NO DEJES DE VISITAR
GIF animations generator gifup.com www.misionerosencamino.blogspot.com
El Blog donde encontrarás abundante material de formación, dinámicas, catequesis, charlas, videos, música y variados recursos litúrgicos y pastorales para la actividad de los grupos misioneros.
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

miércoles, 19 de enero de 2011

III Domingo del T.O. (Mt 4, 12-23) - Ciclo A: UNA LIBERACION SOLIDARIA



No es difícil que una persona aislada consiga salir de una situación de pobreza y encaramarse en los puestos más eleva­dos de la sociedad: eso favorece al sistema vigente, entre otras cosas porque así se puede «probar» que el que tiene capacidad progresa y triunfa sin cuestionar la validez del sistema. Más difícil resulta que todo un pueblo se libere y salga de la mise­ria. Y es que, en los sistemas capitalistas capitalismo liberal o de Estado, no importa cuál, es necesario que existan per­dedores para que haya triunfadores.


YA LLEGA EL REINO DE DIOS

Jesús recoge el mensaje de Juan Bautista y asume la tarea de continuar su proclamación: «Enmendaos, que está cerca el reinado de Dios». Dios llega para reinar sobre los hombres.

El significado de este reinado de Dios se irá desvelando a lo largo de la actividad de Jesús e irá sorprendiendo a quienes tenían una idea preconcebida del mismo; ya desde el principio se ponen de manifiesto algunas de sus características: el reinado de Dios no será un asunto individual ni reducido a un único pueblo, sino que será comunitario y universal. Y sin privile­gios para nadie.


NO AL EXCLUSIVISMO

El pueblo de Israel había sufrido en repetidas ocasiones, a lo largo de su historia, la opresión de los imperios extranjeros. Y repetidas veces había conseguido liberarse de ellos. En el gozo de la liberación aquel pueblo había sentido la acción del Señor de Israel. Pero esa experiencia de gozo estaba siempre mezclada con un componente de rencor, de deseos de una venganza cuya realización se la adjudicaban también a Dios {véanse, p. ej., Sal 3,8-9: «Levántate, Señor; sálvame, Dios mío; tú abofeteaste a mis enemigos, rompiste los dientes de los malvados. De ti, Señor, viene la salvación y la bendición para tu pueblo»; Sal 137,8-9: «¡Capital de Babilonia, crimi­nal! ¡Quién pudiera pagarte los males que nos has hecho! ¡ Quién pudiera agarrar y estrellar tus niños contra las pie­dras!»).

En el momento en que Jesús empieza su predicación, Is­rael estaba dominado por el Imperio romano. Había en toda Palestina, pero especialmente en Galilea, la región en la que Jesús pasó la mayoría de sus años, movimientos de resistencia a los invasores, y se extendía la esperanza en una nueva inter­vención liberadora de Dios. Como era natural, según la men­talidad israelí, aquella liberación beneficiaría exclusivamente a Israel, quedarían excluidos todos los pueblos paganos y cons­tituiría un severo castigo para los romanos...

El escenario que elige Jesús para iniciar su anuncio -« ¡ País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos!»- indica que el reino que Jesús anuncia, el reino de Dios, no se limita a las fronteras del reino de David, sino que constituye una invitación para toda la humanidad, superando así una de las causas de la opre­sión de unos pueblos sobre otros: si Dios es aceptado Como único Señor de todos los pueblos, ninguno de ellos podrá pre­tender convertirse en señor de los demás. Esto no quiere decir que Dios sea «neutral» ante la injusticia, ante la dominación de unos pueblos sobre otros; no, él está de parte de los que sufren; pero la propuesta que hace a través de Jesús va dirigi­da no a vengar, sino a superar la injusticia y la opresión.


LOS ACHAQUES DEL PUEBLO

Por otra parte, según la predicación farisea, que tenía mu­cha aceptación en los tiempos de Jesús, todo era cuestión de que cada uno, individualmente, se comportase de acuerdo con la voluntad de Dios tal y como ellos la entendían; eso haría, según ellos, acelerar la intervención y la presencia de Dios en medio de su pueblo. La presentación que hace el evangelio de Mateo de los primeros pasos de la actividad de Jesús contra­dice esta idea: en un primer momento, él se dedica a sanar «todo achaque y enfermedad del pueblo». Sin duda que su acción curativa y vivificadora afecta a los individuos personal­mente; pero sus padecimientos personales están causados por la falta de salud de la colectividad, por el pecado del mundo del que hablábamos el domingo pasado; por eso es al pueblo a quien se dirige primero la atención de Jesús.


LA HISTORIA SE REPITE

De diez o quince años hacia acá se ha podido apreciar en aquellos lugares en los que se iba afianzando el sentimiento de solidaridad colectiva (p. ej.: en Centroamérica, como tam­bién en otros lugares de Europa) un resurgir de las sectas reli­giosas que predican el individualismo religioso: las relaciones del hombre con Dios, su salvación personal -dicen- son una cuestión puramente individual; el compromiso social, la soli­daridad con los demás ciudadanos en la solución de los problemas colectivos son algo ajeno a la religión; lo único real­mente importante para cada hombre es asegurar su salvación eterna...

Pronto se supo que muchas de estas sectas estaban finan­ciadas por importantes grupos económicos de los Estados Uni­dos de Norteamérica. ¿ A qué se podía deber este interés reli­gioso del capital norteamericano (del capital, que, a la postre, no tiene patria)? La razón de este interés era ésta: los cristia­nos habían tomado conciencia de que era una exigencia de su fe preocuparse por buscar cura a todo achaque y enfermedad del pueblo. Y eso podía arruinar los negocios y acabar con los privilegios de unos pocos.

No hay comentarios: