización. O sea, su vida ya es el reino de Dios. Y con él los discípulos que lo siguen, ahí está el reino de Dios, ahí está el comienzo del mundo nuevo, del mundo de justicia, de fraternidad, del mundo sin opresión, sin dominación. Empieza en forma muy sencilla, muy humilde, pero con total convicción de que realmente a partir de ese pequeño comienzo, ahí comienza una vida nueva, un mundo nuevo.

Por tanto, la preocupación de Jesús no son principalmente las personas individuales sino las personas dentro de un pueblo. Se trata de rehacer el pueblo que había sido fundado, creado, emancipado, de rehacerlo según la voluntad del Padre. Entonces, el seguimiento de Jesús será seguir el mismo camino, es decir, hacer lo que él hacía, es la referencia. Porque entonces, no vendría solo. Pero como Mesías venía a iniciar en esta tierra ese reino de Dios. Y para aquello necesitaba colaboradores, pues sus discípulos serían los que iban a dispersar, a enviar también el reino de Dios en todos los pueblos. Así es ese reino y el seguimiento es “entrar en ese camino”. O sea, la manera de actuar, la manera de ser, es hacer lo que Jesús hizo, en otras circunstancias, otras situaciones, pero el espíritu será dado para que seamos capaces de interpretar, de aplicar en la situación en que estamos lo que Jesús hizo. O sea, ¿qué haría si estuviera en mi lugar? ¿Qué haría? Esto dentro del conjunto de un pueblo actuando juntos lo más posible, unidos. Y ahí resulta que…

¿Qué es la fé?
¿Qué es la fe en Jesucristo? No se debe transformar como se hizo muchas veces en el pasado, la fe en una doctrina. Porque la doctrina siempre permanece superficial. O sea, es algo intelectual, un pensamiento, pero separado de la vida de la gente. Y entonces, la fe es justamente la actitud básica y fundamental, es decir; “yo creo que soy capaz, con la fuerza del espíritu de seguir el camino de Jesús en el mundo actual”. O sea, de rehacer lo que él mismo hizo en este mundo actual.

La fe es difícil. ¿Por qué? Porque la mayoría de las personas se creen incapaces. Creen que no es posible actuar en una forma diferente. Creen que las costumbres, el modo de actuar en toda la sociedad, eso no puede cambiar, es imposible cambiar, ¡es imposible, entonces, nacer en una vida nueva! La mayoría de la gente en el mundo actual como en el pasado tiene un profundo sentimiento de que “no soy capaz”, “no tengo capacidad”, “¿quién soy yo?”. Y los más pobres, peor todavía. Claro que los más ricos se sienten capaces, pero ¿capaces de qué? De seguir el camino de Cristo ¡¡no!! De crear máquinas, de ganar plata, eso se creen. Los que son los fuertes, los poderosos. Pero en cuanto a creer, ¿creen que son capaces de aplicar hoy día el camino de Jesús? Eso es otra cosa. Entonces, porque esto supone justamente una conversión, una otra manera de ver el mundo. O sea, escaparse de la estructura del mundo que hay actualmente y buscar una transformación.

Habitualmente los economistas afirman que no hay otro camino, que el camino que se instaló en Chile ¡es el único posible!, y no puede cambiar. Porque las leyes de la economía no permiten otra formulación. Esa es la doctrina oficial y la doctrina de la gran mayoría de los gobernantes, de los llamados representantes del pueblo, pero que lo representan muy poco. O sea, de que es el único camino posible!

Igual, cuando están peleando con los vecinos, cuando hay problema, por ejemplo con el Perú. Ahí creen…, que es inevitable, siempre va a suceder, que no es posible cambiar la situación, crear una verdadera amistad. Porque los chilenos dirán los peruanos, porque los peruanos dirán los chilenos. Todos se acuerdan de la Guerra del Pacífico, y esto está en los subconscientes. Entonces, la paz. Realizar una paz verdadera de fraternidad, de intercambio, eso es difícil creerlo. Y entonces, lo que Jesús pide es la fe. Que somos capaces de transformar este mundo, de a poco, claro. No así con una fórmula mágica que de repente todo cambia, ¡no!…sino por un esfuerzo constante y perseverante, constante y perseverante. Empezó hace dos mil años y todavía vemos que tanto… ¡Tanto que hace falta todavía!… ¡Tanto que hay que hacer! Y bien sabemos una generación solo hace una pequeña parte. Y una persona en una generación, una pequeña parte, pero que puede ser importante, que puede ser muy significativa, que puede mover el pueblo y justamente transformar su modo de vivir, su modo de ser, entrando en el camino que Jesús mostró. La fe.

La Esperanza
La esperanza no es sencillamente la esperanza del porvenir de llegar algún día al cielo, de la vida futura. Si fuera así, no sería necesario que Jesús pudiera mostrarnos el camino. Muestra el camino para construir un mundo nuevo, no para sencillamente salvar su alma, que es mucho más fácil, pero para construir un mundo nuevo. Y el que está construyendo, ahí dice Jesús: “Este ya está en la vida eterna. Ya está. No tiene porque preocuparse para más tarde. El que está construyendo este reino ya está en la vida. Ya está en el reino de Dios”.

Entonces, la esperanza tiene por objeto la posibilidad de un mundo nuevo, de un mundo de justicia y de fraternidad. Empezó con un pequeño grupo, los primeros discípulos de Jesús. Pero estos tuvieron confianza y fueron creciendo, aumentando, multiplicándose, en todas las provincias del imperio romano. Y después cuando descubrieron que el mundo era más grande que lo que habían pensado antes, bueno…se fueron a enviar el mensaje a todas partes, en todos los lugares. Entonces, esperar, como dice Pablo “contra toda esperanza”.

Porque según las apariencias, realmente, mover este mundo, mover la economía actual para que aparezca un mundo de justicia, eso parece tan… pero tan imposible que uno se desanima y piensa como muchos judíos en tiempos de Jesús; que en este mundo no hay nada que esperar. Vamos a pensar en el mundo futuro, el mundo que viene, ya no en la creación después de la destrucción, porque aquí no hay nada que se pueda esperar. Es una tentación, pero no es lo que Jesús vino a decir, es justamente que…comienza aquí y el que no trabaja aquí en esta tierra para reestablecer este mundo nuevo, es que está fuera de la esperanza, está fuera del camino. O sea, caminando según todas las etapas de la historia humana, historia tan compleja, múltiple, pero caminando según ese camino de Jesús; el mundo va a cambiar. El mundo va a entrar en el proyecto del Padre, va a poder. Cada uno llamado a tener esa esperanza, llamado a la fe, llamado a la esperanza. ¿Y cuál es el modo, el método? ¿Cuál es el principio de orientación? ¿Qué hay que hacer? En lo concreto. O sea, ¿Cómo y qué hizo Jesús?

Bueno, una palabra según San Juan, entonces dice: “Es una vida de amor”, o sea, quiere transformar el mundo por las fuerzas del amor. Es decir, sin armas, sin poder político, sin poder financiero, sin poder cultural, con la fuerza del amor y del testimonio anunciando ese camino. Así hace Jesús.

Los enfermos
Primera preocupación: los enfermos, porque son los que más sufren. En aquel tiempo más todavía, porque según las normas de la teología judaica de aquel tiempo, el enfermo es una persona castigada por sus pecados. Si se enfermó es porque pecó. Ahí que Jesús viene a desmentir “no es porque pecó”. Pero su presencia exige, pide la ayuda. Y con la ayuda si todo el mundo se empeña en salvar, provocar la vida de los enfermos, es una gran señal. Y Jesús se preocupa y cura a los enfermos. Claro que nosotros no vamos probablemente a hacer tantos, tantas curaciones así…tantos milagros…tan fuertes, pero no se puede limitar las posibilidades. O sea, el servicio a los enfermos.

Los rechazados
También se acerca a todos los que estaban rechazados. Por ejemplo, los publicanos, los cobradores de impuestos; malditos. Las prostitutas; malditas, pecadoras, rechazadas. Todos los que no observaban la ley. Porque la ley judaica era tan complicada. Imagínense… Antes de comer había que lavarse las manos. Pero ¿dónde estaba el agua? Ah…el agua estaba en un pozo situado a veces a dos kilómetros, tres, cinco kilómetros. El hombre que tenía esclavos mandaba a los esclavos a buscar agua. ¿Pero los pobres? Las pobres mujeres, entonces buscaban el agua necesaria para cocinar, para las necesidades inmediatas. Pero no podían darse el lujo de buscar agua cada vez para lavar las manos. Hoy día el problema no existe más, salvo en algunas regiones del mundo que todavía persiste ese problema. Y entonces, ahí Jesús se acerca justamente a los que están malditos, excomulgados, tratados como pecadores públicos. Y en Galilea, que era la región más pobre, había muchísima gente así, no tenían capacidad de observar todas las leyes. Pues, las leyes se transforman en modo de oprimir, de dominar y de justificar a los poderosos que ellos tienen la posibilidad de cumplir con esas leyes. Bueno, Jesús se va a dar esperanza y a suscitar a todos los que estaban rechazados. No les ofrece armas. No les ofrece dinero. No les ofrece un diploma de doctor. Ofrece, solamente la fuerza del amor que con ellos va a multiplicarse. Y entonces, con su palabra de testimonio, con su vida de generosidad van a despertar una vida nueva. Empezando por la fe, van entonces a suscitar y despertar la fe, la fe en el camino de Jesús, ahí en el mundo.

¿Cuál es el camino que Jesús, entonces, adoptó para realizar esa misión, esa forma de actuar? Bien, se hizo pobre. Nació pobre. Para estar en la condición semejante de la mayoría de la población. Nació pobre. Vivió sin tener propiedad, sin tener una distinción social, un prestigio social, sin tener ninguna fuerza política, ningún influjo como hacen los hijos de las grandes familias. Para ello, pueden influir en la dirección del país, porque tienen la fuerza. Y Jesús nació, vivió, sin fuerza humana, sin fuerza de lo que la gente entiende habitualmente como fuerza. Y cuando fue a vivir escogió la Galilea, que era la provincia más pobre. Es verdad que había en medio de la Galilea ciudades más ricas, ciudades griegas, y que vivían de la explotación de los campesinos pobres que estaban viviendo allá. Y Jesús nunca estuvo en una ciudad griega. Había una a seis kilómetros de Nazareth. Séforis. Nunca fue. Sólo visitó los pueblitos de los pobres agricultores que habitualmente todas las mañanas se iban a la puerta de la ciudad a ver si el encargado del latifundiario necesitaba mano de obra para ese día. Y entonces, el hombre venía, “hoy quiero veinte”, “hoy quiero diez” ¿Y los otros? Los otros nada. ¿Van a poder comer ese día? Difícilmente. O sea, vida de agricultores sin propiedad.

Bueno… ¿Y los pescadores? La mayoría de los pescadores no eran dueño de su barco. El barco pertenecía a un propietario. Y entonces, claro que tenían que dar algo, darle la mayor parte de la pesca que habían realizado. Así que, ese fue el mundo que Jesús ha escogido para sacar de ellos, los discípulos que iban a anunciar su mensaje y a actuar como él. Su pobreza fue tan grande que…terminó…terminó en la condenación, terminó en la muerte y la muerte de cruz, que es la muerte infamante. O sea, es la muerte infringida a los esclavos desobedientes o que no obedecían lo suficiente. La gente de buenas familias no morían así, los mataban con métodos menos crueles. Pero como Jesús era pobre ahí lo trataron como…como un pobre. Còmo llegó a eso, ¿Por qué? Anunció su mensaje frente a las autoridades. Denunció, en medio de los pobres, las mentiras de los grandes, de los poderosos. Hoy día no faltan mentiras semejantes. Pero en fin, levantó la voz, sin dinero, sin apoyo político, sin armas, solamente con la fuerza de su palabra. Claro que…lo toleraron durante tres años, eso no podía durar más. Un pobrecito que levanta la voz y va a denunciar y condenar en medio de toda multitud las mentiras y las injusticias cometidas, claro que eso no puede durar mucho. Entonces, por su fidelidad a su misión de no transformar este mundo desde arriba hacia abajo, por la fuerza de las armas. Y cuantas veces…cuantas veces…los pueblos han recibido el cristianismo por la fuerza de las armas. Por ejemplo, en América. Entonces, pensando que se anuncia la fe con la ayuda de las armas o acompañando las armas o acumulando dinero, para realizar obras fantásticas, obras grandes, mostrando la superioridad de su civilización que con eso se forman pueblos cristianos, tampoco. Entonces, no se convierten y no se llega a la verdadera… a la verdadera fe. Claro que, se puede ser engañados. Por ejemplo, el influjo que tuvo el emperador Constantino cuando necesitó de una religión más fuerte que las religiones tradicionales de las tribus romanas y la religión tradicional de Roma, que eran muy particularizada y no tenían posibilidad de penetrar en la multitud de pueblos del imperio. Entonces, escogió la religión cristiana ¿Por qué? Ah…porque en la última batalla que tuvo contra su competidor al imperio, ahí habían dicho que el Dios más poderoso era Jesucristo y que había que invocarlo. Asi que lo invocó, izó la bandera, y ahí vio que Jesucristo le había dado la victoria. ¿Cómo es posible? ¿Será el Dios verdadero? ¿O será el diablo que le dio la victoria? ¿Cómo saber? Esa idea de que la victoria es dada por Dios, y entonces que los vencedores son siempre los fieles y los derrotados son los infieles. Eso perseveró durante muchos siglos y todavía hoy! … y todavía hoy. De ahì, si examinamos las guerras actuales, las guerras que se hacen actualmente, en Irak o en Afganistán, en el fondo està también. Nosotros somos los buenos porque somos los más fuertes. Y esta idea profunda està. Es lo que Jesús vino a denunciar; desenmascarar y denunciar. Hizo oposición para decir la verdad aceptando todas las consecuencias. Y dijo: “Felices ustedes cuando sean perseguidos porque así han tratado a todos los profetas”, y así lo trataron a él. Sin embargo, esa palabra no permanece ineficiente. No fue vivida en vano. Y esa fidelidad a su misión, después provocó millones y millones de adhesiones de fe, de personas como fe. O sea, quiso mostrar que el camino es el no-poder y la no-violencia. Claro que la tentación permanente siempre es la de pensar que no se puede evangelizar sin poder, sin alianza con los poderes, con los poderosos, ¡sin plata!. Entonces, acumulando para poder realizar construcciones grandes. Para realizar obras culturales que van a atraer y pensando que por ese medio se hace la conversión, la adhesión al mensaje de Jesús, cuando Jesús mostró lo contrario. Mostró el camino de la verdad en el puro amor sin violencia, sin forzar de ninguna manera.

Claro que no es fácil, pero ahí llegó y hay en la historia, discípulos de Jesús que de hecho siguen ese camino. Hay unos que lo siguen un noventa por ciento, otros setenta, otros cincuenta, otros veinte, otros diez. Claro, porque es un camino exigente, difícil, pero sí existen, existe gente que toma ese camino y…se mueren. En los últimos quince años en el nordeste de Brasil, – donde vivo yo-, fueron muertos mil quinientos dirigentes campesinos, de movimientos campesinos, ¡mil quinientos! Jamás nadie ha sido condenado. Todos los asesinos han recibido cobertura de las autoridades, de los grandes, por haber sido fieles, pero continúa, la lucha pacífica continúa. Y en ese ejemplo, los otros encuentran ánimo, coraje, esperanza, y confianza en el camino que han elegido y que fue el camino de Jesús. Así es entonces como se produce una transformación de la humanidad.

¿En què consiste el acceso a la libertad?
¿En qué consiste el hombre, la mujer, nuevo, nueva? Entonces es, que tiene acceso a la libertad. Pablo dice en los Gálatas: “Ustedes han sido llamados a la libertad”. No dice la libertad así o asá… ¡No! ¡¡ La libertad !! O sea, ser, transformarse en seres humanos, libres… ¿Y libres que quiere decir? Es la persona que hace su vida, no se deja manipular, no se deja empujar. No hace sencillamente lo que todo el mundo hace, sencillamente no hacen lo que las autoridades esperan por miedo de perder su trabajo, de perder ventajas económicas. No, hacen su vida personalmente. Y… ¿cómo es esa vida? Es justamente la vida que consiste en amar a todos los seres humanos justamente llamados a entrar en el reino de Dios. Esto es la libertad verdadera, auténtica. La persona que no se subordina a necesidades, deseos, o cosas que necesita para sí mismo, sino la persona que es libre para poder ayudar a los otros donde los encuentra y donde encuentra necesidad. Es el acto de la libertad. Y a eso dice Pablo: “Hemos sido llamados”. Pero él mismo, en la misma carta, se queja de que varios que se creían ya discípulos de Jesús, ya se habían caído de nuevo en la esclavitud. Subordinándose a otros valores, otra religión, otra cosa, que los hacen esclavos. Esclavos de costumbres, de prácticas, de temores …Noo …El discípulo de Jesús es como Jesús. ¡Siente miedo! pero no se deja impresionar por su miedo. Jesús también antes de su muerte sufrió miedo y tuvo miedo. ¿Y quién no tiene miedo si se ve que está cerca de una muerte violenta? ¿Quién no tiene miedo? ¡Tuvo miedo! …pero era libre para justamente no dejarse impresionar por el miedo. Y al frente siguiendo su camino, su misión mesiánica, sin volver para atrás, sin mirar para atrás, pero con la confianza de que ese era el camino del Padre, que esa es la verdad. Y dice Jesús: “Yo soy la verdad”. ¿Qué es eso? O sea, lo que él hace, eso es la verdad. Eso es el verdadero camino. Esa es la verdadera vida. Y entonces, entra en ese camino, en esa vida, eso que es entrar en la verdad.

La Vocaciòn a la libertad
La vocación a la libertad es difícil. Sucede muchas veces que las instituciones de Iglesia tienen un poco de miedo de la libertad. Entonces, a pesar del famoso libro de Lutero sobre la libertad cristiana, pero, tiene mucho miedo. Yo he visto en comentarios bíblicos en ese versículo de Gálatas; “ahí nosotros hemos sido llamados a la libertad”. El comentarista dice: “Tal vez Pablo esté un poco exagerando” (risas). Entonces, se deja llevar por el espíritu oriental. Pues, el espíritu oriental siempre exagera. Pero aquí no, el espíritu oriental era exactamente la traducción de lo que Jesús había vivido y que se presentó justamente como un hombre libre que hizo su camino y no se dejó desviar por nadie. No se dejò apartar de su misión por nadie, por nada, por ninguna, ninguna amenaza.

Bueno, entonces eso sería. Diría yo como …el seguimiento de Jesús. ¿Cómo? ¿En qué consiste? ¿Cómo es? Esto se ha vivido en formas muy diversas en la historia de la humanidad, por supuesto. Porque las circunstancias son tan diferentes y las personas también son diferentes. O sea, nadie va a copiar sencillamente lo que otra persona ha hecho. Va a seguir su misma inspiración, pero en la circunstancia nueva en que está y con el tipo de carácter de disposición mental y física, que le permite actuar en este mundo. Hay una variedad inmensa de formas de imitación, de formas de seguimiento. Pero la línea fundamental es siempre la misma. Es aquella que Jesús vivió en su vida y que hay que entender siempre más claramente. Porque hubo desvíos. Hubo una época en que, por influjo de la filosofía griega la moral cristiana se tradujo en el lenguaje de los filósofos griegos, de las virtudes griegas. Ahí no aparece lo fundamental, lo básico del evangelio. Y ahí los griegos llamaban de la prudencia, la fortaleza, la templanza, todo bien. Pero en fin eso pasa al lado de lo realmente eficaz, de lo realmente el verdadero camino de Jesús. De tal modo que el esfuerzo de las Iglesias es siempre volver a la lectura de la Biblia, a la lectura de los evangelios, de la vida de Cristo que los profetas anuncian y anuncian claramente. Pero en fin los evangelios son de todos modos lo esencial y las cartas de los apóstoles explican en que llaman la atención sobre los puntos fundamentales.

El evangelio más antiguo, según la opinión de la casi totalidad de los biblistas hoy día, fue el evangelio de Marcos. Escrito probablemente poco después del año setenta, en la década de los setenta. No voy hacer una demostración exegética… pero ahí alguien, según Marcos… ¿pero quién…? Ah… no se sabe quién. Pero alguien escribió esas memorias, esos recuerdos de Jesús, es decir, en toda la tradición oral, todo lo que se decía, que se transmitía oralmente fue escogido. No dijo toda la vida de Jesús, pues como dice San Juan “el mundo entero no sería capaz, de llenar, de recibir todas las palabras pronunciadas, todos los escritos”. Pero ha escogido y se ve claramente que…que es lo que Marcos ha escogido. Ha escogido el camino de la cruz. ¿Y por qué? Bueno, probablemente porque ya en su tiempo algunos ya le daban menos importancia o menos valor. Pero para ellos lo significativo de la vida de Jesús es justamente eso. Que se dejó matar porque no quiso ningún influjo político, ningún influjo económico, ninguna forma de armas. Entonces se entregó sin fuerza por la tentación que otros tienen de pensar que…una vez he escuchado a un prelado diciendo que… “sin la alianza con el gobierno no se puede evangelizar”. Según el evangelio sería al revés…“con la alianza del gobierno no se puede evangelizar”. Hay que mantenerse libre. Y claro que en el gobierno tienen que adaptarse a la situación, porque tiene que tomar decisiones inmediatas. Nosotros no buscamos así solucionarlo todo inmediatamente, pero sí entrar en un camino con perseverancia…con perseverancia. Y entonces ahí vino el autor del evangelio a destacar: “No…Jesús fue así…totalmente con audacia denunciando y enfrentando todo el sistema establecido y todas las autoridades establecidas para denunciar la mentira y la opresión”.

El Pecado: La Mentira y La Opresiòn
Mentira y opresión, porque este es el pecado. Jesús vino y dice: “Para terminar el reino del pecado”. ¿Qué es el pecado? Bueno, es lo que hacían los dirigentes de Israel en aquél tiempo. O sea, el pecado es el sistema de dominación que reaparece siempre en toda la historia, que es justamente lo contrario de la fraternidad y del amor. Toda forma de dominación que tiene como resultado la disminución de la vida. Es matar al otro, reducir su vida, destruir su vida, eso es dominación, opresión, ¡éste es el pecado!. Todos los pequeños pecados son puramente expresiones de este pecado global. Y por eso Jesús escoge más a los pobres, porque no tienen posibilidad de dominar. No tienen plata, no tienen recursos, entonces van a prestar más oídos. En cuanto a los que son de clases más alta no les gusta escuchar estas palabras. Ahí le dan un sentido espiritual a todo lo que el evangelio y lo que Jesús dice. Entonces, he visto tantas traducciones del famoso versículo de Mateo 5. Entonces ahí… “felices los pobres”…“el espíritu”. Y la traducción dice, por ejemplo…”felices los que tienen alma de pobre”. Pero no se trata de alma. O sea, los pobres son pobres corporalmente. Son los que de hecho…pero que tienen espíritu. O sea, son los pobres que se levantan, que van recibiendo y acogiendo la fuerza del espíritu. Si son los que se conforman, se resignan, permanecen pasivos, no son felices. Felices serán los que animados por el espíritu actúan con lo que los pobres tienen a su disposición. Sin poder, sin fuerza exterior, sin relaciones, sin apoyos…no. Con lo que son y fraternalmente unidos con otros que son del mismo camino. Uno solo, poco puede. Si son diez, pueden más. Si son cien, pueden más. Con el peligro de que entren ahí en medio algunos que ya van espiritualizando, y entonces desviando del contenido verdadero. Pero los pobres que tienen espíritu, entienden. Y justamente ven que ese es el camino que Jesús ha escogido.

Bueno…voy a parar aquí. A lo mejor algunas personas quisieran dar un comentario, añadir algo, decir algo que se me olvidó decir, o en fin, un comentario o explicación final. Ahora, quisiera que, claro, que hablaran alto porque como ya tengo 86 años mis oídos ya no son así tan finos. Mis oídos entonces ahí…son esas cosas que uno…hay que soportar al final de la vida.

COLOQUIO:
Asistente: Bueno, vamos a hacer entonces una ronda de preguntas…

Participante: Es cierto que no debemos recurrir al poder armado. Debemos escoger al parecer el camino de Jesús, que era el camino de la cruz. ¿Cómo es posible que pidiendo a un pueblo que renuncie al poder político, al poder económico, al poder armado y a la violencia, se le pida al mismo tiempo que denuncie la mentira y la opresión, que se levante y que no acepte la dominación? Esa es mi pregunta, tal vez no he entendido nada…

J. Comblin: Bueno…teóricamente es algo incomprensible, pero es justamente eso que…en eso consiste lo misterioso y lo incomprensible. Entonces, como dice Pablo…“Dios ha escogido la locura más que a la sabiduría, para confundir a todos los sabios con la locura”. Y la locura es la locura de la cruz. La locura es justamente disponer de los medios pobres, es locura. Pero hay gente que practica esas locuras y que va en ese camino. O sea, la experiencia muestra que en todas las generaciones hubo personas, hitos de hoy, que de hecho practican esa locura. Algunos…algunos son muertos. Pero naturalmente, no tantos, numéricamente. Pero podemos recordar que en el tiempo del gobierno militar en Guatemala, ochenta mil campesinos fueron muertos por las fuerzas de la nación, por el ejército, por la policía solamente porque no querían…no querían cambiar, no querían aceptar el sistema y reivindicar sus derechos de indígenas. O sea, tenían miedo pero fueron más fuertes que su miedo. Y…bueno…al final, al final como se ve en América Central y en todas partes son los antiguos resistentes que logran convencer la mayoría. Y entonces, y que la mayoría del pueblo ya despertó para la conciencia de que no podemos aceptar nuestra situación de dominación, de humillación. O sea, la experiencia muestra que es posible aunque…aunque aparentemente parece una cosa imposible, pero lo que es imposible para los hombres es posible para Dios. Es justamente eso lo que nos dice el evangelio.

Asistente: Una última pregunta para el padre…

Participante: Bueno…mi pregunta está un poquito relacionada con la anterior. Usted mencionó que la libertad en este camino, es una libertad, y mencionó el ejemplo del Estado, que a veces se piensa que para hacer una evangelización se necesita recurrir al Estado, que no es así. Pero…usted decía que debemos ser líder de ciertos influjos, entre ellos lo del Estado. Pero cuando habla de concientización y me recuerda un poco lo que hablaba Paulo Freire, que esta concientización nos lleva a una lucha para recuperar muchas cosas, pero esta lucha en la mayor de las partes va contra el Estado, contra poderes de la política y poderes similares, entonces… ¿Existe una cierta dicotomía entre esa lucha y la influencia del Estado hacia nosotros? Hacia allá apunta la pregunta.

J. Comblin: A ver… ¿me explica un poco el alcance de la pregunta?

Participante: Que usted decía que debemos ser líder de influjos como el Estado, pero la lucha que lleva a esa concientización es contra el Estado que nos lleva a depender un poco otra vez del Estado y de poderes como el Estado, como la política o similares. Entonces, me parece que podría haber una cierta dicotomía en eso. Luchar contra una influencia y a su vez terminar dependiendo de esa influencia, como el caso de los campesinos o de los indígenas.

J. Comblin: Si…bueno, el problema no es directamente el Estado, porque quien manda en la política no es el Estado, son los poderes que dominan el Estado. El Estado es más bien figurativo, pero está escondiendo las fuerzas que quieren mantener la sociedad. En otras palabras, el Estado es el agente ejecutivo que hace la voluntad de los poderosos, de los que verdaderamente son fuertes. Entonces, el enemigo no es el Estado, porque el Estado es un instrumento, puede ser instrumento de una clase dominante, pero también ser instrumento de los pobres. O sea, el problema son los que realmente tienen el poder y quieren mantener, aumentar su poder, su fuerza por todos los medios. Cuando el Estado ya no es suficiente, entonces usan las armas. Y cuando se necesita convencer a la gente, a la justicia de su causa, ahí tienen la televisión y tienen los grandes periódicos. Estos tratan de explicar que no hay salida, hay que aceptar la situación tal como es. Entonces, en todo caso se va a mejorar. Pero …sin ninguna intención. Los discursos son bonitos, claro …los discursos son bonitos. Y como los discursos de los políticos, aunque hoy día hagan siempre menos…menos discursos. La propaganda por lo que he visto aquí es más bien…“voten por mí, porque yo soy el mejor”. O sea, pero… ¿en qué? ¿quièn? ¿Qué van hacer en lo concreto? ¿Cuáles son las medidas reales que van a tomar? Y entonces, ahí van a eliminar la delincuencia. ¿Cómo? ¿Matando a todos los delincuentes? O… ¿cómo?… ¿Colocando a todos en la cárcel, la vida toda como en Estados Unidos, donde hay dos millones de presos? Entonces, ¿se quiere así? O sea, no dicen …no dicen. Entonces ahí, ¿cuántos presos en Chile quiere tener? ¿Medio millón? ¿Cuánto? O sea, todo eso permanece vago porque la cuestión es que hay toda una estructura. Puede ser que las personas que están ahí dicen: “Yo no puedo hacer otra cosa, estoy metido en eso ¿Qué voy … qué voy a hacer?” “Estoy trabajando en una empresa ¿Qué voy hacer?” “Estoy siguiendo la política de la empresa”. Pero… pero de cualquier manera siempre hay brechas por las que se puede entrar y afirmar la aspiración a una situación nueva sin el recurso a las armas, el recurso al dinero, el que recibe mucho dinero de las empresas y… ¿Por qué las empresas dan mucho dinero? ¿Para qué? Ah… es para… mostrar que son buenos, para mostrar que quieren verdaderamente la salvación de los pobres, de la clase obrera. Entonces, tienen que fundar algunas obras que son además una parte del presupuesto de publicidad. Entonces, de tal modo que ahí el problema no es la autoridad, son las fuerzas y las estructuras que mantienen la situación actual. O sea, las personas, cada persona, no se puede juzgar a las personas, pero la estructura…ahí sí, la estructura. Y después las personas en la medida en que son cómplices…que son cómplices.

Hay un ex presidente del Fondo Monetario Internacional. Después de jubilado, ahí confiesa que “nosotros en el Fondo Monetario hemos cometido mucha injusticia. Hemos provocado muchos sufrimientos inútiles”. Pero cuando era presidente no lo decía. O sea, cuando ya abandonó…ahí…, porque una vez que está dentro del sistema… ahí bueno, defiende el sistema, promueve el sistema. Después viene una conciencia que reaparece, y realmente lo que hemos hecho no era realmente de amor, no era verdaderamente de amor. Entonces, las personas, cada caso es diferente, no se puede juzgar las personas globalmente, pero la estructura sí. Y entonces las personas a medida que defienden (el sistema), ahí deshumanizan las estructuras que otros aprovechan.

Participante: Don José…dentro de las fuerzas opresoras, a ver… en el camino de Jesús, estuvo Èl su manera de proceder con la mujer. Y fue realmente transformador, revolucionario. He dicho algo de la crisis católica, pero trato a muchas mujeres evangélicas y he tenido también con ellas y también lo que voy decir me parece que también se da en las Iglesias Evangélicas. ¿De qué manera, qué conversión necesita la Iglesia patriarcalista, machista como fuerza opresora hoy en día para liberarnos las mujeres? Yo sé que nosotros tenemos caminos…¿no?. Yo he hecho mucho camino, estamos haciendo…pero escuchar aunque sea una breve oportunidad suya que nos diga como ve en este momento la iglesia patriarcal todavía, dominadora, de tantas mujeres. No sé si me explico…Está clarito… (se escuchan risas)

J. Comblin: Bueno…ahora ya se está calmando…la controversia contra el marxismo, incluso… ¡ el machismo !… (risas) Perdón…Entonces el machismo no… (risas) Ese está muy firme…muy firme y es difícil. Incluso en la iglesia bautista en Brasil, ahí hay pastoras, pero las pastoras son siempre o casi siempre inferiores, o sea, no tendrán el mismo destaque o la misma posibilidad. El machismo va a ser difícil…difícil destruirlo. Pero con perseverancia y sobre todo si las mamás educan a sus niños a tener las mismas exigencias que sus hermanos. Porque para las niñas…ahí tienen que hacer todo y tiene que ser perfecto. Y los niños hacen lo que quieren. Y mandan. Ya como guaguas empiezan a mandar. Ya saben que son machos, y entonces ya empiezan… empiezan a mandar. Gran parte del sistema de educación, todo el sistema de educación tiende a reforzar… reforzar eso. Entonces y esto supone un cambio de las mentalidades, ¿no? O sea, que las mujeres no tienen sentimiento suficiente de su fuerza, de su capacidad, de su humanidad y entonces, no debería inclinarse tan fácilmente ante el poder patriarcal. Patriarcal que empieza desde los primeros años de vida. Y entonces ahí, es una transformación…es una transformación progresiva, lenta que depende de la afirmación de las mujeres. En las Iglesias también. Es decir, hay algunas que son más machistas como la Iglesia Católica y otras que son menos, pero prácticamente todas …prácticamente todas porque es una herencia …una herencia. Porque el varón tradicionalmente es el que tiene el poder. Por lo menos en las civilizaciones del neolítico desde hace unos diez mil años. Antes podía ser diferente, en los pueblos pescadores de otros tiempos del paleolítico. Pero, lo que vemos desde miles de años es que el varón es considerado, y se considera y es aceptado como el que domina, el que manda. Sin insurrección de las mujeres, o sea, no se necesita tener armas, no hay problemas de tener armas, de tener dinero, de tener incluso diplomas universitarios porque se ve que las mujeres son siempre relegadas a las profesiones menos prestigiadas. ¿Cuántas mujeres que son profesoras? ¿Y por qué? Ah …porque profesor es una cosa que tiene poca consideración de la sociedad. O sea, no es algo.

Entonces, mientras que en las empresas ahí es diferente…diferente. Entonces, hay una tendencia actualmente para que la medicina sea siempre más una misión femenina. ¿Pero por qué? Ah …porque exige mucho trabajo, mucha dedicación …mucha… Y entonces, eso es para las mujeres. Los varones prefieren carreras que sean menos cansativas, que sean más agradables. Y entonces, que la compañía de los enfermos no es precisamente mucho. Y entonces, en otros tiempos, claro todavía hoy, hay médicos que lo hacen con alma femenina, pero…siempre más parece que son las mujeres. O sea, hay que hacer insurrección, y en las iglesias igual porque no hablan mucho. Se inclinan. Entonces aceptan pensando que la vocación cristiana es vocación a la obediencia, a la sumisión. No, es vocación a la libertad, por lo tanto es la libertad, se conquista. O sea, no vendrá espontáneamente. Los derechos que las mujeres han conquistado, fue con muchas luchas, con mucha perseverancia. No fue fácil. Y el camino, todavía en la mitad del camino…todavía hay que hacerlo. Entonces, habrá que continuar perseverando.

Asistente: Queremos agradecer al Padre José su presencia en este lugar, (aplausos). Antes de culminar quisiera extenderle la invitación para el día de mañana a las 19 hrs. en Valparaíso: va a estar nuevamente el Padre José hablando sobre doctrina social de la iglesia y pastoral social. El lugar será el salón Esmeralda 4to. Piso Intendencia Regional. Dirección Melgarejo 669, Valparaíso. Finalmente queremos agradecer también a Gonzalo Camaño que es el pastor de esta iglesia y que nos ha facilitado este lugar y tambièn quisiera pedirle a Ariel González que es director de nuestro instituto que haga una oración para que sellar esta significativa reuniòn.

Charla Foro en Iglesia Bautista de Viña del Mar. Chile. Noviembre 2009
Editor: Enrique A. Orellana Fernàndez.
Colaboraron: Leyla Reyes Z- Enrique Orellana Miranda-J. Subercaseaux
Cuadernos Opciòn Por Los Pobres-Chile
Movimiento TeologìaS de la Liberaciòn-Chile
Correo: opcion_porlospobres_chile@yahoo.com
Rosas 2090 – D. Santiago – Chile

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